Alistan exposición sobre mujeres anónimas

lunes, 28 de marzo de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 28 de marzo (apro).- En el marco de la celebración de los bicentenarios de independencia de las repúblicas latinoamericanas, Alfons Martinell, director de la Cátedra UNESCO: Políticas Culturales y Cooperación de la Universidad de Girona, España, estuvo en México para organizar la exposición de fotoperiodismo “Las Américas”.
El proyecto, que se presentará a fin de año en la capital mexicana, muestra el protagonismo de las mujeres en la lucha por sus derechos económicos, sociales y culturales durante el siglo XX en México.
    Se trata de una mirada reflexiva sobre mujeres anónimas, observadas a través de la mirilla de fotoperiodistas mexicanos de diferentes épocas, que de alguna forma reflejan diversos procesos sociales fundamentales para México.
El evento se encuentra en su primera fase, ya que apenas se está buscando a los fotoreporteros para dicha tarea, cuya fecha de inauguración será entre octubre y noviembre.
    Filósofo y doctor en Educación, Martinell ha realizado exposiciones similares en otros países latinoamericanos, como Colombia y Uruguay, con el afán, según dice, de hacer un proyecto latinoamericano “más allá de la superficialidad o la retórica”.
El proyecto en su totalidad es subvencionado por la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España, junto con la agencia EFE.
En entrevista con apro, Martinell habla en torno de la preparación, en el Centro Cultural España, de la exposición sobre los derechos económicos y sociales y la lucha de mujeres anónimas.
“Hacerlo es una casualidad en mi vida profesional, dado que soy más bien un experto en cultura y desarrollo, pero a raíz de analizar los procesos culturales iberoamericanos del siglo XX, nos quedó claro que el hecho más significativo era el papel representado por las mujeres al conseguir derechos universales”, dice.
    Lo que se busca, agrega, es reconocer el protagonismo de la mujer, en la adquisición de sus derechos ciudadanos, ya que, por ejemplo en Latinoamérica, las mujeres no podían votar sino hasta los años cuarenta o cincuenta, y en el caso de España hasta 1970. Por ello, añadió, la reflexión sobre los derechos es permanente y actual.
    --¿No le resulta difícil su proyecto en México, donde los feminicidios son la nota del día?
    --Sí, claro, es muy difícil la violencia de género, pero lo que queremos reconocer es el protagonismo de las mujeres, a pesar de los feminicidios. Hay que entender que a pesar de haber ganado derechos, los derechos no impiden la violencia, es otra circunstancia resultado de otros fenómenos sociales.
    “Debemos de cambiar actitudes y hábitos, porque los problemas no se resuelven solos; debemos de educar a las nuevas generaciones, y el genero no es muy importante, porque en México también matan a los varones”.
    --¿Cómo se representa en su exposición la diversidad cultural?
    -- Debemos de aceptar que somos diversos. Nos han hecho creer que todos somos iguales, pero es falso. No existe “lo español” o “lo mexicano”. La diversidad es el componente principal de las sociedades contemporáneas. En una ciudad conviven personas de diferentes procedencias, de diferentes formas políticas, de sexualidad diversa.
    “En Latinoamérica conviven formas culturales de comunidades ancestrales, y es en la contemporaneidad del derecho que todos sí somos iguales. La exposición de fotografías que seleccionaremos en México, como lo hicimos ya en Colombia y en Uruguay, corresponden a la vida cotidiana de mujeres anónimas que con su lucha lograron derechos que ahora permanecen. Lo nuestro es la mujer fotografiada como crónica social, en un acto deportivo, en la conquista de una vivienda digna.
    “Lo importante es la reflexión que nace al ver a esas mujeres, porque hemos cambiado. A pesar de que tenemos problemas, la humanidad ha mejorado. Hay imágenes de escuelas de principio de siglo e imágenes actuales, ha habido un progreso en la vida”.
    --¿No considera que la idea del progreso es un tanto engañosa?
    --No. Podemos ser muy críticos. No hemos resuelto el problema del hambre, por ejemplo, pero estoy seguro que hay menos hambre que hace cien años. Hemos mejorado. La mortalidad infantil ha disminuido notablemente. Cuando veo cómo vivió mi madre a como vivo yo, mi vida es mejor, pero el progreso no lo ha resuelto todo, y tal vez se han generado otros problemas con él, y eso es otra cosa.
    “En la exposición tenemos una visión crítica, pero optimista. Incluso hacemos una propuesta para que la gente pueda participar en una página Wiki en la que puedan compartir experiencias, hechos, situaciones, personajes, escritos, citas y fotografías, y también futuros posibles o deseables, situaciones nuevas, e incorporar deseos y aspiraciones.
    “Sabemos que todo es muy catastrófico, pero la esperanza no se debe perder. No se debe perder  la capacidad de soñar en futuros mejores.”
    --En México hay un gran pesimismo en estos momentos.
    --Hay que luchar contra eso. En una sociedad, ¿qué les dices a los jóvenes? ¿Acaso que no hay nada que hacer? Tienes que dar la lucha. Yo soy hijo de la dictadura, nací en la dictadura de España y pasé gran parte de mi vida hasta los 30 años en ella, y lo que me hizo vivir de joven es que me decían que podía haber una democracia, que se podía estar mejor, aunque todo mundo pensaba que nunca cambiarían las cosas, pero no son procesos rápidos.
    “Cuando doy clases a los jóvenes, se ponen muy críticos, y yo les digo que tenemos que encontrar salidas, para eso estamos en el trabajo que estamos. No puede haber un país sin futuro; además,
los políticos y los gobiernos cada vez gobiernan menos, cada vez hay más desgobierno, lo que se demuestra en los hechos. Hay que entender que tenemos derecho a soñar en el futuro. Por eso cuando tú te acoges a los derechos más fundamentales, dices: tenemos que seguir luchando para conseguir algo”.
    Y agrega:
    “No nos podemos conformar  con que esto que pasa ahora, que es la cotidianeidad. Este es un punto muy sensible para vosotros los mexicanos. Vosotros creíais en un Estado que no ha podido defender lo básico, que es la vida, y además los que matan son impunes. Es ahí donde empiezas a dudar de la democracia
    “Creo que hay un  nuevo autoritarismo. Los fascismos del  siglo XX no necesitan a un dictador, sino que se crean desde la propia estructura. Y hay que estar conscientes de que la estructura está pensada para crear el desánimo y es una trampa, pero no se puede bajar la guardia porque los derechos humanos, la ciudadanía, son acciones ganadas y no hay que perderlas jamás”.

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