Los Cojolites: "Sembrando flores"

lunes, 23 de enero de 2012 · 13:48
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Luego de cuatro años de silencio discográfico el grupo de son jarocho Los Cojolites, uno de los más famosos en el llamado son de escenario, presenta su nueva producción titulada Sembrando flores, versiones de sones tradicionales, pero también entregan tres nuevas composiciones hechas por el grupo Reflejo sobre su andar en la tradición del son. Ricardo Perry, director de Los Cojolites, cuenta a Proceso el sentir de su grupo y su aportación al son jarocho con las nuevas creaciones: “Nunca nos hemos propuesto componer algo específico nuevo. Nacimos dentro de una tradición y hemos convivido con ella. La tradición del son jarocho tiene bases sólidas y por eso se ha conservado durante más de tres siglos, en donde lo primordial es el fandango, la fiesta del son jarocho de nuestros pueblos.” Y añade: “El proceso de integración de sones nuevos es largo en el tiempo y sólo algunos se acoplan al sentido de la fiesta, que tiene formas propias de bailar y de ejecutar los sones. Lo importante de los grupos que trabajan en propuestas escénicas es que también vivimos la tradición de los fandangos y somos conscientes de que a través de la buena ejecución y el respeto a los músicos de las comunidades podemos aportar nuestra música en la noche de los fandangos.” Producido junto a Greg Landau (nominado cinco veces al Grammy por trabajos con Carlos Santana y Los Lobos, entre otros), viejo conocido del grupo quien ya había trabajado con ellos en su anterior producción No tiene fin, el compacto de Los Cojolites es la culminación de cuatro años viajando y tocando el son por varias partes del mundo. –¿La inclusión de alguien que no viene de la tradición del son no le resta pureza al trabajo de Los Cojolites? –No somos creyentes de una pureza del son jarocho en el sentido totalizador o conceptual que globalice todos nuestros actos, o la vida, pues el son se nutre del espíritu de los pueblos del sur de Veracruz. Somos parte de un momento en los más de tres siglos de existencia del son jarocho, en donde como necesidad de difundir e influir en el gusto y recuperación del son jarocho en nuestra vida empezaron a realizarse los encuentros de jaraneros, y que propusieron el escenario para divertir y enseñar en la gente las múltiples formas de tocar en toda la región del son jarocho. Los Cojolites asumen su responsabilidad como acto de escenario para mostrar el son jarocho a una mayor cantidad de personas y gozan de gran reconocimiento a nivel mundial (junto a Son de Madera y Mono Blanco), los tres grupos más representativos en esa modalidad. Comenta el también director del Centro de Documentación del Son Jarocho, que hace un par de años corría el peligro de desaparecer (Proceso, 1721): “Pensamos que los caminos de la música son como un cuerpo enorme de vasos sanguíneos que comunican a muchos en el conocimiento de la música. Entonces encontramos que nuestro recorrer de muchos años por California o Chicago, por poner ejemplos, nos ha permitido conocer esos vasos sanguíneos que mueven a los músicos de esos lugares, y que entre todos hacen más fácil que podamos tocar en foros diversos en ese país, nos sentimos cercanos a esas personas y a través del tiempo valoramos el papel que ellos tienen para convivir con la música. “Cuando vamos a esas ciudades somos bien recibidos y nos sentimos muy bien por este reconocimiento y por el aprecio. Quizá eso es lo que más nos emociona, el ser estimados con sinceridad en el extranjero.”

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