Homenaje a Friedrich Katz, historiador de la Revolución mexicana

miércoles, 14 de noviembre de 2007 · 01:00
México, D F, 13 de noviembre (apro)- Autor de una de las biografías más completas y reveladoras de Pancho Villa, del libro La guerra secreta en México y otros estudios sobre la Revolución mexicana, el historiador de origen austriaco, Friedrich Katz cumple 80 años de edad y lo está celebrando en el país que le dio asilo político durante la persecución nazi Con el ciclo de conferencias y mesas redondas Del amor de un historiador a su patria adoptiva Coloquio Homenaje a Friedrich Katz, El Colegio de México (Colmex) y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM) rinden homenaje al investigador, profesor emérito de la Universidad de Chicago, donde fundó el Programa de Estudios Mexicanos, que desde 2004 lleva el nombre de Centro de Estudios Mexicanos Friedrich Katz En la primera sesión intervinieron los historiadores Enrique Florescano, coordinador Nacional de Proyectos Históricos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta); Ilán Semo, del Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana; Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho de la UNAM, y Brígida Von Mentz, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social Luego de escuchar aspectos de su trayectoria de historiador, de sus aportaciones con un nuevo enfoque en el estudio de la historia de México en la década de los años sesenta del siglo XX; de la necesidad de que en la historiografía mexicana se reconozca su labor y de su papel como inspirador de las nuevas generaciones de historiadores de la revolución, Katz agradeció emocionado el homenaje Explicó que siempre se ha sentido en deuda con México, porque gracias a su política de asilo su familia salvó la vida durante la persecución nazi en Europa Inicialmente, había llegado a Estados Unidos, pero por no tener visa permanente, su padre decidió venir a México Era la época en la que gobernaba Lázaro Cárdenas, y se habían abierto las puertas a los republicanos españoles Rodeado por amigos, historiadores y otros investigadores, Katz recordó en la sede del INEHRM que, al llegar, no conocía el idioma español, y sus padres lo inscribieron en el Liceo Franco-Mexicano, donde se desesperaba al darse cuenta de que la realidad que vivía en las calles y la historia de México, no existían en esa escuela Así, decidió comenzar a leer por su cuenta los textos clásicos de la revolución, entre ellos Los de abajo, de Mariano Azuela, y los libros de Martín Luis Guzmán Le agradaba ver además que, en contraste con la persecución y terror que se vivía en Europa con el dominio nazi y en Estados Unidos por la crisis económica, en México había optimismo y seguridad Eran las postrimerías del régimen de Cárdenas y estaba en su apogeo el reparto agrario, se nacionalizaba el petróleo y la educación iba despuntando Sentía, pues, optimismo y la percepción en la gente de que los sufrimientos pasados en la Revolución mexicana habían valido la pena y se les estaba haciendo justicia De la gesta revolucionaria, le llamaba la atención, por encima de varios aspectos, la "capacidad de lucha de los mexicanos" En este sentido, comentó que, si bien en otros lugares del mundo hubo movimientos revolucionarios, la Revolución mexicana fue la única donde las clases populares jugaron un papel decisivo Incluso, lo hicieron a lo largo de todo el siglo XIX y en rebeliones locales, como la Guerra de Castas en Yucatán y otras sublevaciones que culminaron con la revolución Cuando volvió a Austria al término de la Segunda Guerra Mundial, Katz ya tenía la idea de estudiar la Revolución mexicana, pero no era fácil porque en Europa había un gran desconocimiento del país Sentía, además, que los austriacos tenían una gran deuda de gratitud con México --"no estoy hablando de Maximiliano", dijo, bromeando-- porque había sido el único país que no reconoció la anexión de Austria a Alemania Pero, según Katz, pasó mucho tiempo para que los austriacos lo reconocieran así y le pusieran a una plaza pública en Viena, "Plaza México" Así, decidió que uniría su interés por la Revolución mexicana, por la historia que había vivido de adolescente huyendo de la Alemania nazi y la deuda que, como austriaco, sentía por México en sus investigaciones La primera de ellas fue el papel de Austria y Alemania en la historia de México, que dio origen al libro Alemania, Díaz y la Revolución Mexicana Luego vendría La guerra secreta en México, que abordó también los intereses de las grandes potencias europeas en México durante la guerra de revolución, y desde entonces el historiador no ha parado en sus estudios sobre México El coloquio continuará mañana en el INEHRM, con las intervenciones de los historiadores Carlos Martínez Assad, Javier Garciadiego, Antonio Saborit, Josefina Mac Gregor, Adolfo Gilly y Lorenzo Meyer, entre otros Este jueves, en el Instituto Mora, se le hará otro homenaje al historiador, con el título Doce preguntas a Friedrich Katz, con la participación de Graziella Altamirano, Carmen Collado, Luis Jáuregui, Eugenia Meyer, César Navarro y Guadalupe Villa

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