Juliette, en perpetua búsqueda de Binoche
Se estrena en México Copia fiel, cinta del iraní Abbas Kiarostami con la que hace un año su protagonista parisina Juliette Binoche conquistó la Palma de Oro en Cannes. En esta entrevista con Proceso, La Binoche revela pormenores de su senda artística para encarnar personajes con los que ha logrado un lugar memorable y altamente cotizado como primera actriz del cine mundial.
MÉXICO, DF., 16 de mayo (Proceso).- Convertida en la nueva musa del cine galo, después de Catherine Deneuve, Juliette Binoche estima al cine como “un medio para explorar al mundo”; además: “todos los personajes que he interpretado me han transformado y me crearon”.
Renuente a las entrevistas, acepta una charla con Proceso debido al estreno en México del largometraje Copia fiel, del polémico iraní Abbas Kiarostami que protagoniza y con cuyo papel, hace un año, ganó por primera vez la Palma de Oro a mejor actriz en el Festival Internacional de Cine en Cannes.
Ese mismo 2010 también fue la imagen de ese encuentro cinematográfico. En el cartel aparece ella con blusa y pantalón negro, descalza, escribiendo con unas brochas la palabra “Cannes”. Autora de la foto fue la reconocida Brigitte Lacombe (quien hace un año publicó Lacombe: Anima/ Persona, libro de 400 páginas con imágenes retrospectivas de 1975 a 2008).
Vía telefónica desde París, la ganadora del Oscar por mejor actriz secundaria en El paciente inglés, de Anthony Minghella, especifica que es un privilegio ir a Cannes y obtener un premio, “pero sin Abbas no hubiera sido posible obtener ese reconocimiento”.
–¿Qué le aportó esa presea?
–Como es un festival muy adorado por todo el mundo, es muy duro colocar allí una película en competencia. Cuando fui a ver a Abbas en Teherán era muy poco probable que hiciéramos una película, porque pensé que sería difícil que una mujer occidental trabajara con un iraní en ese momento en el que se encontraban las relaciones muy intensas entre el Este y Europa; pero el premio me comprobó lo contrario: hay que atreverse a ir hacia el otro, imaginar cruces posibles entre los países, entre nuestras distintas historias.
Kiarostami ha declarado que Copia fiel está basada en algo que le sucedió hace 20 años y cuando la actriz lo visitó “se lo conté como anécdota”, su reacción fue tal “que generó en mí el deseo de escribir un guión para ella”.
Allí, en Irán, la actriz conoció la realidad de las mujeres de ese país. Binoche recuerda que asimismo ella ha participado en la liberación del también realizador iraní Jafar Panahi:
“Fue detenido por las fuerzas de seguridad en marzo de 2010. Fue una manera de poner luz en la situación de Jafar, quien lleva años sometido a la censura y represión del régimen de los ayatolas. Está condenado a seis años de prisión. Tanto El círculo como Offside, películas en las que trata de reflejar la situación de las mujeres en Irán, habían sido prohibidas por el gobierno de la república islámica.”
Copia fiel también fue prohibida en Irán.
El Festival de Cannes, que se inició el miércoles 11, proyectará Esto no es un film, de Panahi, y Adiós, de Mohammad Rasoulof, cineastas acusados de hacer propaganda contra el régimen islámico y a quienes se les prohibió dirigir cine durante 20 años. “Es lamentable”, agrega la artista.
Explorando el alma
Juliette Binoche nació en París el 9 de marzo de 1964. Hija del director de teatro y escultor Jean-Marie Binoche y la actriz Monique Stalens, estudió interpretación en la Escuela de Arte Dramático de París y se inició en el teatro.
Su debut en el séptimo arte fue a sus 20 años con el filme Les nanas, dirigido por Annick Lanoe. Luego, Jean-Luc Godard le dio el protagónico de Yo te saludo, María, aunque la fama internacional le llegó con Apasionados, de André Téchiné.
Su actuación fuerte y sensual en los filmes en inglés La insoportable levedad del ser, de Philip Kaufman, y Herida, de Louis Malle, llamó la atención de Hollywood. Steven Spielberg le propuso el papel de Ellie en Parque Jurásico que ella declinó, prefiriendo reunirse con el destacado polaco Krzysztof Kieslowsky para hacer Azul e intervino en sus otras dos famosas películas que conformarían una trilogía fílmica, Rojo y Blanco.
Por la comedia romántica Chocolat, de Lasse Hallström, fue nominada al Oscar por mejor actriz, siendo enorme el número de largometrajes en los que ha trabajado. Recientemente hizo Son of no one, de Dito Montiel. Ahora, Binoche platica que se encuentra en pleno rodaje de la ópera prima de la actriz Sylvie Testud (Lyon, 1971):
“Es una comedia y su guión me gustó mucho. Se filma aquí, en Francia. Este verano voy a actuar en la obra de August Strindberg Mademoiselle Julie, en el Festival d’Avignon y en el Odéon de París, y en una cinta con Bruno Dumont.”
Para la coproducción Francia-Italia de Copia fiel, distribuida en México por Mantarraya, Binoche recrea a una galerista francesa que tiene un encuentro con un escritor inglés (estelarizado por el barítono William Shimell), quien va a ofrecer una conferencia al sur de la Toscana sobre su libro donde defiende el valor de la copia artística frente al original. Los dos emprenden un viaje a San Gimignano y a través de sus charlas sobre la vida y el arte van conformando una historia de amor.
–¿Qué experiencia le deja haber actuado en Copia fiel?
–Que pude ser una mujer que está en una tremenda soledad y busca atizar el fuego en el varón de la historia, intenta provocar pasión en el hombre. Además, me gustó trabajar en un pueblo chico italiano con un reducido grupo de cineastas. Durante cinco semanas trabajé en un contexto familiar.
–Copia fiel es un diálogo muy intimista entre dos personas, ¿qué efecto cree que cause al espectador?
–El efecto que puede producir una película sólo pertenece a cada uno. Cada experiencia es distinta. Las historias son comprendidas distintamente debido a las edades, el sexo y para las personas que viven en lugares distintos. No puedo generalizar.
“Siento que a veces este filme provoca dudas, y ciertos hombres se sintieron atacados porque en la trama el varón está visto bajo un ángulo débil, es pasivo. Los espectadores masculinos ven mal esta actitud del hombre de la historia; pero Abbas quería demostrar al hombre en esta situación pasiva y cobarde, aunque también ella es muy provocativa. Es difícil reaccionar frente a alguien muy provocador, pero mucha gente se entusiasmó por este tema tan contemporáneo de la relación entre hombre y mujer, y también sobre la mujer ocupándose de un niño y que le falta un hombre.”
–¿Comparte el punto de vista de críticos de que Copia fiel es un homenaje al clásico de Roberto Rossellini, Viaje a Italia (1954)?
–No. Para mí es una película que sólo pertenece a Abbas, que habla de las relaciones de manera distinta, porque las relaciones son distintas. A mí me hizo pensar más en La vida conyugal, de Ingmar Bergman. Es un tema clásico que todos estos grandes realizadores en un momento tratan: Bergman, Rossellini, en fin, grandes realizadores lo trataron en el momento; no todos, pero en Europa se busca este tipo de tópico.
Actriz sin barreras
–El personaje que interpreta en Copia fiel, ¿se le parece en algo a usted?
–Cuando salí de la proyección de Cannes le dije a Abbas. “¡Espero que la gente no vaya a creer que soy yo!”, y el cineasta me contestó: “Diles que eres tú, hazles creer que eres tú, y que después del rodaje ya no eres tú…”.
“Es mi voz, son mis lágrimas, es mi físico y… nada más. Aunque a nosotros, como actores, un personaje siempre nos cambia.”
–¿Cómo definiría a la mujer de la cinta?
–Tiene muchas facetas porque siempre cambia en función de lo que pasa con el escritor inglés, y este hombre no se compromete a nada. Ella cambia conforme va el encuentro, pero fundamentalmente ella está sola, es frágil y a la vez fuerte como todos los frágiles, porque la fragilidad hace a uno fuerte, porque hay que ir más allá de los miedos.
“No sé si se puedan utilizar adjetivos y encerrarla en palabras, un ser humano es tan inmenso… Además, esta mujer cambia en función de sus dudas, sus preguntas, entonces no tengo ganas de poner adjetivos para ella; podría decir uno y su contrario inmediatamente. Ella camina con zapatos altos en el pavimento, donde es muy difícil caminar con tacones.”
–Lleva una carrera de más de 20 años como actriz, ¿cómo le han contribuido a su vida?
–He tenido mucha suerte de encontrar a grandes realizadores y amigos. La amistad hace que las películas sean más lindas en una carrera. Todavía estoy apasionada de explorar el alma humana a través de una película. Me gusta sostener una relación íntima conmigo misma y para el espectador es una manera de entrar en sí mismo también. En este sentido el cine puede ser muy importante en una vida.
–¿Qué busca en un personaje para encarnarlo?
–A veces, las razones en el momento que acepto la cinta todavía no son claras para mí. Es el espíritu que habla para una. Después, analizando el texto y ya haciendo el filme me pasa que entiendo por qué acepté. Hay una parte de intuición. También si el realizador me atrae, me dan ganas de realizar una película, con ellos hay como un matrimonio, una ósmosis, la magia se da en el momento; hay un escuchar que está más allá de sí mismo, más allá del realizador, más allá del actor. Y cuando puedo tener esa complicidad con el actor más allá del eco, entonces, se vuelve apasionante.
–¿Existe algún personaje que la haya marcado más que otros?
–Sí, hay varios; pero llega un momento en el cual una ya no sabe si fueron personajes que me palparon a mí o que tocaron a la gente, porque las personas te hablan de las películas y por ello al final tú sólo te acuerdas de esas, porque también hacemos esto para alcanzar a la gente, y para que esto vibre a través de ella.
Espera que Copia fiel “toque” al público mexicano, al cual no conoce.
“Sólo fui a México en una ocasión, tres días, fue una visita muy rápida para terminar una cinta”, añade.
–Es un relato muy universal.
–Sí, exacto, por eso le puede gustar a los mexicanos, y por la relación hombre y mujer. Es una relación mutante. La soledad todos la conocemos, incluso si estamos casados. También se aprecia la búsqueda del otro porque ella no deja de provocar al hombre y ponerlo en duda.
–Por cierto, ¿qué opina del narcotráfico y la violencia que padece México?
–La violencia siempre es muy triste, pero… No sé qué decir sobre eso.
En la mira de Cuarón
Copia fiel, hablada en francés, inglés e italiano, es el primer proyecto de ficción de Kiarostami rodado fuera de Irán. Las filmaciones Y la vida continúa, El sabor de la cereza y 10 lo situaron como uno de los realizadores más importantes de la cinematografía mundial. Además, forma parte de la Nueva ola del cine iraní e igualmente ha destacado como fotógrafo y poeta.
–¿Qué opina de que la obra de Kiarostami sea polémica?
–Es uno de los más grandes realizadores de hoy. Más bien provoca admiración, antes que polémica. Él no busca la polémica, sólo habla de temas que dan de qué hablar. Él se halla en una situación muy difícil porque no puede intervenir en la política, pero cuando uno hace un largometraje es político. Por eso se expresa con poesía y la fotografía, para que así nadie lo moleste.
–Usted dijo en Cannes que soñaba trabajar con este director.
–Al estar consciente de que él sólo rodaba en Irán y únicamente con actrices que hablaban farsi, sabía que tenía pocas oportunidades. Y se logró.
Kiarostami está comprometido en una relación amorosa con una pequeña cámara y, en consecuencia, labora únicamente con cine digital.
–¿A qué atribuye el éxito de la película Copia fiel en el mundo? –se le pregunta a La Binoche (como la prensa francesa la apoda cariñosamente).
–Cuando el equipo y los actores de un realizador van juntos y están concentrados en un tema fuerte y personal, íntimo, creo que tenemos más oportunidad de hacer reflexionar a las personas. En realidad, cuando algún largometraje constituye un logro eso es casi un milagro.
“¡Resulta tan difícil hacer una película buena y que funcione...!, Influye la alquimia, no todo depende de nosotros.”
–¿Qué opina del cine mexicano?
–Lo componen realizadores formidables. Le deseo mucha suerte al cine mexicano, espero que continúe dándole mucho al mundo e inspire a la gente y a los artistas.
Confiesa que sólo ha hablado con Alfonso Cuarón acerca de “hacer películas” y “en algún momento, eso quizá suceda”.
Compañera generosa
El cantante de ópera británico William Shimell nunca había hecho un largometraje. Mantarraya envió a Proceso un escrito donde platica su encuentro con el cineasta iraní en un ensayo operístico en Aix-en-Provence hacia el verano de 2008:
“Abbas y su asistente traductor Massoumeh Lahidji me dieron buena impresión. No hablo farsi y el inglés del realizador es una obra en progreso, pero no parecíamos tener mucha dificultad en entendernos. Yo estaba intrigado por sus ideas sobre la ópera Cosi fan tutte de Mozart y en particular sobre Don Alfonso, papel que yo interpretaba entonces. Me preguntó si había actuado en una película y le dije que no.”
“Pocos días después me dijo: ‘¿Te gustaría estar en un filme?’, le respondí que sí, que podría ser interesante. No pensé más en ello, pero resultó que él hablaba en serio. Sinceramente, si la oferta hubiera venido de cualquier otra persona, yo probablemente me hubiera negado con cortesía, pero disfruté muchísimo trabajar con él y sabía que estaba acostumbrado a trabajar con no-profesionales.”
Finalmente, admite que se sintió intimidado al saber que trabajaría con La Binoche:
“Pero una vez que empezamos los ensayos vi que Juliette estaba dispuesta a ayudarme, su generosidad y soporte fueron transcendentes. En realidad, todos fueron muy pacientes; de todas formas, encontré en el escritor que representé (James Miller) a un personaje simpático. Trabajar con mi boca cerrada fue un cambio refrescante, después de casi 30 años de llevar mis emociones cantándolas.”