MORELIA, Mich. (proceso.com.mx).- La célebre actriz y cantante María de Medeiros presentó su segundo documental Los ojos de Bacurí, en el Onceavo Festival Internacional de Cine de Morelia, que exhibe el sufrimiento de una familia de ideología comunista en Brasil en los años sesenta. Artista por la Paz de la Unesco, Medeiros (Portugal, 1965) explicó que la Comisión de Amnistía y Reparación Brasileña le propuso filmar la película: “Era una historia que relacionaba a Europa con Latinoamérica, y como saben lo mucho que amo a Latinoamérica me plantearon ese relato en particular. La Comisión tiene el interés de proponer a diferentes creativos, como directores de cine, escritores o fotógrafos, a trabajar en base a esta clase de injusticias. Hay muchas historias similares a la de las protagonistas Eduarda y Denisse, y ellos tienen la sensibilidad y el coraje para pedir a los creadores que las cuenten al mundo”. Rememoró que  Los ojos de Bacurí es muy diferente a su primer documental porque habla sobre la relación entre críticos y cineastas. Es más divertido y relajado. El filme trata del guerrillero Eduardo Leite, quien murió en 1970 tras 109 días de ser torturado por los militares brasileños. Su compañera Denise, apresada durante su embarazo, huyó a Chile luego del nacimiento de su hija, pero la represión volvió a alcanzarla con Pinochet. Tras 40 años en Italia y Holanda, Denise y su hija recibieron la amnistía y una compensación por parte de Brasil. Sobre Los ojos de Bacurí platicó que al conocer la historia de esta familia intuyó que se enfrentaría a relatos “muy traumáticos, a mucho dolor”. Entonces, se preparó viendo varias veces Shoah, de Claude Lanzmann (dura más de nueve horas)  “porque admiro mucho lo que logró con historias similares”. Se le preguntó que llama la atención que no utilizar imágenes de archivo, y explicó que no porque son las mismas que siempre se ven: “Trabajamos solamente con el archivo de la familia: el diario de la abuela Encarnación, que tenía un talento literario extraordinario, la ropa de Bacurí, etcétera. Dejé que la gente dijera lo que quisiera decir de la forma que quisiera, no presioné nunca. Con Los ojos de Bacurí aprendí mucho sobre la posición que tiene el director al filmar un documental. La primera vez que Eduarda lloró ante la cámara paré la grabación y lloré con ella. Me di cuenta que era un error, que eso no me correspondía y estaba desperdiciando el valioso material que ella me estaba ofreciendo. Es duro, pero también es parte de lo que se requiere para contar una historia tan difícil como la suya. Creo que la historia de un país se construye a través de las historias de sus habitantes, no puede haber separación”. Medeiros se hizo famosa a escala internacional al interpretar Anaïs Nin en Henry and June y a Fabienne en Pul fiction. Su primer largometraje como directora, Capitanes de abril, formó parte de Una Cierta Mirada del Festival de Cannes y ganó varios premios.