COMPUTACIÓN: El turco virtual

viernes, 3 de marzo de 2006 · 01:00
México, D F, 2 de marzo (apro)- El fin de semana pasado viajé al torneo internacional de Linares, de ajedrez, el cual en su primera mitad se llevó a cabo en esa tradicional ciudad Bajo el marco de Festival Internacional de Ajedrez, además del torneo mencionado, se efectuarían muchas otras actividades, entre las que destacan simultáneas en parques públicos, conferencias con connotados especialistas de diversas ramas del ajedrez, un torneo abierto (en el cual participaron 760 ajedrecistas, la mayoría nacionales), que a la postre ganaría el GM cubano Lázaro Bruzón, y para rematar, una exposición de ajedreces por parte de artistas michoacanos, galería de arte, trivia, colecciones, y por último, la visita del turco virtual Efectivamente, una empresa austriaca mandó para este evento un sistema que presenta en una pantalla gigante a un personaje digital, vestido a la usanza turca El cual puede jugar al ajedrez de manera sorprendentemente sólida y ganar a la mayoría de los aficionados La historia del turco comienza con la construcción de una "máquina" que podría jugar al ajedrez de manera notable Su inventor fue el ingeniero Von Kempelen hace más de siglo y medio, quien diseño un escritorio con un maniquí de un turco En el escritorio en cuestión había un tablero de ajedrez, y quienes jugaban contra este artefacto hacían su jugada en el tablero El turco meditaba entonces su movimiento y, cuando lo hacía, movía un brazo mecánico, tomaba la pieza y ejecutaba su jugada El invento de Von Kempelen le abrió las puertas de la fama Para demostrar que había inventado una máquina jugadora de ajedrez, Kempelen abría las puertecillas del escritorio, en donde se veían engranes girando Todo parecía tan real que propios y extraños estaban azorados Finalmente había una máquina que podía jugar al ajedrez Los perspicaces, como Edgar Allan Poe, incluso escribió al respecto del turco y bajo meros argumentos lógicos llegó a la conclusión de que tenía que haber algún fuerte jugador escondido en semejante artilugio? Y no se equivocó: el turco era un fraude Se dice que jugadores como Pillsbury incluso, estuvieron jugando desde las entrañas de dicha máquina Pues bien, una empresa austriaca rediseñó al turco, pero de manera digital, a través de un programa de computadora Ahora la imagen del mismo se presenta en una pantalla gigante Uno se coloca a metro y medio de la misma y a través de un esquema de reconocimiento digital, uno mueve la mano como si tomase las piezas Una cámara de video en el techo sigue los movimientos de la mano del jugador y las codifica, de manera que tenemos la sensación de que estamos tocando las piezas en la pantalla Finalmente, al cerrar la mano, dejando una oquedad entre los dedos, la pieza virtual es tomada y se puede mover en el tablero Una vez hecho esto, el turco prácticamente responde manera instantánea El programa contiene música clásica de fondo, y además tiene opciones para ver cómo era el turco real (que se quemó en un incendio en el museo de Filadelfia) Tiene efectos de sonidos como si fuesen engranes lo que se escucha cada vez que el sistema responde a alguna jugada En fin, es un espectáculo por sí mismo Un par de días después, sin embargo, apareció en la sala de exposiciones una nueva versión del turco digital, ¡en tres dimensiones! Ahora la pantalla debe verse con unos lentes especiales para ver la tercera dimensión El sistema permite la introducción de jugadas de manera similar a la ya explicada, pero el efecto visual lo hace más impactante Los visitantes se agolparon por momentos en el escenario donde estaba el turco Hasta donde sé, nadie tuvo la paciencia para jugar una partida con el misterioso rival digital, aunque eso sí, se demostró como un fuerte jugador y no es para menos, el sistema permite poner cualquiera de los programas poderosos de ajedrez, Fritz, Hiarcs, etcétera, incluso GNUChess, el cual no es el más fuerte ajedrecísticamente hablando, pero que le puede ganar fácilmente a prácticamente 95% de los jugadores en el mundo Así, el torneo de Linares, llevado a cabo en su primera mitad en Morelia, nos mostró un invitado más, el viejo ingenio de Kempelen llevado a su expresión computarizada Pienso que si ahora Poe hubiese tratado de descubrir el truco atrás del autómata digital, ningún recurso lógico podría haberlo llevado a la conclusión de que se trataba de un programa de computadora

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