"Memoria de mis putas tristes", sólo una historia de amor

lunes, 6 de junio de 2011 · 01:00

La cinta basada en la novela del mismo nombre Memoria de mis putas tristes, de Gabriel García Márquez, está concluida, pero no será sino a finales de año cuando se estrene. La protagonista es la actriz de 29 años Paola Medina, quien en entrevista disecciona a su personaje y extiende todos los elogios sobre la obra del colombiano, calificando las críticas que la asociaron a la pederastia como “un malentendido”.

MONTERREY NL, 6 de junio (Proceso).- Un viejo de 90 años y una muchacha se enamoran. ¿Qué tiene de malo?

La pregunta la plantea la actriz Paola Medina Espinoza, quien interpreta a Delgadina en la película mexicana Memoria de mis putas tristes, basada en la novela de Gabriel García Márquez.

En la cinta, de estreno tentativo para finales del 2011, la chica establece una relación inusual con El Sabio, un experiodista provecto interpretado por Emilio Echevarría.

“Es una historia de amor y qué bueno que se toquen estos temas. Está contada de una manera padrísima, preciosa. Todo está hecho con arte. Es una obra artística muy bonita. ¿Escándalo? No veo de qué tipo. El público mexicano merece películas como ésta”, dice la actriz nacida en el Distrito Federal.

Medina Espinoza forma parte del nuevo casting de la producción mexicana hablada en español y dirigida por el danés Henning Carlsen, de 83 años.

La cinta del Nobel colombiano relata la singular relación que sostiene el anciano con la chica, a través de la cual los dos encuentran revelaciones emocionales que no sospechaban.

Dice la joven actriz en conversación telefónica:

“El amor es el amor y uno no escoge de quién se enamora. ¡Que viva el amor! Esta relación no es común, pero sí pasa. Si de la casualidad de la vida surge que dos personas coincidan así, aunque estén muy distantes en edades, y realmente se aman, pues adelante.

“Es triste, porque una persona se va a morir antes y el otro va a vivir muchos años más que esa persona. Es nostálgico y melancólico, pero en ello no hay nada malo o turbio. Tampoco es imposible.”

En la novela, Delgadina tiene 14 años. En la adaptación cinematográfica que hizo el francés Jean Claude Carrière, no se menciona su edad.

Paola, sobrina de Ofelia Medina, quien tiene 29 años, interpretó el papel pensando en una chica virginal de 17 que acepta venderse, obligada por las circunstancias.

“La relación entre ellos es bonita, porque se enamoran. Es un momento de la vida de él donde tiene una catarsis. Los dos tienen su propia historia, él por algo habrá llegado al punto de pedir una niña para hacer algo a sus 90 años, y cuando él decide enfrentarse a sí mismo, es justo cuando encuentra a esta niña inocente, que tiene que prostituirse por necesidad, no por gusto.

“Es una chica que trabaja en una fábrica, tiene a su madre enferma y necesita dinero para medicinas. Entonces decide dar el paso por dinero para salvar a su mamá, y curiosamente corre con muy buena suerte con el señor, y ese hombre le atrae y se empieza a enamorar cada vez más, mientras él le lee y le escribe.”

El público encontrará en Delgadina a una muchacha valiente y noble que, a tan corta edad, está dispuesta a entregarse a él por motivos sentimentales, considera.

“Es una historia de amor al estilo García Márquez, bellamente dirigida por Carlsen y bellamente adaptada, es una obra que se llevará en el alma”, dice la intérprete quien, en la vida real, es casada y sin hijos.

Para no contaminarse con el personaje literario, Medina no leyó la novela antes de la grabación. De esta forma pudo construir su Delgadina emancipada del texto. Ahora que la película ya está terminada, leerá el célebre libro para conocer el sustento que ahí hay en de la mujer que interpreta en cine.

 

Después de la polémica

 

Memoria de mis putas tristes pudo terminarse felizmente después de pasar por un inicio accidentado.

En el 2008, Carlsen y Carriére presentaron el libreto a los inversionistas Raquel Guajardo, Leonardo Villarreal y Vicente Aldape, quienes formaron la productora Memorias del Sabio para levantar la película.

En el 2009 se hizo un intenso trabajo de preproducción con el plan de iniciar rodaje el 26 de octubre del 2009, y estrenarla en mayo del 2010.

El ambicioso proyecto tendría locaciones en Puebla, Distrito Federal y Veracruz.

En el papel protagónico estaban considerados los argentinos Federico Luppi y Héctor Alterio. La cubana Ana de Armas sería Delgadina. Geraldine Chaplin encarnaría a la matrona Rosa Cabarcas. Carlsen estaría al frente de la dirección. El danés ya había trabajado con la productora Raquel Guajardo en el 2007 en la cinta de corte político El Clavel Negro, que versaba sobre el diplomático Harald Edelstam, nacido en Dinamarca, quien salvó decenas de extranjeros atrapados en Chile durante la asonada de Augusto Pinochet.

Pero antes de dar el claquetazo surgió la polémica por el apoyo que había comprometido el gobierno de Puebla, encabezado entonces por Mario Marín, que había sido involucrado en un escándalo de pederastia.

Después alzó la voz la periodista Lydia Cacho, que se opuso al proyecto fílmico, con el argumento de que, en la novela, la intención falaz del vejestorio hacia la adolescente fomentaba la pederastia.

Los productores respondieron varias veces que el libro y la película eran diferentes. Que la obra escrita había servido de inspiración para una historia de amor cinematográfica en la que no asomaban perversiones, pues aunque no se mencionaba la edad de la muchacha, era evidente que Ana Armas no era una menor y que su apariencia era de una mujer joven.

De cualquier manera, la controversia ocasionó que se cayera el financiamiento de 20 millones de pesos que aportaría el Gobierno de Puebla. Otros inversionistas también se retiraron.

En preproducción se perdió un millón de dólares, de los 5 millones presupuestados.

Para levantar el proyecto de nuevo, tuvo que ser efectuado otro casting, al que acudió Medina en septiembre pasado. Carlsen le dio el visto bueno.

Con una formación mayormente teatral, el año pasado Medina hizo la obra La Orestíada. En teatro comercial estuvo en Las arpías. Trabajó en la cinta titulada Transit, producida por MTV Europa.

El actor mexicano Emilio Echevarría, conocido por su papel de El Chivo en Amores perros, de Alejandro González Iñárritu, se quedó con el personaje de El Sabio. Chaplin permaneció en el mismo papel.

Paola se enteró de las desventuras iniciales de la producción, que no le tocó vivir. Ahora que el producto ya estaba terminado, consideró que los problemas surgieron por malos entendidos, pues Memoria de mis putas tristes no se refiere al tema del abuso infantil, o de la relación de un hombre mayor con una menor de edad. Aunque hay desnudos es, repite, una historia de amor.

“Yo creo que fue una mala comunicación. En lo personal yo respeto mucho a los activistas cien por ciento, los admiro mucho y me considero parte de su causa, completamente”, dice la nueva Delgadina, en respaldo al activismo contra la pederastia.

La producción se repuso y se rodó a finales del 2010 en Campeche. 

Hubo numerosos cambios en el crew, pues un año después ya no estaban disponibles para seguir en el mismo proyecto.

La película fue filmada en formato de 35 milímetros y dura 92 minutos.  l

 

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