Protagoniza Gere historia de perro héroe

lunes, 29 de marzo de 2010 · 01:00

MÉXICO, D. F., 29 de marzo (apro).- El afamado actor estadounidense, Richard Gere, protagoniza el largometraje Siempre a tu lado, Hatchiko, dirigido por Lasse Hallstrom cuya historia trata de un singular perro de raza akita que vivió en la década de los 30 en Tokio, Japón, y que, gracias a la  lealtad que le demostró a su dueño, se ganó el corazón de los japoneses al grado de que éstos construyeron varias estatuas en su honor.

         La historia del perro llamado Hatchiko ya fue llevada antes a la pantalla grande y se tituló Hachiko Monogatari (1987). Además, ha sido tema de dos libros infantiles: Hachiko: The true story of a loyal dog, de Pamela S. Turner, y Hachiko waits, de Lesléa Newman. Ahora la productora estadounidense Vicki Shigekuni Wong, quien mientras se hallaba de visita en Japón por los años 80, se apasionó por la historia del perro que después bautizó su propio perro como Hachiko.

Tras la muerte de su animalito, Wong ideó llevar el relato japonés de Hachiko al cine, y la película ahora es una realidad, la cual se estrenará en México el 9 de abril.

         En la cinta, un profesor de universidad (Gere) adopta a un perro vagabundo en una estación del tren. El maestro descubre que el perro iba a los andenes a diario durante semanas para esperar el regreso de su antiguo amo, pero éste había muerto en un accidente en la ciudad.

Hachiko le cambia la vida a su nuevo amo cuando descubre los lazos que se pueden crear entre un animal y una persona.

         La productora Wong convenció a su amigo, el veterano productor, Paul Mason, para que se uniera con ella en la aventura de realizar un largometraje en torno a la historia de Hachiko. Dieron con el guionista Stephen Lindsey para que rescribiera la historia y, por último, se incorporó Inferno Distribution y Bill Johnson para financiar, producir y ayudar a que el sueño de Wong se convirtiera en una realidad.

         Wong comenta que, en el primer encuentro que hubo para tratar de elegir a quiénes integrarían el reparto, y, particularmente, quién encarnaría al devoto amo de Hachiko, Parker, "el primer nombre en mente de todos fue Richard Gere, además, éste no sólo llegó a protagonizar el film, sino que ¡también quiso coproducirlo! No podíamos estar más encantados, si hay alguien en el mundo que ejemplifica la integridad y la compasión, éste es Richard".

         Inferno Distribution decidió financiar y producir la historia de Hachiko porque se interesa en la realización de filmes que despierten conciencias, y vio el atractivo universal de la historia de un hombre y su perro fiel. El productor Bill Johnson  ha comentado:

"Cuando leí el guión, comprendí inmediatamente el poder del mensaje que podría proyectar sobre una gran cantidad de personas acerca de la lealtad, el compromiso y el amor incondicional".

 

La historia real

En 1924, Hachikō fue llevado a Tokio por su dueño, Hidesamurō Ueno, un profesor del departamento de agricultura en la Universidad de Tokio. A lo largo de su vida con el amo, Hachikō le despedía desde la puerta de casa y le recibía al final de la jornada en la estación de tren Shibuya, próxima al hogar de Parker. Ambos siguieron con esta rutina diaria hasta mayo de 1925, cuando, una tarde Ueno no regresó en el tren habitual. Aquel día, el profesor había sufrido una apoplejía en la universidad y fallecio, y jamás regresó a la estación de tren, donde el perro estaba esperándole.

Tras la muerte de su amo, Hachiko fue regalado, sin embargo, se escapaba sistemáticamente para presentarse una vez y otra en su antiguo hogar. Pasado un tiempo, Hachiko aparentemente dio muestras de comprender que el profesor Ueno ya no vivía en la casa. De tal modo que comenzó a buscarle en la estación de tren, a donde le había acompañado en tantas ocasiones. Cada día, Hachiko estuvo esperando el regreso de Ueno.

La permanente imagen de Hachiko en la estación de tren atrajo la atención de los pasajeros. Muchas de las personas que frecuentaban la estación de tren Shibuya habían visto juntos cada día a Hachi y al profesor Ueno. Dándose cuenta de que Hachiko permanecía en vigilia por su difunto amo, se conmovieron. En su espera, Hachiko recibía obsequios diversos y comida para nutrirlo durante su espera.

Así estuvo durante 10 años, en los que Hachiko sólo aparecía al atardecer, precisamente cuando el tren estaba previsto llegara a la estación.

Un día, uno de los antiguos alumnos de Ueno que se había convertido en un experto en Akitas vio al perro en la estación, y le siguió a la casa, donde se enteró de la historia acerca de la vida de Hachiko. Poco tiempo después de este encuentro, aquel antiguo alumno publicó un escrito sobre los Akitas de Japón. Su investigación le llevó al dato de la existencia de tan sólo 30 Akitas de pura raza, entre ellos, Hachiko en la estación de Shibuya.

         Aquel antiguo alumno de Ueno regresó con frecuencia a la casa del profesor para visitar al perro, y con los años, publicó varios artículos acerca de la increíble fidelidad de Hachiko. En 1932, uno de esos artículos, publicado en el más importante periódico de Tokio, hizo que aquel perro atrajera la atención internacional. Hachiko se convirtió en una celebridad nacional. La fidelidad a la memoria de su amo impresionó a la gente de Japón, que la entendió dentro de un espíritu de lealtad a la familia que todos debieran esforzarse por lograr. Profesores y padres usaron a Hachiko como ejemplo que todos los hijos debieran imitar.

Un artista japonés de renombre hizo una escultura del perro, y a través de todo el país se generó una nueva conciencia en torno a la crianza de los Akita.

En abril de 1934, una estatua de bronce de gran parecido se erigió en la estación Shibuya, y el mismísimo Hachiko estuvo presente en la inauguración. Hachikō murió el 8 de marzo de 1935. La estatua se recicló como contribución para la guerra durante la Segunda Guerra mundial. Tras este suceso, Hachiko no fue olvidado. En 1948, la sociedad para la recreación de la estatua de Hachiko encargó a Takeshi Ando, hijo del primer artista, quien había ya fallecido, que creara una segunda estatua. La nueva obra, erigida en agosto de 1948, todavía permanece y es un punto de encuentro extremadamente famoso. La entrada a la estación, próxima a la ubicación de la estatua, recibió el nombre de Hachiko-Guchi, que significa "acceso Hachiko", y es una de las cinco puertas de la estación Shibuya Station.

Una estatua de características similares está en la ciudad natal de Hachiko, delante de la estación Odate Station. En 2004, ante el Museo del perro Akita de Odate, se levantó una nueva estatua de Hachiko sobre el pedestal de piedra original que estaba en la estación de Shibuya.

El largometraje de 1987, Hachiko Monogatari, narraba la historia de la vida de este perro desde su nacimiento hasta su muerte, e imagina un reencuentro espiritual con su amo, el profesor. Considerado un éxito, la cinta resultó el último gran triunfo del estudio de cine japonés Shochiku Kinema Kenkyû-jo.

Comentarios