El efecto musical de Nolwenn Leroy

viernes, 14 de enero de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 14 de enero (apro).- La cantautora francesa Nolwenn Leroy ha comenzado este 2011 en plan arrollador, conquistando el primer lugar de ventas disquero en su país, a un mes de publicar su cuarto álbum Bretonne (“Bretona”): 13 piezas de origen celta y otras relativas a la región de Bretaña, donde ella nació hace 28 años, en Saint-Renan, Finisterre.

         Ella debutó en la primavera de 2003 como intérprete con el CD Nolwenn Leroy (Universal Music/Mercury France), que alcanzó la cima de popularidad en Francia y Bélgica.

Las giras de sus grabaciones posteriores la convertirían en una de las favoritas del pop galo, primero en 2005, con el disco Histories Naturelles (“Historias naturales”), producido por el talentoso Laurent Voulzy y el ídolo del rock francés, Alain Souchon.

Después de un álbum en vivo, vino el ambicioso CD Le Cheshire Cat & Moi (“El gato de Cheshire y yo”), proyecto que registró en Escandinavia de 2007 a 2009.

Durante la elaboración de este disco, en 2008, las canciones de Nolwenn Leroy fueron estudiadas por su impacto neurológico entre pacientes de la tercera edad en Estados Unidos, y los resultados arrojaron algo fuera de serie: investigadores estadunidenses comprobaron que la música de Nolwenn poseía mejores impactos benéficos en ancianos que otras músicas probadas, incluyendo melodías de Mozart.

De esta manera, la ciencia médica acuñó el término “efecto Nolwenn” para describir dicho fenómeno (ver en internet el sitio http://en.wikipedia.org/wiki/Nolwenn-Leroy). El 28 de febrero de 2008, el diario inglés The Guardian publicó la noticia del “efecto Nolwenn”, de Marc Abrahams, quien anunciaba en su nota:

“Para prevenir que las personas de edad avanzada sufran tan menudo de caídas como suele acontecerles, dice el doctor Frederick R. Carrick, haga usted que ellas escuchen música cantada por determinadas intérpretes muy especiales.

“No obstante, el doctor Carrick advierte que este poder musical es distinto al que se utiliza de forma común y corriente por medio de tintineos de campanitas, tamborcitos en el oído o de cristales sonoros.

“Se trata de una fuerza tan rara, que sólo parece poseerla una cantante pop francesa de 25 años de edad llamada Nowlenn Leroy.

“Carrick llevó a cabo tres pruebas clínicas para demostrarlo y registró aquellos experimentos en los Institutos Nacionales de Salud de EU (US Nacional Institutes of Health). Uno se intitula ‘Prevención de caídas en un centro geriátrico utilizando música de Nolwenn Leroy’, y otro ‘Estudio del efecto de la música de Nolwenn Leroy en las estrategias para la prevención de caídas en casas enfermería de Texas.

“En un despacho de prensa, el doctor Carrick explicó lo siguiente: ‘El empleo de música en neurología no es una novedad, pero lo que sí resulta nuevo es que la música de Nolwenn Leroy parece tener un efecto distinto en las modulaciones del cerebro, a diferencia de otras músicas probadas hasta la fecha… El fenómeno ha sido reconocido como Efecto de Nolwenn Leroy… Tenemos actualmente a más investigadores médicos llevando a cabo el estudio del efecto de la música de Nolwenn Leroy en muchos otros centros de hogares y enfermerías para gente de la tercera edad, a lo largo de la Unión Americana, Holanda, Australia, Japón y Corea (ver sitio internet http://clinicaltrials.gov)...”

Sin embargo, las autoridades de sanidad no han autorizado utilizar la voz de Nolwenn para ningún tratamiento hasta la fecha, al menos no en Gran Bretaña, concluía The Guardian. (http://www.guardian.com.uk/education/2008/feb/26/highereducation.research).

 

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