Rock con sabor a Cabo

martes, 19 de enero de 2010 · 01:00
CABO SAN LUCAS, B.C.S. 19 de enero (Proceso).- Una experiencia singularísima en el país se cumplió al concluir 2009 con la realización del festival Sabor a Cabo en Baja California Sur, cuando diversas organizaciones conjuntaron música, gastronomía, turismo y cuidado del medio ambiente, no obstante las condiciones adversas del gobierno calderonista. La plataforma acuática que sirvió de escenario para el concierto del grupo rockero argentino Los Enanitos Verdes en beneficio de la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos, es muestra de que el paraíso natural de esta península puede ser conservado gracias a una sociedad organizada sin espíritu de lucro. Este lunes les será entregado el monto de 800 mil pesos. Bajo un majestuoso plenilunio frente a la arena de playa El Médano, el concierto espectacular para despedir el año viejo sobre el Mar de Cortés con la banda argentina de rock Los Enanitos Verdes ambientó Sabor a Cabo, el festival gastronómico más importante de la península sudcaliforniana. Tras interpretar Estación del Metro Balderas, La muralla verde, Lamento boliviano y otros éxitos de su reciente álbum Pescado original, la voz fundadora de la agrupación musical nacida en Argentina en 1979, Marciano Cantero (Mendoza, 1960) expresó ante cerca de 3 mil asistentes: “Hoy festejamos Los Enanitos Verdes 30 años de trayectoria y a lo largo de tanto tiempo juntos creímos haber hecho todo tipo de tocadas, pero nos faltaba dar un concierto en el mar, y esta noche pudimos cumplir nuestro sueño de hacerlo gracias a todos ustedes.” En efecto, durante dos horas Los Enanitos Verdes tocaron a 20 metros de la orilla del Médano, actuando encima de una plataforma flotante construida ex profeso como escenario. Primera vez que un montaje de esta naturaleza se construye para un concierto de rock en litorales de nuestro país. Señala el biólogo marino Carlos Narro, investigador que durante años ha luchado por la preservación ecológica en costas de esta entidad: “Mi responsabilidad en Sabor a Cabo consistió en coordinar el montaje de la plataforma escénica donde subieron Los Enanitos Verdes. Tuvimos 121 metros cuadrados de plataforma en cuanto a superficie del escenario, pesó 11 toneladas para nueve del equipo de luces, instrumentos y personal. “La plataforma fue suministrada por el gobierno del estado, los trabajos que hicimos para adecuarla para el escenario flotante sumaron alrededor de 60 mil pesos, y básicamente se dieron para mano de obra, mucho del material fue donado pues el espíritu de Sabor a Cabo posee una finalidad altruista. Más de mil personas pagaron boleto y contamos con mil 500 invitados de comensales.” Según cifras de Narro, 500 personas laboraron en la realización de la fiesta culinaria “divididas en espacios, como organización del elemento plataforma, coordinación de personal para apoyo y logística de movimiento de equipos de servicio, mesas y manteles, con la participación de 25 restaurantes. “Cada uno envió a sus puestos de comida o a los estands de vinos y bebidas seis personas para atender la degustación gratuita, y los recursos económicos generados se destinarán al honorable Cuerpo de Bomberos y la benemérita Cruz Roja de Los Cabos. En Sabor a Cabo no hay ganancias para nadie en particular.” Este lunes 18 de enero se hará entrega del cheque con el monto recaudado en el Squid Roe Night Club Dance Hall, aseguró Luis Alvarado, socio de este concurrido restaurante-bar y tesorero local de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), principal organizadora del Festival Sabor a Cabo: “Este último evento gastronómico tan esperado por la comunidad cabeña me ha representado, primero que nada, una gran satisfacción personal pues después de tres años que como presidente de Canirac nos tocó en Los Cabos tomar la estafeta para impulsar actividades culturales y turísticas de finalidad social, hoy superamos  expectativas, aportando con colegas del ramo la materia prima para confluir en causas humanitarias.” –¿A cuánto asciende el monto recaudado por Sabor a Cabo? –Ha habido aportaciones loables de distinguidos empresarios y prestadores de servicios como Cabo Wabo, Casa Dorada o Mango Deck, quienes recibieron a los Enanitos Verdes; más fuertes donativos del gobierno estatal a cargo de Narciso Agúndez Montaño y del presidente municipal Óscar René Núñez Cosío y la directora de turismo Miroslava Bautista. Hablaríamos de una cifra cercana al millón de pesos. “Vendimos más de mil boletos la mera noche de Luna llena en Sabor a Cabo, hasta el momento llevamos contabilizados 800 mil pesos y la meta de 2010 será ir más allá del millón en apoyos monetarios a los Patronatos de la Cruz Roja y del Cuerpo de Bomberos.” Sin embargo, Alvarado reconoce que a nivel de espectacularidad visual el reto será difícil de superar debido al impacto que logró la plataforma flotante como escenario. “Fue una idea genial conjunta que cristalizaron dos prestigiosos promotores del rock en Baja California Sur: Jorge Viaña, mano derecha del guitarrista Sammy Hagar, guitarrista del conjunto Van Halen, propietario del antro Cabo Wabo Cantina, y Alfonso Vázquez Olivas (Poncho Varitas), dueño del Las Varitas Rock & Bar y también presidente de Canirac Los Cabos. Hasta los mismos Enanitos Verdes mencionaron que habían hecho de todo menos tocar en un foro acuático de esas características, y no dudo que sea cierto, pues Marciano y el guitarrista Felipe Staiti (Mendoza, 1961) cumplieron aquí tres décadas con su banda y están grabando su disco número 15.” Protegidos del rocker argentino Charly García, Los Enanitos Verdes presentaron su último álbum Pescado original en Bogotá, Colombia, con Miguel Mateos, y desde entonces no han cesado en giras de largo peregrinaje mundial. Daniel Piccolo dejó la banda en 2009 y lo reemplazó Juan Jota Morelli (Venado Tuerto, 1985), antiguo baterista de La Torre y acompañante del notable músico bonaerense Luis Alberto El flaco Spinetta (nacido en 1950, compositor de Muchacha ojos de papel para el disco debut de Almendra, en 1969).   Finisterre en plenilunio   Al inicio de su discurso de bienvenida, Poncho Varitas expresó de forma singular: “Nada como una buena cena, una copa de vino y compartir con los amigos momentos bajo la Luna llena... Es para mí un verdadero honor como presidente de Canirac representar a una cámara de colegas, pero sobre todo representa aún mucho más para mí el convivir y trabajar con verdaderos amigos, por ello agradezco su compromiso al que se han entregado sin límites y el empeño puesto en este sueño. “Quiero contarles algo: Cuando recién tomé protesta nos reunimos mi amigo Jorge Viaña y yo justamente aquí en este hotel Casa Dorada de playa El Médano, frente donde nos hallamos convidados, y le dije: “–Oye, Jorge, ¿por qué no hacemos el evento Sabor a Cabo aquí, junto al mar? A lo cual me respondió entusiasmado: “–Bueno, pero... ¿y por qué no echarlo al mar? “Nos habíamos tomado unos excelentes tequilas y todo era posible, así surgió este proyecto y fue como Sabor a Cabo edición 2009 cumple su cometido, llevar al extremo un proyecto en el que la gastronomía y la música encienden los sentidos de nuestra sociedad, con Los Enanitos Verdes, 30 años de mover masas y de significar un icono para nuestra juventud que llega el día de hoy a Cabo San Lucas dando ese sabor especial a cada uno de nosotros. “En este contexto, yo pregunto: Y a ti, ¿a qué te sabe Cabo? Gracias por venir y al pagar su boleto, ayudas a quien nos ayuda.” Cuestionado por Proceso sobre cómo se ligará Sabor a Cabo al entorno natural, el biólogo marino Carlos Narro explicó que “buscaremos aprovechar la riqueza natural y la presencia de esta bahía maravillosa, para que la gente se dé cuenta que podemos usar sin sacrificar. “En términos ambientales micros, a futuro esperamos restituir la economía y que la comunidad asentada aquí tenga un ingreso, para en segundo lugar disminuir el índice de crecimiento en la zona. Hay que dejar de consumir en grandes cantidades materiales de empaque que con 1 millón y medio de turistas al año son 90% de nuestra basura. Los Cabos forman parte de un paraíso nacional, uno de los últimos que restan de las 156 áreas protegidas en México.”   Turismo, ¿salvavidas nacional?   Durante su estadía en Baja California Sur, Los Enanitos Verdes ofrecieron un primer concierto en Las Varitas Rock & Bar de La Paz. Posteriormente, en Cabo San Lucas disfrutaron de platillos preparados para seducir el paladar tanto del turista norteamericano como nacional en el restaurante Mango Deck, ubicado en El Médano, siendo atendidos personalmente por el técnico en hotelería Ricardo Araoz Gamiño, uno de los cinco socios del Mango Deck, quien llegó “a este paraíso” hace 37 años desde su natal Ciudad de México. “Los Cabos sigue siendo formidable, pero yo lo que veo es que le hemos quitado lo de paraíso. Recuerdo que cuando apenas vine para trabajar en uno de los pocos hoteles grandes que había, el Camino Real, de 36 cuartos, y a la Empacadora Marítima Calmex, anteriormente no había teléfono, radio, televisión ni internet; pero la gente recibía con gusto a quienes no éramos de aquí, como si fueras de su propia familia. “Ahora miles de personas que han ido llegando no respetan el entorno ni las tradiciones de la región, y si no cuidamos lo que nos resta de paraíso nacional, pronto ocurrirá lo que padecieron otras bahías magníficas como Acapulco, hoy prácticamente destruida. Por ejemplo, aquí existe una costumbre local en la manera de manejar tu coche en las calles, y es que al llegar a una esquina, si no hay semáforo, te paras y dejas pasar al vehículo que venga a contracorriente. “Es lo que llamamos los cuatro altos, nosotros lo respetamos, aunque no esté  marcada una señal de alto, nosotros nos frenamos, estamos acostumbrados a saludarnos porque nos encontramos como en familia, todos nos conocemos, y quien venga de San Diego o grandes ciudades, simplemente no se paran. Digamos que es el precio del progreso; sin embargo, veo con tristeza que nuestro paraíso se va convirtiendo en una cárcel y ya no podemos dejar nuestros automóviles ni las puertas del hogar abiertas, y cada día es más frecuente que en las ventanas y las casas pongan cercas o herrería.” Araoz llegó a presidir aquí la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), y cuando se abrió la oportunidad de operar esta zona federal marítima y terrestre en concesión conoció a los demás socios en Mango Deck: Gabriel Valladares, Jesús Corral y Luis Alvarado. Valladares recuerda: “Abrimos este restaurante grill y Mango Cantina porque no había ningún lugar en Los Cabos que tratara al extranjero y al mexicano por igual, con buenos precios y excelente servicio, comida nacional e internacional con un bufet de acuerdo a tu bolsillo. Nuestro concepto de integrar turismo local y gringo resultó exitoso.” De ahí que ellos participen en festivales gastronómicos gratuitos como Sabor a Cabo y propongan obras sociales y de alcance ecológico para beneficio comunitario. Y si la crisis económica mundial afectó al turismo, pues cuida más su dinero por la incertidumbre financiera, “lo que más nos afectó fue el manejo que se le dio a la influenza, aquí no hubo un solo caso de influenza, pero ahuyentaron todo el turismo”. Cuestionan: “Cuando nuestro líder político dijo que el petróleo ya no está dando dinero, debe voltear a paraísos como Los Cabos porque el turismo sí nos está dando, entonces tienen que empujar con mucho más dinamismo a los empresarios, no tenemos ni un solo apoyo como iniciativa privada. La reforma fiscal, ¿qué es? Vamos a pagar más impuestos, Hacienda y Seguro Social nos fiscalizan más, pues somos los mismos, un negocio redondo entre gobierno y los bancos, que hacen que todo lo pagues por transferencias electrónicas y los bancos suben las comisiones por transferencias electrónicas, la economía ha sido muy difícil. “Nos tocó ver este año cómo muchas empresas cerraron, muy buenos restaurantes cerraron porque no tuvieron ningún apoyo, esos apoyos que se dio a las ‘pymes’ nunca llegó. ¿Qué hicieron los bancos? Se reestructuraron sus adeudos. Los millones de pesos que tanto anunció el presidente Calderón y cuando se nos aprobaron los créditos, ¿qué pasó? Nunca llegó el dinero, se los quedaron los mismos bancos, y eso da mucho coraje.” Finalmente, mirando al “arco” de Playa del Amor al final de la península, critican: “Tienes un gobierno al que nunca le fallas pagando tus impuestos y no recibimos nada a cambio. Es imposible trabajar así. Desgraciadamente nuestro gobierno no nos ayuda en nada.”   Este reportaje se publicó en la edición 1733 de la revista Proceso, empezó a circular el sábado 16 de enero.

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