El diablo y Robert Johnson

lunes, 23 de agosto de 2010 · 01:00

MÉXICO, D.F., 23 de agosto (Proceso).- Este 16 de agosto se cumplieron 72 años de la muerte de Robert Johnson, el guitarrista de blues más influyente en la historia. Con sólo 29 canciones grabadas en dos sesiones entre 1936 y 1937, este músico se convirtió en la principal referencia para los guitarristas de blues que le siguieron y, por ende, para los guitarristas de rock and roll de los años cincuenta y sesenta.

Contemporáneo de músicos como Sonny Boy Williamson, Howlin Wolf y Muddy Waters, en 1930 Johnson desapareció de su residencia en Robinsonville, Mississippi, para reaparecer unos meses después con una habilidad impresionante en las seis cuerdas. Fue esto lo que comenzó la leyenda de que el músico había vendido su alma al diablo a cambio de tocar la guitarra como nadie.

Se dice que Johnson se encontró un día a medianoche con un hombre vestido de negro en un cruce de caminos cerca de la granja Dockery, en Clarksdale, Mississippi. El misterioso hombre tomó la guitarra del joven, la afinó y tocó algunas pocas canciones de blues. Al regresarle el instrumento transmitió su maestría al muchacho, quien a partir de ese momento se convertiría en el mejor guitarrista de blues. La historia fue contada por Roberto Ponce desde el lugar de los hechos (Proceso 1280), bajo el título La música inmortal del Mississippi, viaje a las entrañas del blues.

Es en su canción “Cross Road Blues” (El blues del cruce de caminos), donde se cree que Johnson narra el encuentro con Lucifer. La relación con éste quedó más que clara en “Me and The Devil” (Yo y el Diablo), en las líneas “Temprano esta mañana cuando tocaste a mi puerta/Dije ‘hola, Satán, creo que es tiempo de irse’”.

El misterio alrededor de la vida de Robert Johnson viene desde la fecha de su nacimiento, 1911 o 1912, en Hazlehrust, Mississippi. Existen sólo dos fotografías auténticas y se sabe que también se le conoció como Robert Dodds y Robert Spencer. No hay demasiados datos que puedan hacer una biografía 100% confiable y apegada a la realidad.

Sobre su muerte, ocurrida en 1938, existieron varias versiones; desde el regreso de Satanás a reclamar su alma mientras el músico gateaba como loco por todas partes, hasta la del suicidio. La más fidedigna se conoció 30 años después de ocurrida. En 1968 se encontró el certificado de defunción donde se podía leer que la causa de su muerte fue envenenamiento por estricnina.

Sólo existieron tres testigos de lo sucedido aquella noche en que murió, uno de ellos fue el famoso bluesero Sonny Boy Williamson, quien compartió escenario con el guitarrista ese día. Los tres cuentan más o menos la misma historia:

El músico mantenía un amorío con la esposa del dueño del lugar donde tocaba en el pueblo de Three Forks. Ralph, el marido, mandó una botella de whiskey como cortesía a Johnson y éste aceptó tomándosela, aun cuando Williamson le advirtió no hacerlo. Luego de tres días de agonía en un cuarto de hotel, murió convulsionándose sobre la cama.

Tres lugares han sido considerados como el lugar donde yace su cuerpo: Morgan City, Quito y Greenwood (todos en Mississippi), pero no existen pruebas claras de que en realidad el cuerpo se encuentre ahí. Incluso en los tres sitios se encuentran lápidas con los datos del bluesero.

Johnson fue el primer miembro del Club 27, mítico club de los grandes de la música muertos a los 27 años, en el que están también Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Brian Jones y Kurt Cobain, así como el artista plástico Jean-Michel Basquiat.  l

 

 

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