'El coronel no tiene quién le escriba', un regalo de los dioses: Marisa Paredes

miércoles, 22 de agosto de 2012 · 20:10
MONTERREY, N.L. (apro).- Para la actriz española Marisa Paredes, la invitación para integrarse al elenco de la producción mexicana El coronel no tiene quién le escriba fue un “regalo divino”. La diva española, actriz fetiche del director Pedro Almodóvar, quien está en la ciudad con motivo del 8 Festival Internacional de Cine de Monterrey, ya conocía los libros producidos en el subcontinente, y había gozado en esos textos una revelación creativa. Por eso, se sintió afortunada cuando fue invitada a filmar el papel de “Lola”, la esposa del “Coronel” un clásico del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, que fue estrenada en 1999. “Desde mucho antes había admirado la literatura hispanoamericana y latinoamericana. Es algo que ha marcado la historia de la literatura mundial. A través de ella, sin hablar de nombres, se ha descubierto una forma de narrar que estaba oculta, que no se conocía, que estaba circunscrita a un determinado pueblo y país. “Como eso se fue descubriendo, se fue aplaudiendo y valorando. Para mí fue una sorpresa y una alegría hacer el Coronel no tiene quién le escriba. Es uno de mis libros primeros y cuando leí este tipo de literatura, me quedé fascinada. Pensé en qué libro tan pequeño puede haber tantas cosas y cuando Arturo Ripstein me propuso hacerlo, fue como un regalo de los dioses”, dice. En la conferencia de prensa previa al homenaje que le rendirá la cita fílmica nuevoleonesa por su trayectoria en España, país invitado en esta edición, la “chica Almodóvar” señala que aunque no ha visto últimamente cine mexicano, sabe que está bien posicionado en el plano internacional. “El cine mexicano está pasando por un extraordinario momento. Lo dicen los críticos, la gente de la profesión. No me cabe duda que está en un buenísimo momento porque sus proyectos se hacen aquí y allá, en Estados Unidos y en España, y eso indica que son importantes”, dice. Ha hecho, entre otros proyectos mexicanos, Profundo carmesí (1996), dirigida también por Ripstein, y el Espinazo del diablo (2001) en España, producida por la mexicana Bertha Navarro, bajo la dirección del tapatío Guillermo del Toro. Su actriz mexicana favorita es Patricia Reyes Espíndola y la menciona, entre otras talentosas, principalmente porque es su amiga, según confiesa. Era inevitable que le preguntaran a la actriz de 66 años sobre Pedro Almodóvar, el realizador manchego con el que ha colaborado en cinco películas y que considera la vanguardia del cine español en el mundo. “Si hay algún cineasta que significa lo que es la España moderna, la libertad, la forma de crear ajena a lo demás, es Almodóvar que ha conseguido mantener una autoría con todo y contra todo, dentro de una osadía enorme que hace las películas que quiere, como quiere y cuando quiere. No tiene presión y eso es la libertad total y absoluta”, dice. Sin embargo, la relación no ha sido siempre tersa con el director de La piel que habito, cinta en la que colaboraron el año pasado, pues en ocasiones ha habido momentos de tensión en el estudio de cine, debido al rigor con el que los dos se exigen trabajar. “Colaboraría con él en cinco proyectos más. Trabajar con Pedro ha sido llevar una relación por momentos de tensión, como en cualquier trabajo; y sería absurdo pensar que no hay momentos en que uno entiende y no, lo que le piden, si uno es capaz de hacerlo. Pedro pide muchas cosas, no se conforma con una sola, pide esto, más esto, más esto todo con un mismo matiz. “Llegar a conseguir eso no es algo fácil. Uno tiene que exprimirse tenacidad, inteligencia e imaginación. Pero, por otro lado, es un director con tanta personalidad y plantea todo de una manera insólita. Trabajar con él es entrar a un mundo almodovariano que se aparta de todo lo demás y eso es muy lindo”, resume. Al referir su papel favorito, la madrileña señala el de “Leo Macías”, protagonista de La flor de mi secreto (1995), de Almodóvar, aunque hubo otros que la proyectaron internacionalmente. “Un personaje que me gusta mucho es ‘La Leo’, porque es un personaje más frágil que todos los demás que he hecho con Almodóvar. Pero Tacones Lejanos (1991) significó la puerta que se abrió a muchas partes del mundo y ya se hizo parte de mi historia y de mi vida.” Ya encarrerada en el tema, recuerda Todo sobre mi madre (1999), que consagró al genio ibérico: “Hice el personaje de una actriz dentro de una película en su mundo que tiene que ver con actores y actrices, el teatro; y tenía mucho que ver con mi vida por una serie de cosas. El personaje era Huma Rojo”. En Entre tinieblas (1983) tuvo su primera colaboración con Almodóvar. “Trataba una congregación de monjas y yo me llamaba ‘Sor Estiércol’, un personaje que me parece divertidísimo, de los pocos que pude hacer con Pedro con esa ironía y ese sentido del humor, y eso tan especial y tan suyo que es él”. Paredes observa adolorida a su país desgarrado por la crisis económica europea que ha impactado directamente en el rubro cultural. “Me parece un desastre ya no sólo en el cine, sino en la cultura en general que está en una situación peligrosísima. Un país que no atiende a su cultura, que le da importancia cero, es un país con una grave carencia, que puede ser que en un principio que la gente no sienta, pero que va a sentir a lo largo del tiempo”, afirma. María Luisa Paredes Bartolomé se dice muy dolida con la reciente muerte de la cantante Chavela Vargas, quien era una amiga muy cercana: “Fue un dolor inmenso, me dio muchísima pena. Para mí, Chavela, a quien recordamos por Piensa en mí, de Tacones lejanos, está ligada a mi vida. Era una mujer con tanta fuerza que pensaba que no se iba a morir nunca y creo que no está muerta anda por ahí en sus montañas. Me dio mucha pena no ir a verla.” El FIC Monterrey se realiza del 16 al 26 de agosto.  

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