El vasto acervo del IAGO, una obra de Toledo

martes, 10 de abril de 2012 · 17:44
MEXICO, D.F. (apro).- Poseedor de uno de los fondos bibliográficos sobre arte más importantes del país, así como de un vasto acervo de obra gráfica, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) es una de las instituciones creadas por Francisco Toledo, a través de la Asociación Civil José F. Gómez, organizada y presidida también por el pintor juchiteco. Su director Guillermo Fricke indica que hay una importante colección de gráfica española con piezas de Joan Miró, Pablo Picasso, Antonio Saura, Eduardo Chillida, Antoni Tàpies. Cuenta asimismo con una colección de gráfica novohispana, una gran cantidad de placas originales, obras del Taller de la Gráfica Popular y piezas de los caricaturistas y grabadores José Guadalupe Posada y Manuel Manilla. En entrevista con diversos medios, en San Agustín Etla, donde se celebró hace un par de semanas el sexto aniversario del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), impulsado también por Toledo, destaca que se tiene además “todo del maestro Toledo”: Autorretratos, y obras realizadas en talleres de impresión de Europa y México. Son alrededor de mil piezas del pintor oaxaqueño y unas siete mil de diferentes artistas, y pinturas. Son ocho mil obras en total. Se considera que su colección de arte mexicano es una de las más grandes pues abarca desde el arte rupestre, arte prehispánico, colonial, moderno y contemporáneo. También posee cerca de treinta facsímiles de códices. En la parte internacional, se puede decir que hay obra de diferentes países, artistas, técnicas, estilos y movimientos artísticos. El IAGO abrió sus puertas en noviembre de 1988 en una antigua casa del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca construida en el siglo XVIII y donada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Se ubica en la calle de Macedonio Alcalá, a un costado de la Plazuela del Carmen y frente al convento de Santo Domingo de Guzmán, actualmente Museo Regional de Oaxaca. Aunque no es un recinto museográfico de grandes dimensiones tiene una vida cultural intensa, con diversas exposiciones para las cuales se destinan cinco salas del lugar. Hay un patio central decorado con plantas de la región y un servicio de cafetería donde se ofrecen platillos de la gastronomía local. Hay que recordar que Toledo es un promotor de ella y en 2002 se opuso al establecimiento de un McDonalds en pleno centro de Oaxaca organizando desayunos con los tradicionales tamales oaxaqueños característicos por su hoja de plátano. La biblioteca ocupa un espacio importante de la antigua casona. Abarca tres salas. Su acervo reúne más de 66 mil volúmenes entre libros, catálogos, revistas, folletos, repartidos en dos sedes, la de Macedonio Alcalá y la de Avenida Reforma. Abarca temas como cine, fotografía, pintura, dibujo, escultura, arquitectura, bellas artes, historia, teoría y ensayo. En Reforma sólo hay literatura, música y poesía. El acervo está en constante incremento a través de nuevas adquisiciones hechas por el propio Toledo o con donativos: “El ritmo de crecimiento y la actualización que la Asociación Civil José F. Gómez mantiene para su Biblioteca --dice su información-- le ha permitido duplicar cada año el fondo inicial de libros. Hablar de números puede resultar intrascendente, pero en este caso, significa que se trata de un organismo en pleno crecimiento: se adquieren publicaciones que cubren los diferentes aspectos del arte que interesan a la Biblioteca, bajo los criterios de calidad; significa también la incorporación de temas, materiales y zonas geográficas que antes no se habían tomado en cuenta y la ampliación y actualización de los que ya se manejan con anterioridad, lo cual se traduce en el enriquecimiento constante de la colección, para atender la demanda de su comunidad de lectores, en continuo crecimiento, quienes también hacen sugerencias respecto a libros que son tomadas en cuenta para su adquisición inmediata. Mantiene suscripciones a revistas especializadas en las diferentes ramas del arte.” A decir de Fricke hay además importantes libros antiguos y raros. Hace unos días explicó a los medios que el sistema de “estantería abierta” que funciona en esta biblioteca-museo parece haberse traducido en un posible problema. Permite a los usuarios escoger el libro de su propia mano y si cuenta con credencial de esta biblioteca puede llevarlo a su casa. Ahora, denunció, se han percatado del mal uso de algunos lectores pues se encontraron en la librería de viejo Mompracem con un lote de 43 volúmenes sustraídos de este acervo. Los libros fueron recuperados pero en realidad no se tiene la certeza de cuántos más han sido robados, sólo se sabe que es la biblioteca del IAGO ubicado en Avenida Juárez el que más perdidas reportó. Toledo decidió exhibir como pieza del mes del IAGO los libros robados, El robo ya se encuentra bajo investigación por parte de la Procuraduría General de la República, según informó Fricke a Noticiasnet. Por su parte, el Instituto está haciendo un inventario y aunque no anuncia medidas especiales para prevenir estas acciones, el director adelantó que se continuará con el requisito de no introducir mochilas o bultos a las salas de la biblioteca. En un documento publicado en Facebook del IAGO, Mompracem se deslinda del hurto: “Lamentamos lo que ahora ocurre y nos deslindamos de la gente que roba libros en cualquier biblioteca. Pero también nos indignan ciertos comentarios que, sin ningún conocimiento de causa, nos acusan y ponen en duda nuestro trabajo con la difusión de la cultura y nuestro respeto por la lectura ya sea en bibliotecas o brindando acceso a ella mediante libros de segunda mano que son, claramente, más accesibles a públicos amplios.” Explica asimismo que la librería es un proyecto contracultural “que va más allá de ser una simple tienda de libros” pues tiene también una editorial llamada Pez en el Árbol y pronto abrirá la Biblioteca Autogestiva Espiral en la colonia Popular de la Ciudad de la Ciudad de Oaxaca. “Mompracem Libros vende libros muy baratos (nuevos y usados) y ha organizado presentaciones de libros y diferentes eventos culturales en el mismo IAGO, en la Plazuela del Carmen y en el Café Lobo Azul, además de haber donado al mismo IAGO libros que la editorial produce. Somos un colectivo de personas que tenemos como tarea difundir la cultura, por eso nos indigna que se insinúe que formamos parte de algún círculo de personas que tienen la osadía y la cobardía de ‘robar libros en Bibliotecas’. Brindamos nuestra solidaridad al IAGO y volvemos a ratificar nuestra disposición y voluntad de que esto no suceda, para lo cual, necesitamos la colaboración de estas bibliotecas, pues no tenemos otra manera de detectar algún libro robado, más que si se nos comunica que ha habido pérdidas en dichos acervos.” Donación El IAGO cuenta también con una colección de películas en formato de video VHS, con más de 600 obras, la mayoría en idioma inglés, pero también en francés, alemán e italiano. En su cineclub El Pochote se proyectan varias de estas películas. Se suman más de tres mil fotografías del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (fundado en 1996), cuyas instalaciones no se encuentran en el IAGO sino en otro histórico inmueble de la calles de M. Bravo y García Vigil. Hay, a decir de Fricke, imágenes de Manuel y Lola Álvarez Bravo, Graciela Iturbide, Josef Kudelka, Nacho López, Agustín Jiménez, Abbas Attar, y Edward Weston, estas últimas obsequiadas por un nieto del fotógrafo. Un año después de la apertura de este centro, en 1997, se inauguró la Fonoteca Eduardo Mata, que es parte también del IAGO. Cuenta con más de 6 mil volúmenes de discos, videos, cintas grabadas, libros, revistas, catálogos y partituras. Fricke comenta que el IAGO trabaja con todo el acervo, incluyendo la colección de obras de Toledo. Se organizan exposiciones tanto en sus espacios como con el fin de que itineren por diversas ciudades. Recientemente, menciona como ejemplo, se presentó una en la Casa de la Cultura de Tehuacán, Puebla, de gráfica española. Por lo general, agrega, no se pide nada a cambio de enviar una muestra, organizada y curada por el IAGO puesto que “lo que quiere el maestro Toledo es que se difunda, que llegue a la gente que no tendría oportunidad de ver este acervo, sino trasladándose a otros museos”. El acervo, continúa Fricke, no tiene un límite histórico, “realmente el maestro ha coleccionado lo que a él le ha gustado, por ejemplo la mayor colección de Ensor en el país, está en Oaxaca y es de Toledo, y se ha prestado a museos como el Dolores Olmedo para una gran exposición. Ellos trajeron las pinturas y nosotros prestamos los grabados”. Expresa que la voluntad de Francisco Toledo es donar todo su acervo al Instituto Nacional de Bellas Artes, pero su condición es que no se disperse y permanezca en las propias instalaciones del IAGO en Oaxaca como parte de la Fundación José F. Gómez. Ahora están en proceso de catalogación, y hablarán con Alejandra de la Peña, subdirector de Patrimonio Artístico del INBA para ver los detalles jurídicos de la donación. Han pedido un presupuesto de 8 millones de pesos a la Cámara de Diputados para construir una bóveda para el resguardo de los materiales, pero hasta el momento no les han dado una solución. Y puntualiza que Toledo no tiene la intención de vender el acervo, sino entregarlo de manera gratuita a Bellas Artes. “Dependería administrativamente del INBA, se quieren definir los parámetros, pero la idea es donar todo, que cuando él ya no esté quede en buenas manos, controlado, aunque no se sabe bien todavía como quedamos jurídicamente.” Entre las exposiciones que próximamente realizará el IAGO, el director anuncia una de Sergio Hernández, quien pertenece a una generación posterior a Toledo, “es más joven y se ha dedicado a exhibir fuera de México… Ha trabajado mucho en el IAGO y forma parte de Pro-Oax”, concluye.

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