Construyendo Tamayo 1922-1937
MÉXICO. D.F. (apro).- El Museo Tamayo Arte Contemporáneo presenta la exposición Construyendo Tamayo 1922-1937, bajo la curaduría de Karen Cordero Reiman, quien explora algunos de los aspectos de la trayectoria del artista oaxaqueño en la década de 1920 a 1930.
Durante estos años, considerados como el periodo de consolidación posrevolucionaria, se puede encontrar la relación de la obra del pintor con varios movimientos, como las vanguardias europeas, entre otros, así como experimentaciones en diferentes técnicas, como la pintura, el dibujo y el grabado en madera que, sin duda, nutren ese momento histórico y estético.
Dividida en cinco núcleos temáticos donde se van relacionando y articulando las manifestaciones de educación artística posrevolucionaria como fueron el Método Maugard y las Escuelas de Pintura al Aire Libre, se puede observar en relación con la iconografía de objetos cotidianos el cuerpo humano así como las diferentes maneras de abordar la pintura como medio de análisis y crítica ante el arte y la política.
La primera parte es la de El Método Best Maugard, con el cual Tamayo trabajó como maestro en la Dirección de Dibujo y Trabajos Manuales de la SEP (Secretaría de Educación Pública), que tenía la finalidad de estimular una conciencia estética nacionalista, tomando como referencia tanto la cerámica prehispánica como la combinación con elementos europeos y orientales. Aquí se presenta también la obra de colegas del artista: Manuel Rodríguez Lozano, Abraham Ángel, Agustín Lazo y Antonio Ruiz El Corcito, entre otros.
El segundo núcleo, Trazando el terreno, corresponde a las Escuelas de Pintura al Aire Libre. La aparición de ellas marcó definitivamente la primera etapa del trabajo de Tamayo donde se cuestionaba los enfoques tradicionales de las academias de arte, y se introdujeron el arte infantil y el arte ingenuo como alternativas plásticas.
El tercer periodo corresponde a Los objetos imágenes y artefactos, donde podemos ver cuadros en los cuales Tamayo se inclinó por introducir en objetos producidos industrialmente como cigarros, focos, fonógrafos, etc. También innovaciones tecnológicas y la cultura de masas y pasatiempos, como el deporte y los juegos de mesa. Aparece la complejidad simbólica de objetos y sus relaciones con el cuerpo y la cotidianidad; se reconocen ciertos aspectos del cubismo, el futurismo y la pintura metafísica.
El cuarto núcleo fue nombrado Renovando cánones corpóreos: primitivísimo el nuevo clasicismo, en el cual se hace referencia a la obra de Pablo Picasso, Fernando Léger y Giorgio de Chirico. Tamayo se enriqueció de este nuevo clasicismo de una manera personal donde resalta la estética corporal mexicana.
El quinto y último apartado corresponde a la Resignificación a la representación: alegoría e ironía, donde Tamayo reelabora géneros tradicionales y composiciones alegóricas estilizadas. Incursiones particulares sobre el espacio y las posibilidades interpretativas.
Es una oportunidad realmente poder conocer todo este periodo de Tamayo y sin duda de la relación y diálogos estéticos con David Alfaro Siqueiros, Manuel Álvarez Bravo, Emilio Amero, Abraham Ángel, Alfonso Best Maugard, Fernando Best Pontones, Fernando Castillo, Jesús Escobedo, Salvador Gutiérrez, María Izquierdo, Agustín Lazo, Alfredo Lugo, José Clemente Orozco, Ángel Rendón Fernando Reyes, Manuel Rodríguez Lozano, El Corcito, Fermín Revueltas y dos artistas anónimos y entender y disfrutar aún más la trayectoria de este gran pintor mexicano.
La muestra permanecerá abierta hasta el 23 de febrero del 2014. El museo se encuentra ubicado en Paseo de la Reforma No. 51, Bosque de Chapultepec.