La ultraderecha y los ataques a la Semana Negra de Gijón

martes, 2 de agosto de 2011 · 13:07
La Semana Negra de Gijón, festival que año con año reúne en esta ciudad a escritores de novela negra, ficción científica, cómics y todo tipo de literatura vanguardista, está a punto de mudarse de sede. El motivo: la derecha recalcitrante representada por el nuevo gobierno municipal, con la Universidad de Oviedo como bastión, ha hecho todo lo posible para que el evento no se efectúe más. En entrevista con Proceso el escritor Paco Ignacio Taibo II, quien durante 24 años ha presidido el cónclave, asegura que ya recibió invitaciones de 12 ciudades europeas para realizar el encuentro del próximo año en una nueva sede. GIJÓN (Proceso).- La edición XXIV de la Semana Negra (SN) de Gijón se realizó del viernes 22 al domingo 31 en un ambiente enrarecido por fricciones entre los organizadores del festival y la nueva administración municipal emanada del derechista Foro Asturias. El escritor Paco Ignacio Taibo II, presidente de la SN desde hace 24 años, asegura que no permanecerá con los brazos cruzados ante esta situación, a la que calificó como “guerra de baja intensidad”. –¿Es posible que la Semana Negra se vaya de Gijón? –se le pregunta. –Sí, por supuesto, estamos a punto de irnos. La Semana Negra podría salir de Gijón, después de 24 ediciones, si las autoridades no rectifican en su propósito y persisten en atacar y limitar esta fiesta popular. Hay 12 ciudades europeas que nos están pidiendo que en la próxima edición nos mudemos para allá –dice en entrevista Taibo II, quien se reserva el nombre de los sitios que hacen las ofertas. La posibilidad de que la SN se marche de Gijón la comentan también algunos integrantes del comité organizador cercanos a Taibo II. Esta ciudad vio nacer a Paco Ignacio el 11 de enero de 1949. Su familia se marchó de aquí, cuando él tenía nueve años, para irse a vivir a México. La entrevista con el escritor se realizó el sábado 23, en la terraza del hotel Don Manuel, desde donde se ve la brumosa playa urbana de Gijón. En el establecimiento no sólo se hospedan los participantes de la SN, sino que se celebran conferencias de prensa y tertulias con los autores del género negro que acuden a esta cita anual. Según Taibo II, al término del festival se pondrán en la balanza sus aspectos favorables, sobre todo “la enorme respuesta ciudadana a la fiesta popular, con 1 millón de asistentes por edición”. Por otra parte, se ponderarán las fricciones con el nuevo gobierno local y con la Universidad de Oviedo. Según el escritor, ésta es reducto del pensamiento medieval. –¿Dónde y cuándo comenzaron los problemas? –se le pregunta al escritor. –Hace ocho años un vecino presentó una queja contra la Semana Negra por el ruido que ocasionaba. Y tenía razón. El problema se subsanó pero tuvo mala prensa, pues se le manejó de manera muy sensacionalista. Así comenzó, dice Paco Ignacio, un peregrinar por varios puntos de la ciudad en siguientes ediciones. El año pasado la anterior administración del ayuntamiento dispuso que una parcela municipal aledaña a la universidad se utilizara como parque ferial para todo uso. Fue ahí donde se instaló la SN 2011. El rector Gotor se opuso y argumentó que la SN afectaba a la universidad. Dijo que “solo estaba dispuesto a aceptar que se llevara ahí la parte literaria del festival, pero no la parte lúdica, el recinto ferial que incluye juegos mecánicos, como la rueda de la fortuna”. El pasado 11 de enero el rector aseguró que la institución académica no quería que se instalara una feria que dificultara el trabajo de profesores, alumnos e investigadores, ya que las actividades académicas concluirían el 31 de julio y los investigadores laborarían hasta agosto. Ese mismo día, el secretario general de la Universidad, Francisco Fernández, manifestó: “La SN causa un serio deterioro para la imagen institucional de una universidad que disfruta del sello de Campus de Excelencia Internacional”. “Pretenden apropiarse del predio. Pero, al margen de eso, no me van a decir cómo tengo que hacer un festival que llevo organizando durante 24 ediciones. Estamos hablando de un rector muy conservador, muy poco hábil, que no ha leído un libro en su vida. Por eso, en defensa de la Semana Negra, no hubo más remedio que entrar como toros en cristalería”, explica Taibo II. Litigios Desde que se supo que este año la SN se instalaría junto a la universidad, la rectoría emprendió una batalla legal. El primer juicio fue contra las autoridades locales que otorgaron el permiso, “por afectar el buen hacer de la universidad”. “Nosotros contestamos –plantea Taibo II– que en esas fechas los estudiantes ya están de vacaciones; tampoco se afecta la investigación porque la Semana Negra está abierta de cinco de la tarde a cinco de la mañana, y que en ninguna edición hemos tenido problemas serios con nadie. Hemos convivido con muchos vecinos, y les dijimos que no entendíamos cuál era su miedo a una fiesta popular. El juez nos dio la razón y desestimó la petición de la universidad.” Un segundo juicio fue para que no se instalaran las carpas, pero de nuevo el juez desestimó la demanda. Y el viernes 22, un día antes de la entrevista con el director de la Semana Negra, el titular del Juzgado Contencioso Administrativo Número 1 de Gijón rechazó un tercer juicio en el que se solicitaban medidas precautorias para impedir la realización del certamen cultural. En respuesta, el rector dispuso la construcción de una valla de unos cuatro metros de altura que abarca varios cientos de metros para cercar los límites del campus universitario. También colocó 25 guardias de seguridad privada para custodiar las inmediaciones de los terrenos universitarios. Según el escritor, este muro costo más de 70 mil euros. “Por ello, cuando lo empezó a construir yo ofrecí una conferencia de prensa en la que dije que la rectoría hacía un gasto inútil e innecesario si ocupaba ese dinero para cercar de una manera absurda sus propios edificios. Y que con ese dinero podría haber traído a la Sinfónica de Viena y nosotros le aportábamos el escenario, el sonido y el gran soporte que tenemos para que la sinfónica tocara de manera gratuita para el pueblo de Gijón. Y eso ocasionó una ruptura peor y creció el debate”. Y añade: “Yo en un año voy a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, organizada por la Universidad de Guadalajara. Voy a una feria del libro realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Ciudad Universitaria, donde el rector baja de su oficina a decir que le gusta mucho la banda de rock que participaba en ese momento. Entonces es absurdo que una universidad pública se oponga a la realización de un festival cuya fuerza literaria lo convierte en referencia mundial en su género, y que constituye la fiesta popular más importante de Gijón”. “Pretenden imponer su mentalidad conservadora, ñoña, primitiva”, dice Taibo II, quien encabezó esta fiesta desde el día 23, cuando el llamado “Tren Negro” trasladó a los participantes en el festival desde Madrid hasta Gijón. La feria literaria opera con una enorme carga simbólica asegura Paco Ignacio y mostró al corresponsal que la carpa de encuentros, el escenario principal donde este año se presentaron autores y obras de América, Europa y Medio Oriente, estaba enmarcada con una reproducción de enormes dimensiones de La Libertad guiando al pueblo, cuadro pintado por Eugéne Delacroix en 1830. “Ante los embates contra la SN –sostiene– este cuadro reviste un simbolismo impresionante, ya que La Libertad está invitando a la insurrección del pueblo. Continuamente recurrimos a un juego de símbolos; si algunos no se enteran, eso es otra cosa”, ironiza. Durante muchos años las administraciones socialistas y comunistas del ayuntamiento de Gijón apoyaron la organización de la Semana Negra; sin embargo, como ya se mencionó, las nuevas autoridades municipales pusieron todo tipo de trabas a la realización del festival. Asturias fue una de las comunidades autónomas donde la derecha tuvo un avance contundente en las elecciones del pasado 22 de mayo. A diferencia de otras poblaciones donde el Partido Popular (PP) arrasó, en esta localidad ganó Foro Asturias, un partido creado en enero pasado. El viernes 22, en una tirante recepción oficial del cabildo gijonés a los organizadores de la Semana Negra, Taibo defendió el modelo del festival y su vigencia después de 24 años. “Construyamos fantasía en un mundo en el que cada vez los límites de la fantasía se recortan y el destino no lleva a ningún lado”, expuso. En lugar de la alcaldesa, que no asistió al acto, el primer teniente de alcalde, Rafael Felgueroso, pidió a los asistentes que “se tenga en cuenta el esfuerzo que ha supuesto la colaboración del ayuntamiento para realizar la Semana Negra”. En varias ocasiones Taibo II interrumpe la entrevista. En una de éstas para propiciar la charla entre un autor español con una editora italiana. “Aquí se construyen muchas redes, pero todo es así en términos informales, no existe la formalidad de otras ferias”, justifica. –¿A qué se deben los desencuentros con el ayuntamiento? –Todo se combinó a partir del cambio de gobierno, pues durante largos años el municipio estuvo en manos de socialistas y comunistas. Ahora lo detenta un partido conservador. Hemos tenido varias confrontaciones públicas porque ellos argumentan que la SN es muy cara, y nosotros les hemos dicho que un concurso hípico que se celebra aquí, y que reúne a la vigésima parte del público que nosotros, es más costoso. Al tomar posesión, la alcaldesa señaló que el festival literario tiene un costo de 200 mil euros para el ayuntamiento; sus correligionarios aseguran que son 300 mil euros, cifras que Taibo niega. Asegura que el apoyo del ayuntamiento representa una tercera parte del presupuesto que maneja la SN, “pero es clave”. Prosigue: “Tú no puedes tener un festival de este tamaño sin que la ciudad te apoye, porque necesitas servicio de limpieza, que es de los mejores del mundo. Si lo tienes que pagar, ya te chingaste, donde inviertas sólo en eso, te hundes”. Agrega que es increíble que no se quiera apoyar a este festival que reúne a un millón de personas y representa una enorme derrama económica para la economía de la ciudad, además de que se ha convertido en referencia a escala mundial. “Creo que todo parte de una posición conservadora y pueblerina. Si no rectifican definiremos a cuál de las ciudades europeas que nos invitan habrá de mudarse la Semana Negra.” Balance A Taibo II le enorgullece haber cedido un espacio para que los jóvenes “indignados” del movimiento 15M instalaran una carpa. “Nos hemos distinguido por ser una propuesta cultural de izquierdas, claramente abierta a toda propuesta que venga desde la sociedad; por lo tanto teníamos que abrirle la puerta al movimiento”. El escritor hace un balance de los 24 años de la SN: “Ha sido una jugada durísima porque cuando empezamos la literatura que se producía en Latinoamérica después del boom, ni su madre la conocía. Había un bloqueo editorial, de ida y de vuelta. De Manuel Vázquez Montalbán sólo se editaron en México dos de sus libros; lo demás llegó por saldos de editoriales españolas mal vendidos, desordenados, estaba pasando algo inconcebible. “Fue un largo esfuerzo porque al principio a las editoriales de Barcelona no les interesaba promocionar a un autor que ellos mismos habían publicado en Colombia. Y a la inversa. Fue una labor de 24 años para tender puentes que ha dado ya un montón de resultados. “Un montón de libros han cruzado el idioma que nos separa y el océano que nos une, y hemos logrado darle poder a la literatura de género, a la policiaca, de ciencia ficción, de fantasía, al cómic, a la novela histórica. Todas ellas están muy bien consolidadas en ambos continentes.” Con las ocho editoriales que dominan el libro de escritura española, dice, existe una buena relación, porque “ellas saben cuál es el juego y no hay engaño: El nuestro es el único certamen cultural que no dominan las editoriales; si ellas quieren imponer a un autor y no nos interesa, pues les decimos que no tiene entrada, y hasta ahora han sido respetuosas, tengo que decirlo. “He visto una docena de festivales europeos cooptados por las editoriales y en cuanto los cooptan la ley del mercado es la que manda. Mientras que aquí ellas saben que puede participar un autor encumbrado lo mismo que uno que no conoce ni su madre, que sólo tiene una obra publicada.” Y apunta: “Si te preguntas por qué vienen y regresan los autores a Gijón, si por aquí no pasas para ir a ningún lado, la respuesta es que el festival los ha cautivado por nuestra cuota de informalidad, porque tenemos la cara de encuentro de escritores y otra de acceso de un gran público. Por las charlas nocturnas que se dan en estas terrazas, donde no se tiene que pedir permiso a nadie para sentarse con el autor de tu vida, te sientas y punto, no hay bloqueos. “Tenemos la suerte de que escritores que vienen y están aquí, como Ian Watson –autor de ciencia ficción y responsable del guión de Inteligencia artificial, película de Steven Spielberg– se conviertan en ‘embajadores’ de la SN, porque él fue quien gestionó que este año viniera Ramsey Campbell (autor de Los sin nombre, editorial Puzzle, llevada al cine) para sacarlo de su retiro. Son esas perlas que va dando el festival.”

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