Homenaje póstumo a Salvador Elizondo en Bellas Artes

viernes, 31 de marzo de 2006 · 01:00
* Presentes, entre otros, Carlos Monsiváis, Enrique Krauze y Silvia Molina México, D F, 30 de marzo (apro)- Hace casi veinte años, cuando se le pidió al escritor Salvador Elizondo participara en un reportaje sobre la mítica relación entre alcohol y literatura, que publicóProceso, aceptó con mucho interés y hasta comentó que podría disertar sobre el asunto por horas, pues casi todos los autores, desde Ezra Pound hasta los del presente, han sido empedernidos bebedores: "Es evidente, como lo demuestra la historia, que hay una relación profundísima, más que entre los escritores y el alcohol, entre la escritura y la embriaguez", dijo entonces El autor de Farabeuf o la crónica de un instante (1965), fallecido la noche del miércoles 29 de marzo a la edad de 73 años, recibió hoy un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, al cual asistieron Sari Bermúdez, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y Gerardo Estrada, director de Difusión Cultural de la UNAM Durante la ceremonia, el escritor José de la Colina pronunció un discurso en el cual destacó: "Heroísmo es la palabra para su caso, no sólo por haberse negado a ser avasallado por el sufrimiento corporal, sino además y sobre todo, por su gozoso sacrificio a una escritura que, si ante todo naciera del imperativo de la satisfacción íntima, se halla como ocurre a fin de cuentas con toda gran obra del espíritu destinada a pasar del horizonte de uno, al horizonte de todos" Al Palacio de Bellas Artes acudieron a despedir al escritor, Emmanuel Carballo, Alí Chumacero, Enrique Krauze, Carlos Monsiváis y Silvia Molina Nacido en la Ciudad de México en 1932, Elizondo realizó estudios en la UNAM y en las universidades de Ottawa, Perugia, París y Cambridge, así como en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda" del Instituto Nacional de Bellas Artes Su vasta obra incluye poesía, novela, cuento, ensayo y la obra teatral Miscast Entre sus libros pueden mencionarse Poemas (1960), Luchino Visconti (1963), Nuevos escritores mexicanos del siglo XX presentados por sí mismos (1966), El hipogeo secreto (1968), El retrato de Zoe y otras mentiras (1969), El grafógrafo (1972), Antología personal (1974), La luz que regresa (1985), Teoría del infierno (1992) y Cuaderno de escritura (1993) Pero sin duda el más conocido es su novela Farabeuf, traducida --como otras de sus obras-- a diversos idiomas como el inglés, italiano y francés Y por la cual obtuvo en 1965 el Premio Xavier Villaurrutia Aunque el escritor, ganador también del Premio Nacional de Literatura en 1990, declaró a la prensa --con motivo de la conmemoración de los cuarenta años del libro celebrada el año pasado-- que no se trata una novela: "Quiero aclararlo --dijo entonces-- Novela es algo como Madame Bovary o Crimen y castigo Este nada más es un libro para leer" Miembro de El Colegio Nacional desde 1981, Elizondo fue integrante del equipo de colaboradores de la revista Plural fundada por Octavio Paz, junto con Tomás Segovia, Gabriel Zaid, José de la Colina, Alejandro Rossi, Vicente Rojo, Jaime García Terrés, Kasuya Sakai, José Luis Cuevas, Julieta Campos, Marco Antonio Montes de Oca y Juan García Ponce Y posteriormente, de la revista Vuelta, también creada por el poeta Nobel Como sus lecturas preferidas, mencionó en alguna ocasión La cartuja de la Parma, de Stendhal, a la cual calificó como "una obra maestra, me gusta el desenfado moral y el cinismo con que se realiza todo lo que ahí pasa" Además Bouvard et Pécuchet, de Flaubert; La banda de giñol, de Celine; Primeras letras, de Octavio Paz A Elizondo le sobreviven su esposa, la fotógrafa Paulina Lavista y sus hijos Mariana, Pía y Pablo Luego del homenaje en Bellas Artes, el cuerpo del escritor se trasladó nuevamente a la agencia funeraria Gayosso, de donde partirá al Panteón Español para su incineración Su deseo fue que sus cenizas reposen en el jardín de su casa en Coyoacán

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