La restauración de la plaza Valentín Gómez Farías

lunes, 10 de septiembre de 2012 · 22:48
MÉXICO, D.F. (apro).- En marzo pasado vecinos de la colonia Mixcoac se quejaron por la rehabilitación de la plaza Valentín Gómez Farías (Proceso, 1847), debido a las modificaciones en trazo, pisos, bancas y áreas verdes que se le hicieron a ese histórico espacio urbano. Las voces de inconformidad argumentaron que se le había quitado su carácter histórico. A pesar de los reclamos, la obra continuó y ahora trabajan en el reforzamiento del subsuelo para evitar hundimientos dado que se trata de una calle adoquinada. Algo que tampoco han podido echar a andar es la fuente, sigue sin funcionar. “Era una restauración y rehabilitación, pero lo que hicieron fue la construcción de una plaza distinta a lo que conocíamos”, dicen María del Carmen Gómez, Adriana Ortega, Elsy Reyes y  Francisco Monteverde, quien es secretario del Comité Vecinal de la Colonia San Juan, en Mixcoac. La plaza tenía piso de adoquín, bancas de hierro forjado, bebederos de pájaros, y áreas verdes protegidas con rejillas. La nueva fisonomía de la plaza, argumentan, ya no encajaba con los edificios históricos que la rodean: la iglesia de San Juan, del siglo XVI, la casa del siglo XVIII donde vivió el político liberal Valentín Gómez Farías y que ahora alberga las oficinas del Instituto Mora, y la casa del siglo XIX que habitó Irineo Paz (abuelo de Octavio Paz), actual convento de la orden de Predicadoras Dominicas. Enrique Lastra, encargado del diseño de la plaza, responde a los vecinos inconformes: “Me han reclamado que acabé con su historia y me da risa porque su historia es muy corta, lo que tenía ese parque de piso era adocreto (imitación piedra), de la década de los sesenta o chance hasta de los noventas muy mal puesto, que no me vengan a mí a decir que la historia es el adocreto disparejo, con faltantes, y chorreado de aceite por los ambulantes que estaban ahí. “Respecto al trazo, anteriormente la calle de Irineo Paz daba vuelta como glorieta, todavía en la década de los cincuentas la calle rodeaba y estaba completa, eso se recuperó y se reintegró al parque, si se dejó vial fue por orden de la Secretaría de Transporte y Vialidad debido a la construcción de la Línea 12 del Metro. No despreciamos la historia, la recuperamos, se metieron dos diagonales para recuperar la traza original.” El arquitecto se deslindó y dejó claro que aunque el diseño de la plaza es parte de la Autoridad del Espacio Público, la construcción corrió a cargo de la delegación Benito Juárez, misma que administró los cinco millones de pesos para la obra. Sin embargo Martha García, vecina del parque, explica a Apro que llevan por lo menos mes y medio de labores sobre Irineo Paz y Augusto Rodin, arreglando las calles para terminar el compromiso que la delegación hizo: “El arquitecto ni vive por aquí, entonces no sabe los problemas que tenemos, el piso hasta se está cuarteando, y levantando de un lado, lo que debieron haber hecho es tomarnos en cuenta y nunca lo hicieron, preguntarnos. Y los de la delegación, como siempre, estamos en el año de Hidalgo, a ver quién se lleva algo, las calles de Irineo Paz y Augusto Rodin las están arreglando, según inauguran la otra semana, antes del 15 de septiembre.” Incluso la doctora Leticia Calderón, investigadora del Instituto Mora y una de las promotoras de la rehabilitación de la plaza, comentó: “Llevan por lo menos tres semanas, todo comenzó porque la fuente no funciona desde que arreglaron la plaza, a la fecha no le encuentran cómo prenderla, y ahora están arreglando algo del drenaje y las dos calles restantes del parque.” La callecita que da al Instituto Mora es la única que se empedró como parte de la rehabilitación del parque. --Decían que la banqueta de la calle Augusto Rodin quedó muy alta -- se le pregunta al arquitecto Lastra. --En efecto, quedó en alto, porque no está completa, tanto Augusto Rodin como Irineo Paz se iban a rehabilitar por medio de la delegación, se dejó así porque se tomó en cuenta la nivelación, y al arreglarse esa calle la banqueta quedaría más corta. Trabajé muy bien con la gente de la delegación Benito Juárez, quizá mejor que en otros lados, pero no hicieron esa parte, se comprometieron. Al igual que la fuente, se reparó, pero que no le pongan agua es problema de ellos. “Se arregló la calle de la entrada del Mora porque era mínimo, y aunque nuestro primer proyecto abarcaba las calles circundantes de la plaza sólo dieron cinco millones y la delegación quedó en arreglar las calles circundantes. Se quejaron hasta de la iluminación que les deslumbraba ¿Que reclamen porque tienen iluminación? Tienen iluminación peatonal, quizá está excedida, pero antes entrabas a ciegas.” --Los vecinos decían que hubiera quedado mejor la iluminaria con faroles. --Me río también, en iluminación hay que ir al día, son sistemas más eficientes y menos protagonistas, y esos que tienen ellos, y que están en Madero en el Centro Histórico tendrán que ser sustituidos en un tiempo porque vendrá el de celdas, después sin cableado, y más adelante cuando leviten en el aire pues habrá que meterlas, hay que estar con la historia y valorarla pero no meter falsos, esas ambigüedades son dañinas porque es recrear tontamente una cuestión que ya no existe.” Dado que el piso de mármol de Santo Tomás que tiene la Plaza Gómez Farías es el mismo que le está poniendo a la Alameda, dice: “El material egoístamente lo probé allá, pero lo que se hizo bien en la plaza lo estoy repitiendo en Alameda Central, y lo que se hizo mal fundamentalmente es el borde de esa vuelta en la calle Irineo Paz, que tendría que haber sido maciza o concreto.” --¿Y qué pasó con el asunto de las bancas de granito en lugar de las de hierro? No quedaron satisfechos y querían de vuelta estas últimas. --Las bancas que se pusieron son de piedra, y tengo entendido que agregaron las bancas de hierro forjado que pelearon, y los bebedores, ¡qué bueno!, son buenos elementos, tienen nuevas y viejas, al final pusieron bancas por todos lados; pero lo que pasó es que en la delegación en lugar de coordinarse se angustian porque les llegan las broncas, aquí en la Alameda las bancas serán las de hierro forjado.” --¿Será un error enmendado de la plaza Gómez Farías? --Es algo que he ido aprendiendo lentamente, primero en Santa Maria la Ribera, y luego lo ratifiqué en Mixcoac, el increíble amor que la gente le tiene a las bancas. Dicen que son del porfiriato, yo creo que la mayoría son de la década de los sesentas hechas por presos. En la Alameda estarán las de siempre, restauradas, no habrá ninguna banca nueva.”

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