Devuelve EU pintura del siglo XVIII robada en México
* Se trata de "Adán y Eva expulsados del paraíso", sustraída de un templo en Hidalgo
San Diego, Ca , 23 de agosto (apro)- Un cuadro del siglo XVIII robado de un templo de Hidalgo, y vendido posteriormente a un museo de esta ciudad estadunidense, fue recuperado por las autoridades norteamericanas, luego de comprobar que fue adquirido ilícitamente por un coleccionista privado
Por ello, autoridades estadounidenses entregaron hoy a México la pintura, robada hace seis años, informaron fuentes diplomáticas
Se trata del óleo "Adán y Eva expulsados del paraíso", pintado en 1728 por un artista desconocido, y expuesto en la capilla de San Juan Tepemazalco, del municipio de Zempoala
La obra fue sustraída en el 2000, del citado templo, por ladrones que la vendieron en el mercado negro de arte sacro, en el que circulan óleos, retablos, altares y joyas coloniales
En conferencia de prensa efectuada en el consulado de México en San Diego, los representantes de las dependencias participantes en la recuperación, precisaron que el cuadro --que data de la etapa colonial-- fue vendido por el coleccionista Rodrigo Rivero al Museo de Arte de San Diego, donde incluso estuvo en exhibición por más de dos meses
Así lo informaron la titular del Departamento de Seguridad Interna en San Diego, Adele Fasano, y Robert Ciaffa, jefe de la sección de Fraudes de la Procuraduría de Justicia estadunidense
El óleo, valuado en 50 mil dólares, fue vendido en 25 mil dólares por el coleccionista; posteriormente fue entregado por el museo a la oficina de Investigaciones de San Diego, a cargo del agente especial Michael Unzueta
Con anterioridad, el Congreso de Hidalgo exhortó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y a la Procuraduría General de la República (PGR), a gestionar la recuperación de la obra colonial robada en el 2000
El Museo de Arte de San Diego se comprometió a la devolución de la obra, a condición que se demostrara que había sido sustraída del templo hidalguense
Junto con "Adán y Eva expulsados del paraíso", fueron robadas otras dos pinturas de la misma iglesia de San Juan Tepemazalco, lo que puso al descubierto las pocas medidas de seguridad que mantienen los templos mexicanos