Beatriz Novaro, en defensa de la diversidad

miércoles, 30 de diciembre de 2009 · 01:00

Desmenuza el tema de su vida, el guionismo, y eso la lleva al análisis del cine nacional, que para ella está en un florecimiento sin igual. “Nunca había visto tantas películas mexicanas buenas”, dice, y exalta el realizado por jóvenes, al tiempo que define al gremio cinematográfico como único, por un espíritu de combate del que carecen los bailarines, los pintores o los poetas.

 

ZACATECAS, ZAC.- Lleva más de dos décadas creando guiones para la pantalla grande y siempre es requerida para asesorar una historia. No obstante, Beatriz Novaro arguye que la figura del escritor de cine “es muy compleja, porque es autor de una obra no autosuficiente, pues depende de otros para sacar sus virtudes o defectos.

“Se puede decir que el poema se termina en el poema, y allí está su valoración y su trayectoria. En cambio, el guión va a depender de muchos factores que ya no pasan por nuestra decisión. Incluso, los propios guionistas piensan que es la obra terminada y en realidad no, porque depende de otros y eso lo hace muy complejo.”

Coincide con Guillermo Arriaga –autor de Amores perros, 21 gramos, dirigidas por Alejandro González Iñárritu; Los tres entierros de Melquiades Estrada, de Tommy Lee Jones, y The burning plain, su ópera prima como director– en cambiar lingüísticamente el concepto, “porque decir guionista ya de antemano crea una confusión:

“Es fundamental el trabajo del guión, lo haga quien lo haga, el director, los actores, o puede ser un producto casi accidental. La figura del guionista en tanto escritor cinematográfico es la inteligencia de la película; aunque suene pedante, es la verdad. Sin embargo, es la inteligencia que puede pasar por otras personas que la hagan ver de otra manera, ¡esa es su tragedia! El que escribe guiones debe saber que esa es su tragedia. Si su vocación es ésta, pues a entrarle con lo que implica.”

Beatriz nació en la Ciudad de México en 1953. Es hermana de la cineasta María Novaro. Estudió dirección en el Centro Universitario de Teatro, y guión en el Centro de Capacitación Cinematográfica, de donde es maestra y subdirectora académica. También ha impartido clases en el Centro de Formación Actoral (Cefal). Ha escrito Azul celeste, Lola, Danzón, Jardín del Edén, dirigidas por su hermana; Tu casa, de Ximena Cuevas, y Viaje redondo, con Marina Stavenhagen, dirigida por Gerardo Tort. Esta última película aún no se estrena.

Es autora de tres libros de poesía: Un tren de luz, Caja de resonancia y Desde una banca del parque; la novela Cecilia todavía, y el libro de teoría Reescribir el guión cinematográfico. Además, hizo el cuento para niños Hombre al cielo.

Ha recibido varios premios, como el Ariel al mejor guión por Lola.

También ha elaborado obras de teatro, como Querida Lulú, dirigida por Ludwik Margules, y Extras, en puesta de Enrique Rentería.

 

Reconocida tallerista

La entrevista sucede en el marco del Tercer Festival de Cine en Zacatecas, realizado del 10 al 13 de diciembre, donde ofreció un taller de guión avanzado para largometraje.

La invitó Cine Fusión, de la Universidad de Guadalajara, que desarrolla pequeños talleres en los lugares donde se reúnen proyectos de diferentes regiones de la zona de occidente, incluyendo Zacatecas, todo lo que es el Bajío, y en las ciudades de Acapulco y Mérida:

“Me parece muy importante lo que efectúa Cine Fusión porque es una manera de descentralizar. Ir a provincia y buscar a la gente con talento e historias, pero que carece de los medios y la información para crecer.

“También Cine Fusión me invitó a otro taller para primer guión, en Puerto Vallarta, donde se intenta alentar a los partícipes a que el tema sea su región, su ciudad. Así los empujas a darse cuenta del valor de la tierra, del valor de su lugar, y a no copiar cintas que han visto, sino buscar en su propio origen historias interesantes. Creo que está dando muy buenos resultados.”

–Una de las críticas al cine mexicano es que no hay creatividad ni calidad ni novedad en las historias, ¿es verdad?

–Para mí, hay muchísima creatividad. El país es de una diversidad cultural increíble, y en cuanto le rascas a la gente sensible y creativa, está llena de historias que contar. En principio no confían en que su relato sea interesante para nosotros. Creo que parte de nuestro espectro como país es un poco la autonegación. Entonces, si se les alienta al decir que eso es interesante, empiezan a voltear a su propio origen y allí es donde está la creatividad, en la vida y en la capacidad de elegir de la vida lo que es interesante, lo que no se ha visto, lo que da una mirada nueva sobre las cosas.

Asegura entusiasta que sí hay “muy buenos guionistas”:

“Conozco a jóvenes brillantísimos, pero sus guiones no llegan a la pantalla. Volvemos a la situación de la complejidad del cine, porque los directores en su mayoría quieren ellos mismos escribir los guiones, y a veces no están tan bien armados. Tienen como reticencia a buscar guiones, o no saben dónde hallarlos, no hay mecanismos. Yo he leído grandes guiones de mis alumnos, que realmente superan con mucho mis expectativas.”

–¿Qué se escribe más?

–Hay como una mirada permanente en los guiones de cine de México. Casi todos van a dar con una sensación de derrota. Eso lo resiente mucho el público mexicano. Se quejan de que las películas siempre acaban teniendo como una sensación de derrota en la vida. Quizás, eso tiene mucho que ver con nuestra cultura y se manifiesta en el cine.

“Son inercias en el tono. Es muy fuerte la sensación de denuncia y derrota. Tiene que ver con el origen del nuevo cine mexicano, desde los años setenta, el cine que denuncia la injusticia social, en fin.”

Critica que existan pocas comedias eficaces en el país:

“Sí las hay, pero no son muy buenas. El género de miedo y el policiaco sí dependen mucho del presupuesto. La comedia no, depende del ingenio del escritor y del director.”

–¿A qué se debe que haya poca comedia eficaz?, ¿será que Hollywood nos ha impuesto su tipo de comedia?

–Creo que hubo un momento de transición del humor, lo que era tradicionalmente nuestro sentido del humor y nuestro sentido de lo serio estaba muy marcado por la carpa, el melodrama, y de alguna manera estamos evolucionando como sociedad y muy inyectados con la cultura estadunidense.

 

El guión, muy colectivo

–Ha escrito poesía, novela y teatro, ¿cómo es que Beatriz Novaro se dedica a la escritura del cine?

–En mi caso, la poesía es muy esporádica y tiene que ver con eventos de mi vida. Mis tres libros han estado muy relacionados con sucesos muy fuertes en mi vida: el nacimiento de mis hijos y la muerte de mis padres. Ante los sucesos para mí tremendos, sale un libro casi en automático y quién sabe de dónde. Digamos que no soy poeta de la vida cotidiana.

“En cambio, el guión es un trabajo muy lúdico, muy colectivo, y me desenvuelvo muy bien porque tengo un espíritu gregario intelectual, y allí socializo. Me gusta socializar en los talleres, en las clases. No soy sociable por naturaleza, sólo en función de trabajo intelectual, creativo. Digamos que el cine es mi lado colectivo... y la poesía, mi lado solitario.”

En 1987 empezó a escribir guiones y cree que “el cine es parte de la vida”.

–¿Qué la impulsa o motiva a realizar un guión?

–Los que se han filmado –los cuales son realmente los importantes– han sido por una provocación. Es decir, no ha nacido por mí el impulso originario, sino que me dicen: ¿Por qué no hacemos una historia de tal tópico? Es como si necesitara de alguien que me dé la provocación para escribir un guión. Así han sido todos. No he escrito un solo guión por iniciativa propia.

–La consultan para muchos guiones, ¿cuál es su sentir de que se le busque para asesorar?

–Soy más bien una espectadora, me gusta ver muchos tipos de cine. Me puede consultar alguien para un filme de miedo, un comercial o radical, de imagen o personajes. Me emociono como si fuera el tipo de cine que me gusta más. Si yo hiciera cine de todo a todo, como directora, etcétera, seguramente sería apasionada de un tipo de cine y me chocaría que los demás hicieran de otros.

“Me buscan porque la gente siente que no deseo sacarla de su tendencia para decirle ‘no, no, mejor no hagas de este tipo, has de este otro’.”

 

El sube, sube

–El cine mexicano pasa siempre por altas y bajas, ¿por qué?

–Ha habido sube y bajas, pero ahora estamos en el sube, sube, porque en mi vida nunca había visto un florecimiento tan grande del cine nacional. Nunca antes había visto tantas películas mexicanas buenas, ¡nunca! Hay sobre todo jóvenes muy brillantes…

Hace un llamado:

“Hay que producir cine, aunque el público masivo no vaya, pero hay que producir cultura, regalarla y distribuirla en todo el país. Además de alentar la educación.”

–El gobierno difícilmente apoya al cine, pero no regula a los distribuidores y a los exhibidores.

–El gremio cinematográfico es tan unido y combativo que responde inmediatamente y da logros de inmediato. Yo no sé dónde están los bailarines o los poetas o los pintores. Nuestra defensa es la organización, y la verdad es que sí ha funcionado.

–¿Hacia dónde va el cine mexicano?

–No creo que deba ir a algún lado. Debe expresarse en toda su diversidad, eso para mí es una insistencia desde hace 10 años. Yo creo en el cine comercial, de ruptura, de complacencia y de rebelión. Creo en la libre expresión por encima de todo, entonces me parece muy bien que haya diferentes voces expresándose. Pero si me preguntan, ¿dónde están los verdaderos artistas?, contesto que en el cine más radical, en el cine de ruptura, donde el director es un autor más completo y donde no se espera un gran presupuesto, sino una gran libertad creativa. Ahí creo que es donde están los verdaderos artistas.

“¿Hacia dónde está yendo el cine? En todas las direcciones. Yo no censuraría ni reprimiría ninguna, me parece que es contra natura ser artista, creer en la libre expresión y querer censurar algunos o a otros directores o creadores cinematográficos; para mí es contra toda lógica. Creo en la diversidad y en la libertad de expresión. Opino que los verdaderos artistas se notan a leguas por su vocación de radicalidad y de ir a contracorriente, de romper los esquemas, de sorprender. Esos son las artistas de punta. El cine aborda un espacio enorme, también es entretenimiento, negocio, industria, y afortunadamente también es arte.”

Sonriente, luego de un sorbo a su café capuccino, sólo asienta:

“Además, hay en el país muy buenos guionistas.”

 

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