Dos historias breves en invierno

martes, 7 de febrero de 2012 · 13:40
MÉXICO D.F. (apro).- Hugo Arrevillaga y la compañía teatral Tapioca Inn refrendan el carácter trágico y al mismo tiempo esperanzador de la dramaturgia del autor franco-libanes-canadiense Wajdi Mouawad, con la puesta en escena de dos monólogos de su serie Cuentos Antinavideños: Cuchillo y Un Obús en el Corazón. Al igual que en sus obras “grandes”, como en la trilogía que integran las ya célebres Litoral, Bosques e Incendios, en estos textos breves Mouawad viaja al interior de sus personajes, para extraer sus sentimientos más profundos, la huellas del pasado que determinan su presente, experiencias transformadoras que comparten con el espectador. Cuchillo es un texto que, con humor negro e ironía, cuenta la historia de un sexoservidor al que le gusta guardar siempre en el fondo de su bolsilllo un cuchillo, por lo que se pueda ofrecer. Con lujo de detalle cuenta sus experiencias y sensaciones al ofrecer sus servicios de sexo oral, casi con la inocencia y la naturalidad de un niño. “Un cuchillo es una gran bendición. Tener uno en la mano es tener la parte metálica de la vida, su parte fría, su parte rígida, dura, fuerte, concreta”, afirma este sórdido personaje a través del cual Mouawad nos muestra que, aun en un alma atormentada como ésta, existe la necesidad de un poco de paz y de mantener viva una ilusión, representada en esta ocasión en la figura de Santa Claus. Este espectáculo se presentó en el Foro A Poco No junto con Un obús en el corazón, obra basada en el hecho real de cómo ocurrió la muerte de la madre del propio Wajdi Mouawad y que el dramaturgo transforma en una entrañable historia que transita desde las profundas huellas de dolor en la infancia, la relación madre-hijo, los efectos de la guerra, hasta la reconciliación con la vida a través de la belleza. Aunque el texto cae por instantes en el tedio, en general se trata de una obra de gran capacidad expresiva que logra tocar fibras sensibles, como el deseo que muchos tenemos de haber conocido mejor a nuestros padres, o la transformación del llanto de dolor en vida que se sale por los ojos en forma de agua. Javier Oliván, Raymundo Elizondo y Adrián Vázquez, integrantes de Tapioca Inn, ofrecen un excelente trabajo actoral, apoyados en la traducción de los textos realizada por Huberto Pérez Mortera, la escenografía de Auda Caraza y Atenea Chávez, y la dirección de escena y adaptación de Hugo Arrevillaga. Para Arrevillaga, principal impulsor del conocimiento de la obra de Mouawad en nuestro país, se trata de dos textos muy importantes que reiteran la exploración que este autor ha hecho a cerca de la memoria, la infancia y la necesidad de curar y sanar heridas del alma. De esta forma la compañía Tapioca Inn, liderada por Hugo Arrevillaga, continúa con una exitosa trayectoria que inició en 2001 a partir del entusiasmo de un grupo de jóvenes egresados del Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que desde sus años escolares reconocieron la importancia y urgencia de gestar proyectos que les permitieran desarrollar plenamente sus necesidades artísticas, hacerse de una voz propia como generación y llevar a escena historias a través de lenguajes escénicos contemporáneos y afines a las nuevas generaciones.

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