Todo está perdido: La esperanza muere al último

martes, 12 de noviembre de 2013 · 22:44
MÉXICO, D.F. (apro).- Mientras Sandra Bullock se llena de angustia y lucha por sobrevivir en el espacio, Robert Redford lo hace en altamar con  la cinta Cuando todo está perdido (All Is Lost, EU-2013), escrita y dirigida por JC Chandor: viaje que aborda los límites de la esperanza y la desolación. Un hombre (Redford) se encuentra viajando en el océano índico, cuando su pequeño bote choca con un contenedor de carga varado en medio del océano. Gracias a esta colisión, el protagonista se queda sin radio y con un agujero en un costado de su embarcación. ¿Por qué este no regresa por donde vino? ¿Hacia a dónde va? ¿De dónde viene? ¿Qué es lo que quiere lograr? No lo sabemos. La cinta comienza cuando la colisión ocurre y lo único que conocemos es nuestro protagonista se encuentra en medio del océano, aparentemente, lejos de toda civilización. Las cosas empeoran cuando nuestro barco se dirige hacia una tormenta. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Silencio… la cinta prácticamente no tiene diálogos; de nuestro personaje no sabemos nada, sólo que a su disposición tiene una serie de recursos en su bote que le permiten ir sobrellevando los problemas que va enfrentando. Cuando todo está perdido no posee la espectacularidad y belleza de Gravedad o de Una aventura extraordinaria; el protagonista no se da tiempo para disfrutar la vista que ofrece el océano o la inmensidad de la noche, sólo está preocupado por sobrevivir, y nosotros por ver cómo reacciona ante cada vicisitud que la naturaleza le presenta. El personaje de Redford parece impasible ante las cosas que le suceden, y casi siempre parece tener una respuesta ante todo pero… ¿por cuánto tiempo? Cuando todo está perdido es una especie de ensayo psicológico; una cinta que nos invita a sentarnos y disfrutar el viaje, un viaje cuyo final nos es anunciado desde el inicio y que, paradójicamente, nos resistimos a creer, y es que un halo de esperanza se mantiene de principio a fin, tanto en nosotros como en el protagonista. Como todo y lo anterior, el final es incierto, según ocurre casi siempre en la vida; no se puede decir que el final sea sorpresivo, pero no es lo que esperábamos, tan sólo será el portador de más preguntas sobre la existencia del personaje y la de nosotros mismos.

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