México, un país de contradicciones terribles: Juan Villoro
MONTERREY, N.L. (apro).- El escritor mexicano Juan Villoro reveló que a él no le gustaría habitar los espacios donde transcurren sus novelas, lo que le gusta, dijo, es imaginarlas.
“No, claro que no. No me gustaría vivir en ninguna de mis novelas. Me gusta imaginarlas y estar un rato en ellas, pero mis novelas son lugares de paso, no para quedarse ahí”, puntualizó durante la presentación de su más reciente novela, Arrecife, editada por Anagrama y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Ante unos 50 invitados que la víspera se dieron cita en el centro cultural universitario de esta ciudad, Villoro leyó el enigmático epígrafe del libro Ultramarina, de Malcom Lowry, que tiene una relación directa con el desarrollo de su nueva creación.
“Algún día encontraré una tierra corrompida hasta la ignominia, donde los niños desfallezcan por falta de leche. Una tierra de desdicha e inocente, y gritaré: ‘Me quedaré aquí hasta que este sea un buen lugar, por obra mía’”.
Concluida la lectura del epígrafe, sostuvo que México es un lugar lleno de contradicciones terribles, como las que hay en La Pirámide de su novela.
El escritor, recientemente galardonado con el Premio José Donoso 2012 por su “extensa y versátil” obra, señaló que el México descrito en Arrecife es como el resort que se pinta ahí mismo: un lugar para practicar deportes extremos y cumplir fantasías, aderezadas con adrenalina y miedo.
Así ven al país, por ejemplo, algunos extranjeros que lo visitan, subrayó.
Añadió:
“Una de las paradojas del bienestar es que, paradójicamente, evita la posibilidad de las sorpresas. Cuando la tragedia de un país es que el tren se retrasó dos minutos, es un país aburrido y no tiene quizás suficiente energía. La imaginación y las pasiones suelen surgir de sociedades descompuestas.
“El bienestar puede anestesiar las conciencias, y ¿qué hace la gente? Siente que sus satisfacciones inmediatas están cumplidas y tiene que buscar algo distinto. Para eso busca el tercer mundo, donde pasan cosas rarísimas y donde todo se improvisa. No sabes si llegarás o no con mutilados y decapitados, una situación terrible como la de México”, apuntó el autor de 56 años.
Los europeos son muy dados a ver a México como un país de actividades extremas, que les da la oportunidad de pasar por experiencias intensas para después regresar a la seguridad de sus países, expuso el autor de El Disparo de Argón.
La novela de Villoro explora esas posibilidades de jugar con el miedo como una decisión asumida y las consecuencias que eso puede generar, tan gratas por la intensidad emocional, como funestas.
“Arrecife trata de eso, de los daños que elegimos. Necesitamos beber la última copa de alcohol y pasar a otro estimulante más fuerte. Estamos todo el tiempo en búsqueda de algo que posiblemente podría hacernos daño y al mismo tiempo suponiendo que lo vamos a superar.
“Podríamos pensar que hay una eternidad o una inmortalidad a plazos. Cada vez que sobrevives a la ruleta rusa, cada vez que sobrevives al último tequila o los riesgos de la vida cotidiana, eres eterno, por un momento eres eterno”, expuso el también el colaborador de la revista Proceso.
Al final de la presentación, Villoro firmó libros y charló con la concurrencia en un brindis ofrecido por las autoridades de la UANL, posterior al evento.