Las mujeres vampiro

martes, 1 de marzo de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 1 de marzo (Proceso).- Indagando en el imaginario mexicano a partir de las películas de enmascarados como El Santo e historias de vampiros, Maribel Carrasco en la dramaturgia y Luis Martín Solís en la dirección y la idea original, realizan una divertida parodia que mezcla teatro, lucha libre, canto y baile en una propuesta de teatro para niños y jóvenes.

El despertar de las mujeres vampiro se presentó el 20 y 21 de febrero en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris como parte del Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes ¡A trote!, que organiza la Coordinación Nacional de Teatro del INBA y el Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura del DF, principalmente.

La anécdota es la clásica de un grupo de mujeres vampiro comandadas por madame Rose, que buscan sangre para conservar su inmortalidad. Temen volver a ser momias y sólo pueden ingerir un tipo de sangre que no cualquier humano tiene. Simultáneamente, se prepara la lucha de Máscara Inmortal contra su acérrimo enemigo Camay Morales, los cuales representan el bien y el mal en la Ciudad Monstruo. Las historias se entrelazan en el momento en que descubren que el único que tiene en su sangre el Factor DH es Máscara Inmortal. En el último fragmento de la obra en el escenario hay un ring de lucha libre. Blue Demon es un espectador más al que se reconoce con un aplauso; los luchadores entran por los pasillos de la butaquería y los chiflidos o hurras se instalan en el teatro. Todos forman parte del espectáculo.

El despertar de las mujeres vampiro es una farsa donde se manejan los lugares comunes, se exageran las actuaciones, los personajes son tipos, el locutor es grandilocuente y los enamorados melodramáticos. Los buenos son buenos y los malos malísimos. La risa es de esperarse ante estas situaciones y la forma de abordarlas. Aunque en un primer momento surge el desconcierto, la convención se va afianzando hasta que los espectadores quedan completamente involucrados.

La propuesta escénica es audaz y sus resoluciones visuales atractivas. Es ecléctica al mezclar fragmentos operísticos con baladas, mambo y otros ritmos mexicanos. El movimiento corporal incluye danza y malabares propios de la lucha libre que todavía requieren de rigor y entrenamiento. Para resaltar la presencia de las mujeres vampiro, también podría enriquecerse la parte coreográfica. Entre los 10 actores y cantantes de El despertar de las mujeres vampiro se encuentran Gerardo Taracena, Jéssica Urrutia, Diana Bovio, Eduardo Candás y Erika Dipp. El menage musical fue compuesto por Guillermo Diego, y la dirección musical y la interpretación al piano estuvo a cargo de Isaac Bañuelos.

Luis Martín Solís y Maribel Carrasco han hecho siempre una buena mancuerna. Desde su grupo Teatro Mito con el que se iniciaron en Guanajuato, han trabajado propuestas escénicas alternativas, ya sea juntos o de manera independiente. Se han especializado en teatro para niños y principalmente jóvenes, utilizado muñecos, títeres, máscaras, multimedia, ópera, baile y ahora la parodia y la lucha libre. Después de haber buscado por diferentes caminos cada uno, por más de 10 años, ahora se reúnen para realizar esta propuesta con buenos resultados.

También se presentó en este Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes La legión de los enanos, uno de sus últimos y mejores trabajos juntos de los noventa. Al igual que en El despertar de las mujeres vampiro, en La legión de los enanos hay música, danza, teatro y, además, pintura. Ambas obras son propuestas arriesgadas que invitan al público a participar y a conocer distintas formas de hacer teatro. Y nos recuerdan que el teatro para niños y jóvenes no es un teatro para bobos.  


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