"Terror en Chernobil", de Parker, llega a México
MÉXICO, D.F. (apro).- Terror en Chernobil es una historia original de Oren Peli (guionista y productor nativo de Israel que llegó a Estados Unidos a los 19 años de edad), quien aterrorizó al público con su inolvidable thriller Actividad paranormal.
El nuevo filme, Terror en Chernobil, muestra a un grupo de seis vacacionistas, quienes en busca de nuevas emociones, contratan a un guía de turistas “extremo”. Ignorando todo tipo de advertencias, el guía los lleva a la ciudad de Pripyat, hogar de los antiguos trabajadores del reactor nuclear de Chernóbil, pero que es un pueblo fantasma desde el desastre ocurrido en ese lugar hace 25 años.
Después de explorar brevemente la ciudad abandonada, el grupo descubre que no están solos.
Brad Parker hace su debut como director en Terror en Chernobil, a estrenarse en México el próximo 13 de julio. El guión fue escrito por Oren Peli, Carey Van Dyke y Shane Van Dyke, basado en una historia de Peli, quien también es productor, al lado de Brian Witten. Richard Sharkey, Rob Cowan, Andrew A. Kosove, Broderick Johnson, Allison Silver, Milan Popelka y Alison Cohen son los productores ejecutivos.
El filme, distribuido en México por Videocine, reúne a los actores Ingrid Bolso Berdal, Dimitri Diatchenko, Devin Kelley, Jesse McCartney, Nathan Phillips, Jonathan Sadowski y Olivia Taylor Dudley.
El equipo detrás de cámaras incluye al director de fotografía Morten Soborg, al diseñador de producción Aleksandar Denic, al editor Stan Salfas, al supervisor de efectos especiales Mark Forker y a la diseñadora de vestuario Momirka Bailovic. La música corre a cargo de Diego Stocco.
Esta basada en un lugar real. Ucrania, 26 de abril de 1986. El reactor número cuatro de la planta nuclear de Chernobil estalla, liberando contaminación radioactiva a la atmósfera en una cantidad superior a 400 bombas atómicas. Se trata de una fusión nuclear de proporciones catastróficas, la peor en toda la historia, clasificada como un evento de nivel 7 en la Escala de Eventos Nucleares.
Pripyat, la ciudad que da albergue a todos los trabajadores de la planta y sus familias, es desalojada de la noche a la mañana, obligándolos a dejar atrás todas sus posesiones dentro de sus hogares, así como las fábricas, parque de diversiones, escuelas y tiendas que daban servicio a los casi 50 mil residentes. Inicialmente se les plantea el desalojo como una medida temporal, pero Pripyat permanece deshabitada hasta ahora.
La trama
Es Europa Oriental en la actualidad y seis vacacionistas de veinte años de edad aproximadamente, se anotan para un “tour extremo”. Su destino: La ciudad ucraniana de Pripyat. A pesar de las advertencias de no entrar, su guía los lleva dentro del área desértica, pidiéndoles en todo momento que no se separen.
Peli se inspiró de nueva cuenta mientras realizaba una actividad cotidiana, navegar en internet:
“La idea de Terror en Chernóbil me vino cuando observaba una foto posteada por una niña que se encontraba de viaje por Pripyat en su motocicleta. Esa fue la primera vez que escuché acerca de Pripyat, de cómo había sido evacuada de la noche a la mañana, dejándola tal y como se quedó: un pueblo fantasma fuera del tiempo y la historia, básicamente sin cambios, salvo por los efectos en la naturaleza y los animales. Pensé que el lugar era hermoso, cautivante y te dejaba esta sensación de tristeza. Sería el lugar perfecto para una película muy escalofriante”.
Discutió el proyecto con su amigo productor Brian Witten, quien recuerda: “Después de que Oren me contó su idea, de inmediato me fui a la casa y comencé a investigar sobre Pripyat. Quedé abrumado por la historia y el aspecto visual que ofrecía, así que insté a Oren a llevarla a cabo.”
Según Peli, su investigación desenterró los rumores de que había algunas personas que se habían negado a salir y que se quedaron a pesar de los altos riesgos de la radiación:
“Así que, con esa información y el hecho de la vida salvaje que se encontraba vagando por el lugar sin interferencia humana, me ayudó a considerar qué podría pasar durante un tour extremo en Pripyat.
“El turismo extremo, también conocido como turismo de impacto, es un nicho dentro de la industria que involucra el viajar a locaciones inhóspitas en montañas, desiertos o cuevas. También puede incluir el participar en actividades que conllevan riesgo, como nadar con tiburones o saltar de una cascada. Entre más grande es el riego, mayor la descarga de adrenalina.
“Funciona muy bien para la gente que no quiere ir a museos o echarle un vistazo al campo desde un autobús. Ellos quieren emociones, arriesgarse haciendo cosas alocadas que el 99% de la gente jamás haría”.
Peli combinó las inolvidables imágenes del pasado de Chernóbil con el concepto actual del turismo extremo para crear esta película de terror.
En la trama, al principio el grupo es alejado por los guardias locales del lugar, quienes le indican al guía que el lugar está cerrado por mantenimiento. Expedito y determinado a darle valor a su dinero más allá de un reembolso, el guía los lleva por una ruta detrás del bosque que no se encuentra vigilada. Después de pasar un par de horas explorando la fascinante ciudad fantasma, deciden irse, sólo para descubrir que su vehículo ya no enciende y no pueden regresar. A medida que la noche avanza, se vuelve evidente que alguien o algo los está vigilando.
¿Estás seguro de que no hay nadie aquí?
Una vez que Peli desarrolló más su idea, él y Witten convencieron al director Parker, quien junto con el equipo de escritores Shane Van Dyke y Carey, se pusieron a laborar el proyecto de Peli.
Witten aporta:
“Supimos desde nuestra primera reunión que Brad que era nuestro hombre. Aunque no había dirigido un largometraje antes, tenía una idea muy clara de cómo hacerlo.”
En tanto, el director “quería hacer una película que atrapara y no soltara al público hasta los créditos. El Pripyat en nuestra historia es un lugar embrujado. La idea de estar en ese lugar completamente solo es atemorizante, pero el hecho de no estar solo es aún peor”.
Decidieron filmar en un estilo casi documental. Para ello, mucho de lo que decían los actores tuvo que ser improvisado. De hecho, gran parte del guión fue perfeccionado de lo que se decía en los ensayos, para poder crear un efecto de autenticidad.
Los realizadores incluso introdujeron un elemento sorpresa en el set, manteniendo al elenco en completa oscuridad mientras que sucedían cosas fuera del guión para poder capturar sus reacciones naturales ante los aspectos más escalofriantes de la historia.
Parker sintió que esta técnica, de dejar vulnerables a los personajes en una locación remota, con una amenaza que no podían ver, ayudaría a elevar al límite la experiencia terrorífica.
Para añadir realismo la producción filmó en Europa Oriental, en Belgrado, Serbia y en las afueras de Budapest en Hungría.
“Fue necesario crear dos mundos”, comenta el diseñador de producción Aleksandar Denic, y sigue:
“El mundo contemporáneo de hoy y un mundo detenido en el tiempo que sufriera los efectos de la descomposición, era importante retratar. Estuvimos filmando en túneles muy claustrofóbicos por debajo de Belgrado, de los cuales se dice que fueron utilizados como una base Nazi secreta para el frente africano durante la SGM.”
El director Parker complementa:
“Aleksandar hizo un fantástico trabajo logrando que una fábrica de tractores serbia y una base aérea húngara fuera de servicio, se vieran justo como Pripya. Era viable que la gente creyera que de hecho filmamos en el lugar. Su trabajo es asombroso”.
El cineasta, quien tiene toda una historia en efectos visuales, quiso utilizarlos con algo de moderación en la película, para lo cual acudió a su antiguo colaborador Mark Forker:
“Mark es alguien en quien puedo confiar sin problemas para obtener respuestas bien meditadas a problemas difíciles, sin mencionar que es alguien en quien te puedes respaldar para resolver situaciones que ameritan fotorrealismo”.
Mientras Forker estaba ansioso de contribuir a la película: “Me gustó la idea ya que tenía una base histórica y una sensación de documental que se combinan con aspectos terroríficos”.
Además de mejorar los escenarios y ubicaciones visualmente, el equipo de efectos visuales mejoró el trabajo que el departamento de maquillaje hizo, y no sólo en los personajes humanos. “Hicimos algo de nuestro trabajo con unos pocos perros para hacerlos parecer mutilados, sin pelo, magullados y enmarañados”, comparte Forker
Los perros a los que Forker hace referencia están entre los animales que viven de todo aquello que pueden encontrar en Pripyat, y media docena de turistas se ven muy apetitosos para ellos.
La tropa canina no fue el único elemento desconcertante en el set. Aunque las condiciones eran generalmente claras, el rodaje tuvo lugar en noviembre pasado y por lo tanto hacía mucho frío. “Estaba helando”, platica Peli:
“Todos en el equipo estaban abrigados con colchas y nos reuníamos en torno a los calentadores, pero los actores tenían por lo general que recostarse en el piso a la mitad de noche por horas, cuando estábamos a menos 7 grados. Fueron grandes profesionales en esos momentos.”
El responsable de plasmar las tomas en el celuloide fue el director de fotografía Morten Soborg, a quien Parker se refiere como “un maestro de la quietud, dueño de la técnica fotográfica portátil y un verdadero artista”.
Peli informa que a los turistas nadie “viene a ayudarlos”, y hay algo en ese lugar que quiere cazarlos. Ellos no saben lo que es o cómo defenderse de lo que los acecha. Las cosas comienzan a empeorar cada vez más, lo que con suerte para el público significa que todo se va poniendo cada vez mejor.
Parker debuta como director con este largometraje. Antes de dirigir largometrajes, fue director de la segunda unidad, así como supervisor de efectos especiales para el director Reeves en Let me in, y también fungió en ambos cargos para Steven Spielberg en el proyecto para televisión Locke & Key.
Comenzó su carrera como animador y director de arte en MTV, donde fue cofundador de la compañía de animación digital. A partir de ese punto se unió a Digital Domain para trabajar en efectos especiales para diversos filmes.
Como una extensión natural de su talento, Parker se involucró en la división de Digital Domain para anuncios comerciales como supervisor de efectos visuales y director. Algunos de los comerciales en los que Parker contribuyó como supervisor de efectos visuales han sido muy reconocidos en la industria.
Durante su permanencia en Digital Domain, colaboró frecuentemente con directores, incluyendo a Mark Romanek, Joe Pytka, Noam Murro y Brian Beletic, entre muchos más.
Parker después se fue a Bob Industries para poder expandir su propia carrera como director. Utilizando su conocimiento en efectos visuales y diseño como un trampolín, dirigió acción en vivo, cuentos y efectos visuales de todo tipo. Su amplio conocimiento del arte y la tecnología le permitió consagrar un estilo verdaderamente único, con personalidad, y un punto de vista creativo para todos sus proyectos.
Ha dirigido numerosos proyectos comerciales para todos los medios, y entre sus clientes actuales se encuentran Nike, Nintendo, Sony, Electronic Arts, Chrysler, Hyundai, Toyota, Honda, la cerveza Molson y Panasonic.