¿No lo piensan?

martes, 15 de enero de 2013 · 12:58
MÉXICO, D.F. (apro).- Inconsecuentes bípedos implumes: ¿es por ignorancia o por malicia por lo que nos atribuyen tanta estupidez? Habría que aclararlo. Este es el motivo de la presente a este buzón, pero mientras se llega a eso, si es que se llega, debemos informarles que los de nuestra especie estamos hartos de que nos consideren de tan poco seso. Puede que, como ustedes nos atribuyen, que seamos aves de corta inteligencia, pero les aseguramos que de ninguna manera somos de tan poca como la que nos adjudican de manera tan desconsiderada. Esa injusta suposición la desmiente rotundamente el siguiente hecho: a pesar de que desde nuestra aparición en la tierra leones, tigres, hienas y otros depredadores nos han cazado y de que sus congéneres mismos, desde tiempos inmemoriales nos hayan perseguido y dado muerte por nuestra carne, plumas y huevos, hemos sobrevivido hasta estos días. ¿Por estúpidos y medrosos? ¡No! Más bien debido a nuestra cautela y, en caso extremo, a nuestro valor. Nuestra altura, en el medio en que hemos vivido nos permite identificar al enemigo desde lejos, lo que avisa a nuestra prudencia para que nos alejemos de ellos, a que nos pongamos a salvo si se empeñan en perseguirnos, pues gracias a lo largo y fuerte de nuestras patas, podemos correr a mayor velocidad de los que nos acosan; patas tan fuertes que, en casos extremos, cuando nos acorralan, nos dan valor para defendernos hasta de los leones… pero basta de autoelogios. Volvamos al tema motivo de la presente, a la calumnia de ustedes que asegura que para librarnos del peligro, que para eludir a nuestros enemigos, los de nuestra especie escondemos la cabeza en un agujero. ¡Qué estupidez! ¿Están con nosotros en que hacer tal cosa es un signo de poco seso, que muestra la corta inteligencia del que tal acción lleva acabo, sea el tal ser racional o irracional? ¿Qué contestan? Pues si. Si están de acuerdo con nosotros, ¿cómo diablos explicarse en que hayan dado en creer en peregrinas ideas que mucho tienen que ver con el supuesto y estúpido agujero que, sin ton ni son, dicen que usamos nosotros para eludir el peligro? Sí, nos referimos a esa su sumisión, ¿por miedo, por ignorancia, flojera de ánimo, necesidad?... ustedes dirán por qué… a esos principios tan importantes para la marcha de la globalidad en la que alientan: el centralismo, ese no irse a los extremos y el denominado pensamiento único: centrismo y pensamiento único que, según críticos de los mismos, no son más que nuevas formas de limitar libertades de expresión y de acción, tanto en lo individual como en lo colectivo, o sea, yendo al fondo, un nuevo intento de anular, de amordazar su pensamiento, palabra y obra, un nuevo modo de manipular a sus personas. Ese su moderno culto al citado centrismo que tantos de ustedes siguen, persiguen e incluso exigen y hasta imponen a otros de sus prójimos, que tiene sus más señaladas manifestaciones en su correlato, en el denominado pensamiento único, dominante en gobiernos, finanzas, organismos internacionales e incluso en universidades, y tiene sus publicistas en editoriales y otros medios de comunicación, ambos tienen como metas, según sus críticos, un ideario cerrado, basado en lo económico; ideario al que desagrada y hasta rechaza el radicalismo político, sobre todo el de izquierda, y que para su fe en que el mercado es capaz de resolverlo todo del mejor modo posible, no duda en hacer una mercancía más, bípedos implumes, de sus propias personas, como si en verdad fueran simples aves a las que es permitido y se puede disponer libremente, a las que es permitido y es posible ponerles precios de compraventa. Ante este hecho tan lamentable, y a nuestro parecer vergonzoso por su impúdico descaro, en verdad que, repetimos, no nos explicamos su sumisión al mismo. ¿Es que no lo piensan?... o, insistimos, ¿es tanta su ignorancia, necesidad, temor, flojera de voluntad, o que?... no encontramos razones para comprender su sumisión, su resignación en ese su meter la cabeza en el agujero negro del centrismo y el pensamiento único, que al ser nuevas formas de limitar sus libertades, les impide ser ustedes mismos. Si creen que con ello van a evitar los peligros que representan esos mentados pensamientos único y el centrismo, se equivocan, ya que cuando saquen sus cabezas de los mismos, si es que lo logran, se van a encontrar con la desagradable y cruel realidad del protagonista del cuento que, cuando despertó, descubrió que el dinosaurio todavía estaba allí. Sin más por el momento y deseándoles lo mejor para este año que inicia, en nombre de todos los de mi especie queda de ustedes EL AVESTRUZ MENSAJERO

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