A Luis Villoro el premio "Alfonso Reyes"; el retorno del PRI a Los Pinos "una catástrofe", dice

jueves, 7 de octubre de 2010 · 01:00

MÉXICO, DF, 7 de octubre (apro).- La posibilidad de que el PRI regrese a Los Pinos en 2012 tendría consecuencias catastróficas para el país, advirtió el filósofo e historiador Luis Villoro en el marco de la primera entrega del premio Alfonso Reyes, con el que fue condecorado por El Colegio de México (Colmex).
“El regreso del PRI a (la Presidencia de) es la catástrofe más grande que puede haber. Necesitamos un cambio radical y el PRI no lo puede hacer”, comentó Villoro a Apro.
De acuerdo con el investigador, la transformación que necesita el país debe producirse desde las ideas, con un movimiento pacífico de izquierda.
El “golpe” que sufrió la democracia mexicana en 2006, consideró Villoro, es “parte” de los motivos que han conducido a la “compleja” actualidad que “sufre” el país.
“El 2006 claro que tiene que ver, desgraciadamente. Pero eso no puede llevar a una nueva revolución. Ya de revoluciones estamos hartos. Se necesita una organización desde abajo y a la izquierda. La organización es lo único que puede salvar el futuro de este país”, declaró luego de recibir el premio Alfonso Reyes 2010.
Como parte de las celebraciones por los 70 años de la fundación del Colmex, Villoro dio la conferencia magisterial Dos formas de democracia: liberal y comunitaria.
“Otra visión del mundo es posible”, sostuvo y agregó que ahora empieza a abrirse una nueva posibilidad, “opuesta totalmente al liberalismo” que hoy rige el mundo, no como una utopía, sino como “un lugar pequeño existente” en algunas regiones de Oaxaca, Chiapas y Michoacán, entre otras de la América indígena. “Ellas han contribuido a la verdadera utopía”, comentó.
Y es que existen dos tipos de democracia, afirmó. “No sólo hay una democracia liberal como la que tenemos ahora. Está la que existe en la mayoría de los pueblos indígenas, que podemos llamarla ‘democracia comunitaria o republicana’, aunque no existe en la mayoría de los países occidentales”.
Los indígenas, abundó Villoro, enseñan que todo vive, “todo tiene corazón”.
Luego sostuvo que “estamos obligados a políticas diferentes”. La concepción de la democracia liberal, “a la que estamos acostumbrados”, no es la única. Hay otra especie, “que muchos consideramos superior”: la democracia comunitaria o republicana.
“La oposición entre estas dos posturas no tiene consecuencias teóricas sino que puede repercutir en programas políticos. El liberalismo, en filosofía y en política, es una expresión del individualismo moderno. El comunitarismo, en cambio, expresa el proyecto futuro de una posible comunidad renovada”.
La democracia liberal, “una expresión del capitalismo moderno”, opinó, ha causado los males que padece actualmente la humanidad.
Villoro denunció que “la globalización capitalista ha conducido a Occidente a una explotación de los trabajadores, a amenazas sobre el medio ambiente y a injusticias en una sociedad mal estructurada”.
Según el historiador, sería ingenuo pensar que bastaría apelar a los derechos humanos universales ante los males del capitalismo.
Esas garantías, continuó, apelan a la voluntad, pero ignoran las causas reales, económicas y sociales “que posibilitan la realización de esos derechos en todas las sociedades”.
La salida, apuntó Villoro, sería caminar hacia un opuesto, “en un orden diferente al capitalismo mundial. Porque la hegemonía de la cultura occidental se ha acompañado de efectos nada deseables, como la depredación de la naturaleza por la tecnología; la primacía de una razón instrumental frente a la ciencia teórica; y, en el orden social y político, ha conducido al individualismo egoísta contra la primacía de un bien común”.
Villoro habló de sustituir el “yo” como sujeto central por el “nosotros” comunitario. “Porque el todo es más que la suma de las partes”, recitó el filósofo.
Al término de su conferencia, visiblemente emocionado, Villoro se dijo agradecido. “Muchas gracias a Alfonso Reyes por la memoria que tenemos de él”, concluyó.

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