Dolores Hidalgo, retrato de la desigualdad

jueves, 22 de julio de 2010 · 01:00

Con obras de relumbrón se preparan las conmemoraciones del Bicentenario en Dolores Hidalgo, Guanajuato. Por ejemplo, la Expo Guanajuato, que se acaba de inaugurar. La Cuna de la Independencia, como lo expone el investigador Saúl Arellano, ha venido decayendo en el mapa nacional como uno de los municipios con elevadas tasas de mortalidad materna e infantil, analfabetismo, migración y pobreza. En nota aparte, el gobernador de la entidad, Juan Manuel Oliva, negó a este semanario que haya derroche, como lo imputa la prensa local.

 

GUANAJUATO, GTO, 22 de julio (Proceso).- Anunciada como “la única en el país que cuenta con una estructura de esta magnitud”, la Expo Guanajuato Bicentenario que se abrió este sábado 17 de julio con la presentación del cantante puertorriqueño Chayanne, es el mejor ejemplo del derroche presupuestal que caracteriza los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución:

Más de mil millones de pesos se destinaron a su construcción y a la operación de sus 11 mil metros cuadrados de exhibiciones. Un contraste brutal con los 240 millones de pesos que este año tiene como presupuesto total el municipio de Dolores Hidalgo, cuna de la Independencia nacional, cuyos indicadores de desarrollo humano de Dolores, sus elevadas tasas de mortalidad materna e infantil, analfabetismo, migración y pobreza, lo arrojan al abismo de la desigualdad del mapa nacional.

Para colmo, aunque se publicita como “el lugar donde todo comenzó”, en realidad este parque no está en Dolores Hidalgo, sino que es levantado –puesto que aún no concluyen las obras– en territorio de Silao, frente al Cristo Rey del Cubilete, símbolo del movimiento cristero y uno de los monumentos católicos más socorridos por el gobierno panista.

El gasto público municipal dolorense representa si acaso una quinta parte de los más de mil millones que se inyectan a la Expo Bicentenario, si es que las cuentas finales quedan en esa cifra. Hace un año –ante Felipe Calderón– el gobernador Juan Manuel Oliva aseguraba que este parque costaría 720 millones, pero el monto ha ido subiendo. Según algunas versiones podría elevarse a mil 600 millones, manejados mediante la opaca figura del fideicomiso.

Las expectativas de visitantes a este foro instalado frente al cerro del Cubilete van además en proporción inversa a los recursos que se le inyectan, pues en principio se aseguraba que recibiría 12 millones de visitantes nacionales y extranjeros entre el 17 de julio y el 20 de noviembre. Pero el número ya bajó a menos de 3.7 millones, según informó recientemente el empresario Juan Carlos Muñoz Márquez, presidente del Fideicomiso de la expo.

Tan sólo el controversial monumento La victoria alada, que se asignó al escultor Ricardo Motilla y será instalado en la Expo Bicentenario, representa con sus 39 millones casi cuatro veces la inversión pública empleada en la habilitación del megaparque Bicentenario para los dolorenses, de 12 millones de pesos.

De estos derroches habló en la semana el historiador Enrique Florescano, a propósito del programa del gobierno para los festejos, cuando criticó que en los estados se esté construyendo infraestructura para festividades, en lugar de destinar los recursos “a los que menos tienen”.

Mientras tanto, Dolores Hidalgo, La Cuna de la Independencia, es el retrato más emblemático de la desigualdad y del rotundo fracaso de los gobiernos del PRI y el PAN en alcanzar la tan ansiada justicia social, aspiración fundamental del movimiento insurgente hace 200 años. El espejo en el que nadie se quiere ver. Peor aún, en los últimos dos sexenios sufrió una caída brutal en sus indicadores de desarrollo humano.

“Dolores sería hoy el retrato de la polarización nacional; un municipio emblemático de la desigualdad, de las carencias y de la deuda social que tiene el país, y un sinónimo de una visión de gobierno que privilegia a los que más tienen y que deja en el olvido a los más pobres”, describe el investigador Saúl Arellano, del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (Ceidas). Lapidario, Arellano asevera: “La desigualdad es una política del Estado mexicano”.

Marginada por el gobierno del panista Juan Manuel Oliva Ramírez como figura central de los festejos del Bicentenario –al elegir a Silao para construir la más cara y también polémica Expo Bicentenario–, a Dolores le quedaron los resabios financieros para ponerle una mejor cara: una cirugía plástica con cambio de adoquinado en el Centro Histórico, la habilitación de un parque recreativo, un nuevo edificio para el gobierno municipal y un anunciado centro acuático de 50 millones de pesos.

Obras de relumbrón que intensifican los contrastes con el rezago económico y social del municipio, pero que son bien recibidas por el alcalde Pablo González Cansino, quien no obstante admite estos extremos:

“Sabemos que hay carencias, deficiencias. Sin embargo, eso no limita para que podamos tener un festejo de algo que se ha buscado siempre, que es la independencia, la libertad, que si a través del tiempo no se han dado, seguimos con la firme intención de llevarlos a cabo…”

–Y hay que estar orgullosos de Dolores Hidalgo con tantas carencias?

–Las cosas son así; desafortunadamente hay desigualdad, no quisiéramos que la hubiera. El municipio está muy retrasado, a lo mejor por falta de atención de algunos gobiernos (anteriores), pero en éste se trata de que los gobiernos federal y el estatal volteen a ver a Dolores, para que lo apoyen.

No obstante, ante los requerimientos de los pobladores de las colonias y comunidades rurales para tener mejores caminos y agua, el gobierno estatal responde que no hay dinero.

Así le contestaron al representante de las comunidades Arroyo Seco, La Haciendita, Ejido de Cieneguilla y Ojo Zarco, vecinos del camino antiguo a Atotonilco –ruta del Ejército Insurgente–, en el oficio CDH016/2009 del 2 de abril del año pasado, cuando pidieron apoyo a la Secretaría de Obra Pública del estado (SOP) para ser tomadas en cuenta en la construcción de un acceso, ante el lamentable estado de sus caminos vecinales, varios de los cuales llevan a esa histórica vía.

“Esta dependencia no cuenta con los recursos presupuestales para realizar la construcción del camino de acceso a las comunidades” mencionadas, respondió el coordinador de Infraestructura Vial de la SOP en la zona, Luis Felipe Solís Salgado.

Incluso, el funcionario sugirió a los campesinos presentar su solicitud al gobierno municipal, que este año ejerce un presupuesto de 240 millones de pesos… 10 millones menos que el año pasado.

El retroceso

 

Dolores Hidalgo es el municipio que tiene más localidades en el estado (396), una dispersión social que desencadena efectos de marginación, como lo explica el investigador del Ceidas Raúl Arellano en entrevista con Proceso.

De las 396 localidades, 321 se encuentran ubicadas en los niveles de alta y muy alta marginación, mientras que del total de la población del municipio (129 mil habitantes), casi la mitad entra en estas mismas estadísticas de pobreza.

Los rezagos también son históricos en otros rubros. La media nacional en analfabetismo en la población de 15 años y más era de 8% en 2005, pero en Dolores Hidalgo era de 15%, más del doble. Casi 55% de la población ganaba menos de dos salarios mínimos.

De acuerdo con las estadísticas de 2005, uno de cada tres dolorenses vivían en pobreza alimentaria; la tasa promedio nacional era de 18.5% cuando aquí era de 34.6.

Pero tal vez el dato más revelador lo aporta la medición del Índice de Desarrollo Humano (IDH) a cargo de la ONU: En la medición de 2000 –cuando Vicente Fox se convertía en el primer presidente panista del país–, Dolores Hidalgo quedó colocado en el lugar 905 de los 2 mil 400 municipios de México.

Cinco años después, la ONU efectuó una nueva medición que colocó al municipio en el sitio mil 305. En cinco años Dolores cayó 400 lugares en el IDH, para ser comparado con localidades de Chiapas o Guerrero, pues fue de los que menos redujeron estadísticas en mortalidad infantil, que en 2000 era de 29.1 muertes por cada mil nacidos vivos, y en 2005 quedó sólo dos puntos abajo.

“Y en 2008 y 2009, con los efectos de la crisis –señala Arellano– estos indicadores no solamente no han mejorado, sino que han ido para atrás.”

En el comparativo internacional, señala el entrevistado, el IDH de Dolores Hidalgo es similar al de Belice o República Dominicana.

“No puede ser que en un país con esta riqueza, donde Guanajuato es una de las potencias económicas, se vea esto. El rezago es histórico: será mucho la historia patria que el último ‘Grito’ de los presidentes sea en Dolores y convertido la conmemoración en una kermesse de pueblo, no hay compromiso de tipo social. Se ha hablado de pisos de tierras, techo digno, pero no sólo es eso”, dice Arellano.

“Deberíamos, sólo por ese motivo, valorar y honrar esta memoria con dignidad –añade–. Hay una gran deuda social con Dolores y con el país; si así está el municipio donde nació la Independencia, habrá que pensar cómo están los municipios indígenas, en los cuales la esperanza de vida es de 10 años menos”.

“Sabemos que la realidad es triste aquí en el municipio”, dijo en una charla con la reportera el alcalde panista Pablo González Cansino, a principios de abril. Todavía estaba en su oficina del edificio del gobierno municipal, la antigua casa del insurgente Mariano Abasolo, de donde posteriormente se mudó a un nuevo edificio, para convertir la casa del prócer en Museo del Bicentenario.

Originario de un poblado de Michoacán, Cansino era director del Hospital General antes de aceptar la postulación del PAN para ser candidato a alcalde de esta localidad, donde reside desde hace 30 años, y al asumir el cargo en octubre del año pasado se encontró con un programa de festejos por el Bicentenario definido en su mayor parte.

Aún así el primer edil habla con entusiasmo de las gestiones que hizo para la rehabilitación de la avenida José Alfredo Jiménez, la construcción del centro acuático de la Conade y una pista de tartán, si bien ninguna de estas dos últimas obras estará lista para las fiestas de septiembre.

–¿No son obras de relumbrón? Dolores tiene muchas otras necesidades.

–En relación a los presupuestos, también son importantes las obras, como dice, de relumbrón. Pero también tenemos el presupuesto del desarrollo para comunidades, que este año es un poquito más elevado que el año pasado. A lo mejor no se les da tanta relevancia en nombrarlas, pero sí están consideradas.

“Aunque son obras de relumbrón –dice el alcalde– van a detonar el trabajo, van atraer turismo. El festejo a lo mejor pudiera ser un pretexto, pero no vamos a dejar otras necesidades…”

Eso sí, el Centro Histórico estrena una red pluvial –a la que no se había metido mano en 50 años– y hay calles como Puebla, que se han abierto hasta tres veces en un año para cambiar el adoquín, meter drenaje o modificar las banquetas. En el piso de pórfido de la plaza principal se habilitó una fuente ante la cual los visitantes se toman la foto, con la parroquia como fondo.

–¿Está satisfecho? –se le pregunta al alcalde González Cansino.

–Creo que no. Desafortunadamente hoy a todo se le llama Bicentenario y eso desvía un poco la atención de Dolores. Por falta de recursos, no tenemos la promoción suficiente… a lo mejor no llamamos la atención de la manera que quisiéramos; nos faltan recursos y el municipio es pobre en ese sentido.

–¿Molesta que se construya la Expo Bicentenario en Silao?

–Es algo que pudo haber estado aquí, hay la inquietud de la gente. Desafortunadamente son decisiones que alguien toma y hay que aceptarlas.

El presidente municipal espera que esta ciudad no sea echada al olvido el 17 de septiembre de 2010, un día después de que Felipe Calderón encabece la ceremonia del Grito:

“Hay cosas que se pueden seguir gestionando; hay el proyecto de hacer una autopista de Guanajuato a San Miguel de Allende… tenemos que vivir con optimismo y sueños, si no…”

El investigador Saúl Arellano califica a la autopista que se planea como “un monumento a la desigualdad” porque será concesionada como carretera de cuota:

“Guanajuato es un estado que nunca ha bajado de la décima economía, pero tiene el lugar 24 en Desarrollo Humano. La historia se repite y nos traiciona porque es evidente que no ha ocurrido en términos sociales nada relevante. Después de 20 años de gobiernos del PAN, el no haber logrado mejorar su posición en el Índice de Desarrollo y ubicarse en las peores entidades en lo social, habla de un fracaso rotundo de visión y de proyecto de gobierno.

“Son los mismos errores que cometió Porfirio Díaz.”

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