Benicio del Toro y su homenaje a "El hombre lobo"
MÉXICO, DF, 2 de febrero (apro).- El actor Benicio del Toro, como admirador desde pequeño del género de terror, hace un homenaje a una criatura legendaria: el hombre lobo. Así que inspirado en la clásica cinta de Universal Pictures, dirigida por George Waggner en 1941, produce y protagoniza El hombre lobo. La leyenda ha cobrado vida.
Este nuevo largometraje, producido de nuevo por Universal, se estrena el próximo 12 de este mes en todos los cines.
Del Toro ha declarado que cuando era niño vio todos los filmes de Drácula, Frankenstein, la momia, el hombre invisible y el licántropo:
“Recuerdo haber visto a Lon Chaney Jr. interpretar a El Hombre Lobo, de Waggner. Quisimos rendir reconocimiento a esta gran película y a la realización de Henry Hull, El Hombre Lobo de Londres.”
Pero Del Toro no quería rehacer un filme escena por escena sino realizar una versión moderna para el público actual:
“La historia que los guionistas Andrew Kevin Walker y David Self crearon le dio a la cinta algunos cambios sorprendentes y giros inusitados, pero también un perfil moderno manteniéndose al mismo tiempo fiel a la historia original.”
Del Toro y su agente y productor Rick Yorn contactaron al también productor Scott Stuber, quien estuvo de acuerdo en que era el momento indicado para actualizar este relato clásico.
Stuber dice por correo electrónico a Apro:
“El Hombre Lobo es un icono porque en cierta forma es parte de todos nosotros. Todas las personas sentimos ira. Cada uno de nosotros hemos pasado por situaciones en que hemos ido demasiado lejos, hemos perdido el control, hemos hecho algo que no debimos haber hecho. Hay algo primitivo que existe dentro de todos nosotros y tenemos que controlarlo o estamos perdidos.”
Los hombres lobo han sido muy representados en novelas, relatos cortos y películas. Se dice que la primera cinta que apareció del Hombre Lobo fue en Werewolf on London (1935), de Stuart Walter, con lo que se estableció el canon de que el hombre lobo siempre mata a lo que él más ama. Luego surgió el filme de Universal.
El monstruo de 1941
Desde los mitos ancestrales de los griegos, las historias de horror sobre los hombres lobos han dominado las culturas del mundo durante siglos. Mucha gente cree en su existencia. Es una persona que se transforma en lobo a causa de una maldición durante la luna llena. Primero llenó las historias de ficción. Pero ha sido únicamente durante las últimas siete décadas que el monstruo ha aparecido en la pantalla grande.
En 1935, Universal estrenó El Hombre Lobo de Londres, dirigida por Walker, pero fue el filme clásico de 1941, El Hombre Lobo, que estableció firmemente el mito cinematográfico moderno. La cinta creó un personaje icónico imperecedero en la figura trágica de un descarriado noble llamado Lawrence Talbot, interpretado por Lon Chaney, Jr., hijo del famoso actor del cine silente Lon Chaney, protagonista de El Fantasma de la Ópera y El Jorobado de Notre Dame.
Waggner se basó en un libreto original de Curt Siodmak. El personaje de Talbot volvió a aparecer en varias películas del estudio, incluyendo Frankenstein y el Hombre Lobo, La Casa de Frankenstein, La Casa de Drácula y Abbott & Costello Contra Frankenstein.
A pesar que la cinta original, con su frase publicitaria “¡Su espantoso aullido es un lamento mortal!” se convirtió en un clásico instantáneo, con sólo 70 minutos de duración, fue bastante corto. Solidificó la fama del astro Lon Chaney, Jr. y contó con actuaciones especiales de otros ‘monstruos’ de Universal, incluyendo a Claude Rains de El Hombre Invisible, como Sir John Talbot, y Bela Lugosi de Drácula como el gitano que descubre la maldición que aflige a Lawrence.
Del Toro escogió para dirigir la nueva cinta a Joe Johnston, a quien le interesó más la trama que el espectáculo. En el libreto de Walker y Self encontró “detrás de la acción, la sangre y el terror, una historia de amor entre Lawrence Talbot y Gwen”. Ha explicado:
“Quise que esa relación fuera el elemento que uniera el relato, la pieza clave que permitiera a los espectadores comprender esta cosa horrible que aqueja a Lawrence.”
Al director también lo emocionaron los retos visuales que traía consigo convertir el libreto en un largometraje de acción y horror:
“Hemos hecho transformaciones en El Hombre Lobo que únicamente se pueden lograr con la ayuda de la animación generada por computadora. Contamos con un elemento estupendo para comenzar la transformación, que es Benicio del Toro, y tenemos un punto final para terminar, que es el maquillaje creado por Rick Baker. Pero para llegar al resultado final incursionamos en múltiples direcciones.”
Los realizadores sabían que para poder presentar las secuencias espectaculares, necesitaban encontrar el equilibrio adecuado entre los efectos prácticos y los efectos especiales. Ése sería uno de los muchos retos durante el rodaje y la edición fílmica de la película. Pero antes, había que seleccionar a los actores que ayudarían a Del Toro a llevar a la pantalla la vida de este engendro.
Una de las diferencias fundamentales entre las versiones de 1941 y 2010 del filme es la era en que están ambientadas. La original se desarrolla en el Gales del año en que se filmó, mientras que esta película es filmada en la Inglaterra victoriana en el año 1890. Los productores explican:
“El período de la cinta se escogió por muchas razones. Principalmente por el hecho que un Londres tétrico y lleno de niebla, alumbrado por lámparas de gas y un poblado oscuro y silencioso, crean una atmósfera espeluznante análoga a un filme clásico de horror.”
También se perfecciona el aullido de la bestia:
“Fue otro de los obstáculos de la producción. Después de intentar infructuosamente desde imitadores de animales al llanto de niños y sonidos artificiales, siguiendo la recomendación del diseñador del sonido del filme Howell Gibbens, les hicimos pruebas a varios cantantes de ópera en Los Ángeles y escogieron a un barítono con voz grave cuya voz resultó perfecta para el aullido de El Hombre Lobo.”
Además, la mayoría del vestuario del reparto principal se cosió a mano y, debido a la transformación y las escenas de acción, se hicieron hasta 20 copias de cada atuendo.
Para las escenas con numerosos extras se obtuvo ropa en tiendas de vestuario teatral en Francia, Italia e Inglaterra.