Encabeza Sicilia un minuto de silencio ante 50 mil personas en el "Wirikuta Fest"
MÉXICO, D.F. (apro).- El poeta Javier Sicilia llamó a los 50 mil asistentes al Wirikuta Fest a guardar un minuto de silencio porque Wirikuta significa “un rostro de dolor de la nación detrás de las humillaciones a los pueblos indios, la guerra que lleva 60 mil muertos, 20 mil desaparecidos y 250 mil desplazados que por miedo se van del país”.
Expresó que el grito más fuerte es el del silencio. Al finalizar los 60 segundos, hubo aplausos.
“Su paz, su fuerza, es la democracia de esta nación, no lo olvidemos. Fuera la minera de Wirikuta”, subrayó tras ser invitado por Rubén Albarrán, de Café Tacvba y el Colectivo AHO, organizador del concierto.
También estuvieron representantes nativos de Cherán, Michoacán, quienes pidieron un alto a la tala clandestina de bosques.
Denunciaron que en esa área michoacana existe una pérdida del 60% de bosque por este problema.
Enseguida, el público coreó: “¡No están solos!”, “¡no están solos!”, “¡no están solos”…
La cantante de la agrupación Sonidero Meztizo, Moyenei, destacó que por primera vez en un concierto “se reúne la espiritualidad, el activismo social y la cultura”.
Sonidero Meztizo en su tocada hizo una remembranza de las marchas que se han llevado a cabo en contra de la violencia, “tocando las heridas más profundas de la sociedad”.
Y exigió “retroceder en la venta del desierto sagrado de Wirikuta”.
Y concluyó que “era mejor que el dinero que hasta el momento se ha invertido en armas y en la lucha contra el narcotráfico, se use para invertir en la educación”.
Pero cuando en el estrado estuvieron todos los músicos y cantantes del Wirikuta Fest, corearon una y otra vez:
“Queremos paz” y “Wirikuta no se vende”.
Después Calle 13, con su música urbana de Puerto Rico, sorprendió con otro invitado, el cantante Zack de la Rocha, de la agrupación estadunidense Rage Against the Machine.
Luego, René Pérez, de Calle 13, lució en su espalda “Yo soy 132”.
Cuando llegó el momento de Café Tacvba, mandó un saludo al movimiento “Yo soy 132” y a los pueblos originarios. Gritó: “No queremos más violencia.”
Rubén Albarrán finalizó:
“Entre todos nos abrazamos y queremos”.
Las energías de los jóvenes no decayeron en ningún momento. Aguantaron hasta el cierre con Enrique Bunbury y Caifanes.
Estos artistas se sumaron al grito masivo “Wirikiuta no se vende, se ama y se defiende”.
En tanto el Frente de Defensa de Wirikuta pidió salud y paz para todos.
Pero advirtió: “Venceremos al gobierno”.