Revive el INAH tradición centenaria de los altares de Dolores
MÉXICO, D.F., 18 de abril (apro).- La arraigada tradición popular de Semana Santa de montar altares en memoria de los siete dolores vividos por la Virgen María, adoptada en México desde hace más de 400 años, es revivida en diferentes museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en donde podrán visitarse con entrada libre.
Los altares se montan en museos que en épocas pasadas fueron conventos con el fin de mantener esta costumbre, traída a estas tierras por la orden franciscana desde 1519, “cuando el fraile Bartolomé de Olmedo, quien acompañaba a Hernán Cortés, erigió en San Juan de Ulúa, Veracruz, el primer altar del Continente Americano”, informó el INAH.
El Instituto añadió que los recintos donde pueden visitarse los altares son el Museo Nacional de las Intervenciones, ubicado en el Exconvento de Churubusco; el Exconvento de Acolman, en el Estado de México; y el Exconvento de San Nicolás Tolentino de Actopan, en Hidalgo.
De acuerdo con la tradición, los altares se colocan ocho días antes del Viernes Santo, el llamado Viernes de Dolores. Su fin es consolar a la Virgen María de los dolores que sufrió desde el nacimiento hasta la muerte de Jesús. Los dolores son: Persecución de Herodes y la huída a Egipto; la profecía de Simeón a María, que menciona: “Este niño está puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel, y una espada traspasará tu alma”; cuando Jesús se pierde en el templo por tres días; cuando María encuentra a Jesús cargado con la cruz; su crucifixión y muerte; cuando recibe su cuerpo bajado de la cruz; y la sepultura de Jesús.
En Europa, la tradición de montar altares de dolores durante la Semana Santa data de la Edad Media; se impuso en tierras americanas como parte de la evangelización de los indígenas, aunque se mezcló aquí con ritos y tradiciones de origen prehispánico como los dedicados a la fertilidad de la tierra, pues el periodo de siempre coincide con las celebraciones de Semana Santa. Por esta razón al altar se agregan elementos agrícolas como las semillas de trigo, alpiste, cebada o amaranto, explicó el INAH.
En el recinto que hoy alberga al Museo de Churubusco se comenzaron a presentar los altares de dolores desde 1524, cuando los franciscanos comenzaron la construcción del convento. En la actualidad es el Departamento de Museografía, el que reproduce la tradición con elementos que representan la Pasión de Cristo y los dolores de María.
Se exhibe una imagen, ya sea una pintura o escultura, de la virgen Dolorosa y los clásicos vitroleros con agua de limón, chía, horchata, tamarindo, piña o jamaica, que representan las lágrimas de María ante la muerte de su hijo.
El museo podrá ser visitado de martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas, en la Calle 20 de Agosto s/n esquina General Anaya, colonia San Diego Churubusco, en Coyoacán. La entrada es gratuita y el altar estará hasta el domingo 24 de abril.
En Acolman el altar se monta con una escultura de la Dolorosa que lleva en sus manos una daga y un tapete hecho con diferentes semillas, que forman figuras con el tema de la pasión y la crucifixión, así como los siete dolores. Hay iconos del martirio de Cristo como el flagelo, los clavos, el martillo o la corona de espinas. Y se exhiben dos óleos La piedad, de autor anónimo, y La dolorosa, de Miguel Cabrera.
Ubicado en Calzada de los Agustinos s/n, en Acolman, Estado de México, el altar podrá visitarse hasta el 1 de mayo, de lunes a viernes de 9:00 a 17:30 horas, de lunes a domingo. La entrada es libre.
Finalmente, el Exconvento de San Nicolás Tolentino presenta un altar formado por siete pequeños escalones, que representan los siete dolores. Al centro se colocó una imagen de la Dolorosa, que es una talla en madera. Se añade, por primera vez, un conjunto de litografías relacionadas con el mismo tema, y un tapete de semillas de linaza, mijo, mostaza y arroz.
Este podrá visitarse hasta el 2 de mayo de 9:00 a 17:00 horas, con entrada libre, en la calle Casasola s/n, colonia Centro, en Pachuca, Hidalgo.