Marcos en la Sociedad de Escritores
* El Sup zapatista, en la Sogem
* Homenaje a Benhumea Hernán
* Crónica del cantautor BenjamÃn Anaya
México, D F, 19 de junio (apro)- El filo de las flores es una breve crónica del encuentro de escritores con el zapatista delegado Zero, el subcomandante Marcos el pasado jueves 15 de junio, durante un homenaje a Ollin Alexis Benhumea Hernán en la escuela de la Sogem (Sociedad General de Escritores de México) de Coyoacán, realizada por el músico y periodista BenjamÃn Anaya para nuestros lectores
El filo de las flores"
(Con flores y machetes sobrevive Atenco LucÃa Luna)
1 El re-parto, pero no de la tierra
Se da la tercera llamada
Cierran las luces y el telón ya estaba abierto Sólo se ilumina brevemente el foro de la Escuela de Escritores de la Sogem, para que los presentes miren el documental sobre la violencia del Estado contra los pobladores de San Salvador Atenco, hecho que inicia el Encuentro de Escritores (y escritoras), con La Otra Campaña
Una vez que el público conoce a detalle ?mediante un video que expone todo lo acontecido en Atenco?, el acuerdo traicionado por los poderes municipal, estatal y federal, que se celebró el 2 de mayo, para que se retirara la fuerza pública y las floristas de las comarcas circunvecinas a Texcoco pudieran vender sus flores, todo se centra en la mesa dispuesta para que los cuatro anfitriones (Reyna Barrera, Gabriela Inclán, Javier Sicilia y el presidente de ese gremio, VÃctor Hugo Rascón Banda) comiencen sus textos, en presencia del delegado Zero
Les seguirán en la lectura, entre otros Jorge Lozano, Saúl Ibargoyen Islas, Jade Castellanos (quien cita un poema de Juan Armando Rojas, sobre la violencia de las mujeres en Juárez, la ciudad del poeta transfronterizo), Leticia Luna y Margarita Punk Los versos se colocan en un tendedero, que va llenándose conforme avanza la velada, misma que culminará con un triálogo entre Durito, Marcos y, entre otros, el poeta de la Guerra Civil Española, Gabriel Zelaya, a quien cita el sup
2 Dialéctica de lo floral
A pesar que la condición social del comercio de las flores suela ser el desempeño nostálgico-romántico del amor perdido y de la seducción potencial (eros), pero también lo más hondo de la muerte y las ausencias (tánatos), las flores no sólo sintetizan el olor de la tierra, sus colores, sino particularmente representan el alma de quien las cultiva
AsÃ, ¿cómo explicarnos entonces que haya sido ultrajado un pueblo entero por culpa de las flores?
Cuando uno ve las imágenes del inicio del conflicto, valientemente videograbadas, siente rabia pura Las mujeres cargan sus hatos, sus cubetas con docenas de ellas asomándose, y al verse imposibilitadas de venderlas, por la presencia de más de 400 granaderos, se refugian en la bodega de los floristas en Texcoco, hasta donde llegan las bombas de gas mostaza y lacrimógeno para irrumpir con su odio en las frentes ensangrentadas de niños, ancianos y mujeres tristes e indignadÃsimas
Los medios linchan a Atenco Hay que colgarles la medallita foxi-fascista Esa tarde, y aún ahora, la gente de derecha se regocija del estado de derecho y del "regreso al orden y la tranquilidad" que, según ellos, "un puñado de gente" le habÃa arrebatado al pueblo
Pero en las flores vemos el doble filo del machete Su propia dialéctica Porque el machete está acostumbrado a acompañar flores, y a cortarlas, también Y más allá de la Flower Generation, de los neo-hippies y del ravegeist, las flores encierran vida colorida del subsuelo, cuyas raÃces suelen cortarse con machetes A eso aluden los poemas, entre ellos, el que con vehemencia lee Leticia Luna, y que transcribo:
RÃos de sangre
Para Ollin Alexis Benhumea (?)
I
Al amanecer la policÃa entró devastando al pueblo
Ayer un joven falleció en la pureza de su lucha más preciada
(cada vez que alguien muere en manos de sus perseguidores
el mundo se pudre de rabia y de blasfemia)
II
Hoy tu recuerdo no es la rabia, es la soledad,
es tu familia en el hospital mirando tu cuerpo silenciado,
son los separos de la policÃa poblados de crÃmenes impunes,
las mujeres secuestradas de sus casas
en una ráfaga de sábanas violentas,
es la cobija del campesino que pide justicia
y recibe palos y más palos
en la habitación vacÃa de este paÃs
cuyo viento helado recorre los caminos
con sus rÃos de sangre
III
Ayer la violencia recorrió la ciudad
?dormÃamos?
sólo unos cuantos despiertos
alcanzaron el llanto
IV
Dios, mira cómo me visten de sangre,
mira cómo me rechinan los dientes
V
Hace más de cinco siglos blandieron los machetes
El aire vino con su vendaval de lamentos
cuando los brazos del joven bailarÃn
se enlazaron en el duelo que llora el eucalipto
de pie frente a su abismo
Con machetes y flores sobrevivirá Atenco
3 Viento de lumbre
Hacia el final del acto, piden a la familia de Ollin Alexis Benhumea subir al estrado-escenario, con su amigo músico BenjamÃn Anaya
Y antes de decir unas palabras, canto la canción que ?pensé al componerla? serÃa primero una Indignación posmoderna, aludiendo a Digna Ochoa, las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y en todo el paÃs, y que finalmente se llama Viento de lumbre
Digo al presentarla que son más de 5 mil años de machismo los que lo dañan todo, todo Luego, la canto, asà nada más:
Viento de lumbre
marea roja
lodo en la sangre
llanto en los rÃos?
Y cómo lograr ser feliz
en este mundo tan cruel
la vida no llega con libertad
que hay que lograr
hay que luchar por ella
a toda hora, en cada calle
sin dudas:
la historia no se acabó,
no fue su fin
Viento de lumbre?
Y a pesar de la premonición
de sabios y magas, no fue suficiente
y el mundo se abandonó
violando a sus hijas,
secando la tierra
dejándonos a la deriva
de máquinas muerta;
el video ya espera con ansiedad
los huesos quebrados
Y mientras es dÃa del chacal
y el viento con lumbre recorre el desierto
sus risas me hacen llorar
mi rabia es más dura, mi cielo está abierto
Habrá lugar
no habrá pasaporte,
ni aduana ni dios,
tan sólo caricias para sanar
todas sus heridas
Viento de lumbre
marea roja
lodo en la sangre
llanto en los rÃos bravos y
grandes queridas serán
en la eternidad
Con esta canción se da paso al delegado Zero a su texto largo, divertido y al hasta luego, al pronto nos vemos, la lucha sigue Marcos firma autógrafos, se toma fotos, me espera a que cargue la pila de mi cámara Le dice a Leti Luna:
"MÃralo, BenjamÃn ya se puso nervioso, pero nos tomamos la foto, ¿eh? No me voy de aquÃ?"
Marcos se lleva un tomo de Rebeldes bajo el brazo, el tercer volumen de la TrilogÃa poética de las mujeres en Hispanoamérica (Fonca/Bancomer/UAM/UNAM) que Leticia Luna le dedica y que guarda en la tumba Alexis con dedicatorias de su familia También otros de RadiografÃa del rock en Guerrero, de Jaime GarcÃa Leyva y A mansalva de los años, de la poeta cubana Lina de Feria, todos editados por La cuadrilla de la Langosta, editorial que impulsamos en colectivo y que dio a la luz mi libro Neozapatismo y rock mexicano
El acto cierra con una frase hermosa de Margarita Punk, dicha a los padres de Ollin Alexis:
"Quizá perdió a Alexis en la lucha, pero ya nos tienen a todos nosotros: somos sus hijos y los queremos"
Las luces del foro se apagan
No hubo telón, pero qué dramaturgia habitó la sala