GUANAJUATO, Gto., 25 de octubre (apro).- Las compañías Dairakudakan --danza del Japón-- y la francesa Transe Express para teatro de calle cumplieron con creces ante sus respectivos públicos, en una prueba de que en el Festival Internacional Cervantino (FIC) igual caben los sueños que las pesadillas de la humanidad.

Ambas compañías presentaron, respectivamente, el expresivo dramatismo de la posguerra con la danza butoh, y el despliegue de una enorme “araña metálica” tripulada por acróbatas y músicos que giró sobre las cabezas de cientos de asistentes al Cervantino este fin de semana.

La compañía Dairakudakan, fundada en los setenta por Akaji Maro –director, coreógrafo y artista principal del espectáculo invitado a esta 38 edición del FIC-- ofreció dos funciones el fin de semana en el Teatro Cervantes, con un espectáculo llamado Secrets of mankind (Secretos de la humanidad), conformado por diez escenas consecutivas a cargo del mismo cuerpo de bailarines-actores del butoh, la danza surgida de los horrores del Japón bombardeado por Estados Unidos.

En un escenario en negro y rojo, los cuerpos pintados de blanco siguen entonces la línea de aquella pesadilla del Holocausto nuclear, sus rostros se desfiguran y se suceden las imágenes alucinantes de ánimas en pena; mujeres que ruedan abrazando enormes ollas de barro o de hombres con máscaras de unicornio entre luces y sombras, mientras la música igual contribuye a marcar el efecto dramático de los momentos de mínimo movimiento y las intensas miradas características de esta danza.

 De esta compañía japonesa que desde 1982 salió al mundo y ha montado unas 50 obras basadas en el butoh, han surgido bailarines que posteriormente fundaron sus propios grupos. Uno de éstos, Sankai Juku, ha participado anteriormente en alguna edición del FIC.

Mientras que en la plaza de Las Ranas, la compañía francesa Transe Express abrió la programación dedicada a este escenario abierto que el Cervantino ha dedicado a espectáculos de grandes dimensiones y teatro callejero, con tres funciones de Maudits sonnants (Malditos campaneros), a cargo del director y creador Gilles Rodhe y el compositor Didier Capeille.

A los cientos de espectadores reunidos en esta plaza de inmediato llama la atención la estructura metálica con forma de araña que pende de una grúa, pieza fundamental de lo que los franceses han definido como “arte celestial”.

 Un grupo de artistas (clowns, acróbatas y músicos) con barroca vestimenta interactúa con el público en la primera parte del espectáculo, y posteriormente revela la verdadera dimensión colosal de la noche, al abordar paulatinamente la araña metálica –conocida como “carillón celestial”--, de la que penden una serie de instrumentos musicales a los cuales estos personajes se engarzan antes de que el cable de acero los lleve a las alturas.

Entonces la araña gira, despliega sus patas como un enorme móvil musical, similar al que pende de las cunas de los recién nacidos, gigantesco y onírico, al que una mano también colosal le dio cuerda durante tres noches seguidas en este Cervantino.

La programación del FIC continúa en su tercera semana con los países y estados invitados: el ballet folclórico Rarajípame de Chihuahua y una huapangueada y topada con músicos queretanos en la explanada de la Alhóndiga este lunes y el miércoles 27, así como el espectáculo multidisciplinario entre el compositor Ignacio Baca, el Ensamble Luum y el grupo de danza Las Pléyades (de Guanajuato y Querétaro), basado en el sufrimiento emocional ante un país que sufre por la violencia, la migración y la pobreza, que se presentará en una sola función el martes 26 en el Teatro Principal.

La compañía lituana Meno Fortas regresa a los escenarios de Guanajuato con el montaje de Fausto como uno de los platos fuertes del festival en los últimos años; Canadá reaparece por igual con la compañía “Les 7 doigs de la main” que preparó dos espectáculos diferentes para la plaza de San Fernando y el Auditorio del estado, y este martes, en la programación literaria, la casa de Chihuahua presentará una antología del extinto dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda.