Cien años de Lupita Tovar

martes, 27 de julio de 2010 · 01:00

 

MÉXICO, D.F., 27 de julio (Proceso).- Este martes 27 cumple un siglo de vida la bella actriz oaxaqueña Lupita Tovar, quien debutó en Hollywood en 1929 y dos años después estelarizó Santa, el primer filme sonoro del cine nacional, que ella recuerda para Proceso como “una experiencia maravillosa”. La Sogem le organiza magno tributo y en Estados Unidos, donde vive con su hijo Pancho Kohner, éste edita ya sus memorias.

El gobierno actual de México y las autoridades del cine mexicano la olvidaron por completo, pero en Estados Unidos, donde ella radica, Barack Obama y su esposa Michelle le enviaron una carta para felicitarla por sus 100 años de vida.

Se trata de la actriz mexicana Lupita Tovar, protagonista de Santa (1931), de Antonio Moreno, la primera película sonora mexicana.

La empresa 20th Century Fox descubrió a Tovar (quien nació un 27 de julio en Matías Romero, Oaxaca) en su ciudad originaria, por lo que inició su carrera en Hollywood en 1929, rememora ella misma con voz clara y fuerte vía telefónica desde Los Ángeles, California. Allá realizaba pequeños papeles en filmes mudos.

La misiva del presidente de Estados Unidos y su esposa dice:

La Casa Blanca

Washington

¡Feliz cumpleaños 100! Nosotros le deseamos los mejores momentos para esta ocasión.

Usted ha sido testigo de un gran hito en la historia de nuestra Nación, y su vida representa una parte importante de la historia de los Estados Unidos. Como usted ha podido meditar a lo largo de un siglo de recuerdos, esperamos que ello la llene de enorme orgullo y alegrías.

Felicidades en el día de su cumpleaños, y que usted disfrute muchos más felices años en su centenario.

Sinceramente

Barack Obama y Michelle Obama (rúbrica)

El primer largometraje de Tovar en aquella nación (durante la llamada Gran Depresión) fue La voluntad del muerto (1930), de Enrique Tovar Ávalos. Era la versión hispana, porque también se filmó con actores estadunidenses y en inglés, bajo el título The Will of the Dead Man. La historia se ubica en una vieja mansión donde un grupo de personas debe pasar la noche, para poder reclamar una herencia; el problema es que entre ellos hay un asesino.

Luego rodó también la versión en español de Drácula (1931), de George Melford. De mayor duración, con unas cuantas secuencias mejor resueltas, según los críticos de entonces, y “un buen aprovechamiento de los escasos recursos” hicieron que esta cinta fuera considerada técnicamente superior a la de lengua inglesa, de Tod Browning.

En la cinta en español el conde Drácula viaja a Londres y se instala en su recién adquirida abadía de Carfax, junto al sanatorio del doctor Seward. El joven Van Helsing viaja desde Suiza a Inglaterra para estudiar el caso de Renfield, un enfermo con una extraña predilección por la sangre, que devora ratas y moscas. Después de matar a una mujer llamada Lucy, Drácula elige como víctima a Eva (Tovar), la hija del doctor Seward, pero Van Helsing descubre que Drácula es un vampiro.

En aquel tiempo no existía el doblaje y los estudios de Hollywood realizaban versiones de algunas de las producciones más importantes, principalmente en español, alemán y francés, para distribuirlas a los mercados hispanos y europeos.

Se le pregunta a Tovar si va a festejar en grande sus 100 años, y ella responde muy alegre:

“Vamos a ver…”

–¿Cómo se siente?

–A’i voy… Yo vivo cada día (ríe).

–¿Por qué se dedicó a la actuación?

–Creo que eso ya es cosa del destino. Yo iba a la escuela de gimnasia y un director estadunidense (Robert Flaherty) fue a visitarla, y me vio. Entonces quiso hacer una prueba; no fui la única que la realizó, también hubo alumnas de otros colegios, y saqué el primer lugar.

“Él me descubrió. Nos fuimos voladas a la escuela porque nos avisaron que había visitas. Yo no sabía que eran de los estudios Fox.”

–¿Por qué emigró a Estados Unidos?

–En primer lugar, yo quería salir de Oaxaca porque mi papá era sumamente estricto. Yo vine a Hollywood acompañada de mi abuela materna. Ella siempre estuvo conmigo, hablaba inglés y yo poco a poco aprendí. Memorizaba todos los días cinco palabras y por las noches tomaba un curso de inglés...

–¿Su papá la dejó actuar e ir a Estados Unidos?

–No sé cómo… Quizá porque mi abuela me acompañó.

–¿Qué sintió cuándo actuó por primera vez en Estados Unidos?

–… Mmm…, ya no me acuerdo… ¡fue hace tantos años!

–¿Qué opina de las películas La voluntad del muerto y Drácula, que rodó en ese país?

–Fueron los primeros largometrajes hablados en Estados Unidos. En el día, los actores estadunidenses trabajaban la versión en inglés, y en la noche, los latinos teníamos que trabajar la versión en español. Era toda la noche y al amanecer tomaba el tranvía para ir a mi casa.

–¿Vivía lejos de donde trabajaba?

–Sí, tomaba el tranvía y luego tenía que caminar.

–¿Le fue difícil actuar?

–Nunca veía dónde estaba la cámara. Yo no era actriz, sólo remendaba los calcetines de la familia.

–¿Qué sintió cuando se vio en La voluntad del muerto?

–No me reconocía. Me asusté. Tuvo un gran éxito en México.

–¿Y le gustó Drácula?

–¡Sí, sí...!

 

“Santa” en México

 

Después de Drácula, Tovar viajó al Distrito Federal, donde, bajo la dirección de Antonio Moreno (Madrid, España, 26 de septiembre de 1887-Beverly Hills, California, 15 de febrero de 1967), estelarizó Santa, el primer largometraje con sonido directo del cine mexicano, basada en la novela homónima de Federico Gamboa.

El cineasta Moreno fue contratado por la Compañía Nacional Productora de Películas. El canadiense Alex Phillips estuvo en la dirección de fotografía. Los hermanos Joselito y Roberto Rodríguez se hicieron cargo del sonido con un equipo de su invención, y la música fue de Agustín Lara.

Actúan también Juan José Martínez Casado, Carlos Orellana, Donald Reed y Mimí Derba.

Hubo cuatro versiones de Santa: en 1918, de Luis G. Peredo, con Elena Sánchez Valenzuela y era totalmente muda; la de 1931, con Lupita Tovar; otra de 1943, de Ramón Peón, con Carmen Montejo, y la de 1968, de Emilio Gómez Muriel, con Julissa.

–¿Qué recuerda de Santa? –continúa Proceso la charla telefónica con la actriz de labios delgados, ojos grandes y nariz respingada.

–¡Fue una experiencia maravillosa! Era un entusiasmo enorme de todos realizar la primera película sonora en México. Intervenimos en ella con mucho cariño.

Santa se estrenó el 30 de marzo de 1932 en el cine Palacio y duró tres semanas en la cartelera.

–¿Le gustó el personaje que usted hizo de prostituta en Santa?

–Sí.

–¿Qué le gusta de Santa?

–No sé qué decirle... No me siento nada bien, tengo que descansar. Estoy muy cansada. Me perdona, pero ya no puedo seguir hablando. Adiós.

Tovar también grabó en México Marihuana, el monstruo verde (1936), de José Bohr; María y El rosario de Amozoc (1938), de Chano Urueta; Miguel Strogoff, el correo del zar (1943), de Miguel M. Delgado, y Resurrección (1943), de Gilberto Martínez Solares.

Se casó en 1932 con el productor checoslovaco Paul Kohner y se retiró del cine en 1945 para dedicarse a su familia. Sus hijos son la actriz Susan Kohner (nominada al Oscar en 1964 por Imitación de vida), y el productor de televisión y cine Pancho Kohner. Es abuela de los productores estadunidenses Chris y Paul Weitz, famosos por películas como Antz, The Nutty Profesor y American Pie, entre otras.

 

Publican sus memorias

 

Es otro día, y su hijo Pancho Kohner también toma el teléfono desde Los Ángeles. A la pregunta de cómo ve a su mamá en sus 100 años, platica entre risas en inglés y español, combinando mucho las palabras:

“Mi mamá siempre está de buen humor, aunque tenga 100 años. No sé cómo le hace, pero siempre está feliz. Está contenta con su vida y no se queja de nada. Es fantástico llegar a 100 años, no cualquiera llega.”

–¿Qué me puede decir de su mamá en Hollywood?

–Aquí realizó 35 películas, en Inglaterra una, otra en España; pero las más importantes son las mexicanas, sobre todo Santa.

Para él, Drácula (que proyectara en marzo pasado para conmemorar sus 50 años la Filmoteca de la UNAM, en su formato original, encontrado en la Filmoteca de La Habana) es el largometraje más importante que su mamá realizó en Estados Unidos:

“Los Estudios Universal encontraron el negativo y ya se hizo en DVD. Mi mamá recibe cinco o 10 cartas cada semana de gente que ha visto el filme.”

Cuenta que él ha escrito un libro sobre los 100 años de Lupita Tovar y que por estos días saldrá la edición en inglés:

“Son las memorias de mi madre, son 100 años de vida increíble. Se habla de Oaxaca, Hollywood… Luego cuento lo de Europa, como la película de España. Después de Alemania, mis papás estuvieron en París. Mi papá fue primero productor, después agente de actores y directores. Hay 40 páginas escritas y 150 fotos y publicidad de todos los filmes.”

Aún no sabe cuándo se publicará en México.

–¿Qué importancia tiene el libro?

–Trata de la historia del cine: de Hollywood y de México, y la historia de ese siglo, como la Segunda Guerra Mundial; pero sobre todo, es una historia de amor, de mi mamá y mi papá. Desde el momento en que mis papás se vieron, se enamoraron. Estuvieron casados 60 años, mi padre falleció hace 22 años.

“Él ayudó mucho a mi mamá con su carrera y después mi mamá ayudó mucho como agente a mi papá, quien hablaba cinco idiomas. Fue checoslovaco, pero hablaba italiano, español, en fin, y representó mucho a los actores y talento de Europa y México. Y la vida de los dos fue muy internacional, siempre viajando a todos lados, y también nos llevaban.”

–¿Cómo es que Lupita Tovar trabajó en Santa?

–La cinta tuvo mucho éxito, pero… En ese año los Estudio Universal enviaron a Alemania a mi papá, y él llamó a mi mamá porque se quería casar con ella, y ella se fue a Alemania, y en 1932 se casaron y vivieron allí cinco años, en la temporada (sic) de Adolfo Hitler. En 1937, regresaron a Los Ángeles.

–¿Qué le parece Santa?

–La película es hoy muy fuerte, como cuando la filmaron en 1931.

En 2006, Tovar recibió un homenaje de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos por su aportación a la industria del cine.

–¿Es muy conocida Lupita Tovar en Estados Unidos?

–Sí, hay como 12 millones de latinos aquí.

–¿Nunca quiso ella regresar a México?

–No, aquí tiene a sus seis nietos y siete bisnietos, y habrá otro más en febrero.

Y así ve Pancho a Lupita Tovar:

“Es muy hermosa, muy hermosa. Siempre ha sido muy bella.”

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