La Colección Stavenhagen se presenta en el CCUT de Tlatelolco

martes, 21 de febrero de 2012 · 13:55
MÉXICO, D.F. (apro).- Una sorprendente y valiosa colección se exhibe actualmente en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco: La Colección Stavenhagen de arte prehispánico. Estamos frente a un gran acontecimiento digno de celebrarse por las características particulares de la colección. Kurt y Lore Stavenhagen, padres del reconocido sociólogo Rodolfo Stavenhagen, habían conformado durante gran parte de su vida a partir de los años 40 dicha colección que ahora podemos disfrutar gracias a la donación que se realizó el año pasado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para formar parte del acervo del Museo de Tlatelolco. Con una museografía extraordinaria, íntima, precisa y bella, los visitantes se sumergen a un universo histórico y artístico, de una calidad extraordinaria, seleccionadas 504 piezas de dos mil que conformaban la colección particular. La curaduría estuvo a cargo de la doctora Mercedes de la Garza, quien logró ofrecer una lectura completa de todas las piezas procedentes de varias regiones del país, como Nayarit, Colima, Jalisco, Puebla, Veracruz, Guerrero, Campeche y la Ciudad de México antiguo. Dividida en varias salas se abordan diferentes temáticas: vida cotidiana, la expresión y el lenguaje corporal, hasta la vida y la muerte, todas unidas por el lazo estético del coleccionista. Se refleja de manera particular la cuidadosa selección que inspiró al coleccionista, pues las piezas consiguen atrapar no sólo por su belleza artística sino como fuentes de conocimiento de culturas vitales que encierran, como ha mencionado la crítica de arte Raquel Tibol, la esencia de lo erótico, dándole fuerza a ese arte. Todas las piezas, desde las maternidades, las parejas, los platos, etcétera, evocan sentimientos y emociones íntimas que conmueven por su vitalidad y actitud ante la vida. La mayoría de las piezas fueron realizadas en barro y piedra, todas ellas manipuladas por manos capaces de trasmitir emociones y sentimientos íntimos. Muchas de las piezas pertenecieron a las ofrendas, usadas como talismanes u objetos mágicos o fetiches; su belleza artística supera la utilidad que en su momento histórico exigía. Podemos ver danzantes, madonas, escenas de personas ante la enfermedad, hombres de dos cabezas, máscaras de viejitos, hombres, cangrejos, patos, amantes prodigándose caricias, músicos, así como la exaltación a la sexualidad; la virilidad se representaba con hombres de grandes falos, tema tratado de manera lúdica y vital. La exposición cumplió el sueño del coleccionista al compartirla con el pueblo de México para fomentar la cercanía de nuestro pasado. Recordemos, dijo Raquel Tibol, las palabras de Diego Rivera sobre su propia colección en el Museo Anahuacalli: “Devuelvo al pueblo lo que de la herencia artística de sus ancestros pude rescatar.” La muestra se complementa con material interactivo a través de diferentes programas digitalizados, sonidos e historias. Afortunadamente se realizó un catálogo editado por la universidad: Vivir entonces: creaciones del México antiguo, acompañado de fotografías y textos especializados en el tema. Puede ser visitada de martes a domingo de 10 a 18 horas en el CCUT, ubicado en AV: Flores Magón No.1, Col. Nonoalco Tlatelolco.

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