Las cenizas del escritor Eliseo Alberto serán trasladadas a Cuba
MÉXICO D.F.(apro).- Los restos del escritor Eliseo Alberto de Diego García Marruz, quien murió a los 59 años de edad, debido a complicaciones por una operación que le practicaron el pasado 18 de julio para un trasplantarle un riñón, fueron cremados este lunes.
De acuerdo con María José, hija del autor de La eternidad por fin comienza un lunes (1992), las cenizas de su padre serán trasladadas este mismo mes a Cuba, ya que ese, dijo, siempre fue deseo.
“Mi padre adoraba México, lo amaba, pero siempre su deseo fue descansar cerca de la casa donde nació, en Arroyo Naranjo, Cuba. Aunque el amor que le tenía a este país es muy grande, hay un sentimiento dividido, y yo sé que le hubiera gustado descansar en Arroyo”, puntualizó.
En entrevista con Apro, la hija de “Lichi”, como también era conocido el escritor, señaló que el traslado de las cenizas no será fácil, ya que “hay muchas cosas que resolver, sobre todo en cuestiones legales, por tanto yo creo que aproximadamente en 10 o 15 días estaríamos viajando a Cuba.”
Al preguntarle si alguna institución cultural mexicana o cubana ha planteado un homenaje para el periodista, editor y guionista de radio, televisión y cine, María José comentó:
“Se nos han acercado a dar apoyo en estos momentos difíciles, y como hija por supuesto que me gustaría que se le hiciera un reconocimiento, tenía muchos lectores y amigos que para él eran lo mismo amigos que lectores, pero por el momento no ha habido nada en concreto, creo que es muy temprano todavía.”
Sobre los trabajos pendientes de “Lichi”, señaló que tenía varios proyectos de novelas y de cine. “Dejó varias cosas inéditas, varios cuentos, una novela ya casi por terminar, que en caso de salir, supongo que tendría que pulirse. Hay cosas muy interesantes”, añadió.
El hijo del también escritor Eliseo Diego vivió en México desde 1990 y obtuvo la nacionalidad en el año 2000.
Entre sus obras poéticas destacan Importará el trueno (1975), Las cosas que yo amo (1977) y Un instante en cada cosa (1979). En novela, además de La eternidad por fin comienza un lunes (1992), resalta La fábula de José (2000).
En 1998 logró hacerse del primer Premio Alfaguara con Caracol Beach.