Valdés reconstruye crimen de Aramberri
MONTERREY, N L, 9 de septiembre (apro)- Los ecos del atroz asesinato a cuchilladas de Antonia Montemayor y de su hija Florinda el 5 de abril de 1933, volvieron a sonar en esta ciudad con la publicación de la novela de Hugo Valdés Manrique, El Crimen de la Calle Aramberri
Basado en aquel trágico suceso de la calle Aramberri, hace 75 años, Valdés presentó la cuarta edición del texto escrito en 1994, una estampa de la ciudad que comenzaba a tomar forma, sin despojarse aún del aldeanismo y del ambiente provinciano, muy distante de la modernidad y vanguardia que actualmente presume
Al estilo de A Sangre Fría, la célebre novela de Truman Capote, y Asesinato, de Vicente Leñero, El Crimen de la Calle Aramberri es una novela que busca recrear la atmósfera, el ambiente, el polvo por las calles y el pánico que desencadenó la muerte de las mujeres
"Fue un crimen muy famoso, horrendo Las personas aún lo recuerdan con terror Con ese asesinato, Monterrey tuvo su bautizo de sangre", señala en entrevista el autor de Monterrey News
El libro, narrado en segunda persona del singular, sigue al detective Inés González, quien siente una fascinación casi insana por el crimen y quien, determinado a desentrañar el misterio, encuentra a los responsables entre personas que estaban más cerca de las víctimas de lo que creía
Con una prosa fluida, cargada de jerga policiaca y aderezada con terminología forense, Valdés es puntual en el seguimiento de la investigación, las hipótesis, los sospechosos, las reconstrucciones de hechos, las evidencias y hasta las teorías descabelladas que surgen en la mente del detective para encontrarle un ángulo al caso
En el inicio no hay misterio De entrada se conoce quiénes son las víctimas y la forma atroz en la que perecieron en una recámara, acuchilladas con saña, con el propósito de robarlas Y pronto son hallados los inculpados
El interés se centra en exponer las evidencias para que el lector urda su propia pesquisa y entre al juego de la investigación
Valdés recuerda que al escribir la novela empleó un estilo periodístico jurídico, llenándolo con un hecho real, y en sus huecos con vetas de ficción
"La historia tiene algunos atisbos de actualidad, que nunca fueron intención al escribirla Más bien, con este asesinato doble, a Monterrey se le quitó lo pendeja y provinciana El crimen fue producto de una traición La sociedad se espantó al saber que los culpables estaban en su mismo círculo, que fueron familiares
"La sociedad se impactó por el sadismo con el que se cometió este hecho Madre e hija murieron masacradas La gente estaba aterrada, pero también había una indignación creciente Hubo hasta la convocatoria a una marcha, que no se realizó, para pedir un castigo ejemplar", dice Valdés
El autor de Días de Nadie se cuida de no hacer juicios Nunca llama a los criminales "sanguinarios" ni "desalmados" La historia misma se encarga de revelar la suerte de los matones, quienes fueron detenidos apenas 23 días después de haber cometido el doble homicidio
A raíz de ese suceso, en esta ciudad surgió un sentimiento de xenofobia, de desconfianza hacia los foráneos Antes la ciudad le abría la puerta a cualquiera, pero luego del famoso homicidio, la sociedad se cerró
Y ahora, 75 años después, resurge el tema de la pena de muerte, pues en Monterrey, durante los años 30, existían penalidades similares, como la llamada "ley fuga", un tipo de ejecución muy utilizado en México en la época del porfiriato y la Revolución
"La ciudadanía de aquella época pidió ?ley fuga? y parece que eso fue concedido Los policías y la gente pasan de ser víctimas a victimarios La sociedad se volvió bárbara Lo que hicieron las autoridades quizás no era lo correcto, pero le dio calma y paz a la gente
"Como ocurre muchas veces, si aquí los presuntos responsables hubieran sido sometidos a un procedimiento legal, las autoridades se hubieran metido en un laberinto legal Lo que hicieron tal vez no fue ético, pero sí muy práctico", considera el autor de El Crimen de la Calle Aramberri, impreso por la Editorial Jus, con apoyo de la Universidad Autónoma de Nuevo León