Los Coppola y Nino Rota: La música de El Padrino
MÉXICO, D.F. (apro).- Para la edición conmemorativa en DVDs de alta definición, restauración digital y formato Blu-ray de la trilogía fílmica del director cineamatográfico Francis Ford Coppola, El padrino, cuya primera cinta protagonizada por Marlon Brando y Al Pacino se proyectó hace justamente 40 años, Paramount Pictures sacó a finales de 2011 un paquete con tres discos digitales con las tres películas remasterizadas y uno más de cuatro horas, con información extra de dicha saga a partir de la novela de Mario Puzzo.
Entre los materiales “bonus” del paquete conmemorativo (The Godfather. The Complete Restauration, Paramount 13864) se añaden varias escenas excluidas de las tres películas y diversos comentarios del cineasta, actores y participantes, así como el apartado “Detrás de las escenas” que incluye “La música de El Padrino”, en torno al trabajo de los compositores Nino Rota y Carmine Coppola para los diversos temas de las cintas y respectivos soundtracks.
Hacia enero de 1972, Francis Ford Coppola viajó a Italia para reunirse con Nino Rota, quien había sido uno de los colaboradores musicales más importantes de las películas del célebre director italiano Federico Fellini, llevando consigo su nueva grabadora de cassettes encendida en el piano de Rota con la que captó aquella reunión.
--¿Cómo va el vals? --pregunta Coppola.
Mientras Nino Rota toca un vals rápido, aparecen dos escenas de la primera película, primero con Marlon Brando como Don Corleone bailando aquel vals, en la fiesta del cumpleaños de su hija y, después, con Michael Corleone (Al Pacino) en su boda siciliana. Vemos que es la música de la partitura escrita a mano cuyo título en inglés dice: “Corleone’s Walse (Waltz)”, o sea, “El Vals de Corleone”. El cineasta comenta, entonces:
--La primera vez era más lento. Esta versión es mejor…Quizá debería de ir con la mandolina cuando hieren a Don Corleone. Toca la frase del vals como la hiciste antes.
Nino Rota interpreta entonces la versión anterior en tonos de suspenso trágico y se ve la escena cuando El padrino cae baleado en la calle sobre su auto y su hijo Freddo llora.
--¡Ese acorde! Es muy poético. Se intensifica… ¡Genial! Es más abstracto… Si aún fuera más abstracto…Para que se diera en la construcción del vals y en otras armonías, pero más prolongado, más largo…La melodía del vals es realmente muy hermosa y quizá deberíamos de usar la frase un poco más, por ejemplo, cuando Michael Corleone va a cuidar al Don en el hospital…
Aparece entonces la partitura “The Halls of Fear (Michael’s Theme)”, que significa “Los pasillos del miedo (Tema de Michael)”. Coppola pregunta:
--¿Qué íbamos a usar cuando él camina en el hospital vacío?
Rota intercala al piano el fraseo del “Vals de Corleone” con el “Tema de Michael”, y silba las melodías al tiempo que sugiere:
--Podríamos mezclar esto también.
Después, Coppola le pide interpretar la música que compuso para la escena del viaje de Robert Duvall (el consejero irlandés de Vito Corleone) a Hollywood para tratar de convencer a cierto productor celoso de Wolf International Pictures (y poseedor de una millonaria cuadra de caballos pura sangre) que le otorgue un papel estelar cinematográfico a Frank Sinatra (Johnnny Fontaine, en la novela y el filme):
--Toca “Yendo a Hollywood”.
Rota interpreta esa composición, que al final intercala con las notas de “El tema de Michael”, para regocijo de Coppola:
--¡Me gusta, me gusta ese tono…!
--Quiero terminar eso. Dejémoslo abierto --expresa Nino Rota.
Finalmente, la cinta grabada de la conversación musical reproduce el momento cuando Rota ejecuta “Sin lágrimas para Tessio”, con elementos muy similares a las ideas experimentadas en “El tema de Michael” con “Vals de Corleone” y “Yendo a Hollywood”. Coppola le recomienda al maestro:
--Ve a descansar. Mañana vemos la película y la terminamos con toda la música.
(Un importante cambio musical de última hora se realizó para la escena del empresario hollywoodense cuando él despierta, al amanecer, en su mansión, con la cabeza de su caballo pura sangre entre las sábanas, con el toque funerario de una fanfarria, en otra explicación del paquete de DV Ds acerca de tal secuencia en El Padrino 1.)
En el apartado sobre Carmine Coppola, padre de Francis Ford Coppola, éste comenta:
“Carmine trabajó en la música de todas las películas de El padrino, él y mi madre me suplicaron poder participar en el rodaje de la primera…Mi papá siguió escribe y escribe canciones sin descanso, era un hombre con gran talento y se había esforzado tanto en su carrera, así que en El padrino parecía ser su oportunidad para hacerse famoso y así fue.
“Ganó un Oscar por El Padrino y escribió un mundo de partituras exitosas y el célebre Napoleón. Así que El padrino fue un gran logro para él. Me alegra que haya alcanzado el triunfo a una edad tan avanzada.”
A su vez, el padre de Coppola expone en el DVD:
“Cuando trabajamos no lo hacemos como si fuéramos padre e hijo, sino como compositor y cineasta, así que es una relación profesional. Francis, y no lo digo porque sea su papá, es un hombre muy talentoso y exigente, sabe lo que desea pero lo pide de modo agradable y bastante razonable.”
Una escena de Carmine Coppola niño aparece en El padrino 1.
“Yo escuché de mi padre por boca propia que él trabajaba con mi abuelo Augustino Coppola, quien fue maquinista, fabricante de herramientas, y era además un armero en el ejército italiano. De cuando en cuando los matones acudían a él para que les puliera sus pistolas, en aquel taller donde dice mi padre que trabajaba también de niño, y que vio a aquellos matones llevarle armas y que mi abuelo le pidió que les tocara a esos pistoleros una melodía en su flauta de madera.
“No sé si yo me fabriqué esa fantasía o si mi padre decía la verdad de aquella historia, como quiera que haya sido yo quise poner esa secuencia del relato en la secuela de El Padrino, la melodía la había escrito mi padre y estoy seguro de que aún si él inventó aquel cuento, seguramente que deseaba ver ese momento suyo tocando de niño para los matones italianos en un montaje.”
Nino Rota y Carmine Coppola son sólo dos personajes anecdóticos en la extensa cadena musical tras cuatro décadas de la trilogía El padrino.