MÉXICO, D.F. (apro).- Periodista, profesor y crítico de cine, Gustavo García falleció este jueves a los 59 años de edad a causa de una complicación respiratoria, derivada de una cirugía de abdomen, según información del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. El crítico llevaba cinco meses hospitalizado a raíz de dicha cirugía, y debido a la cual su esposa Claudia Elena Hernández Ojesto-Martínez, en algún momento pidió apoyo a través de diversos medios para solventar gastos. Organismos cinematográficos como la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, la Cineteca Nacional, y el Festival Internacional de Cine de Guanajuato expresaron sus condolencias al igual que escritores como Guillermo Sheridan, Guillermo Fadanelli, y Rafael Tovar y de Teresa titular del Conaculta, vía Twitter: “Quise mucho a Gustavo García. Trabajamos en (el diario) unomásuno. Tuvimos un programa en Radio Educación. Viajamos, hablamos, leímos”, escribió Sheridan. “Muere Gustavo García. La memoria inteligente en el cine comienza a desaparecer”, Fadanelli. “Lamento el sensible fallecimiento del Gustavo García. Mis condolencias a sus deudos y a la comunidad cinematográfica”, escribió en su cuenta Tovar y de Teresa. García, quien nació en Chiapas el 29 de agosto de 1954, fue catedrático de varias generaciones de la materia de cine en la carrera de ciencias políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad Autónoma de México, fue colaborador de la revista Nexos y los canales 11 y 22, pero sobre todo crítico de cinematografía. “El cine es la suma de tantos estímulos del espíritu humano que te lleva a la música, a la literatura, a la estética, a la fotografía e incluso a la política. Durante años las adaptaciones cinematográficas de grandes obras de la literatura hacían que uno comprara la novela de Moby Dick o Farenheith 451. La literatura misma ha quedado muy dividida frente a lo que el cine te puede mostrar”, afirmó en una entrevista. También fue autor de diversas publicaciones como El cine mudo mexicano (1983); La década perdida /El cine mexicano de los cincuenta (1985); No me parezco a nadie. La vida de Pedro Infante (1995); Pedro Armendáriz (1996); Nuevo cine mexicano” (1997); y el dedicado a la cinematografía de su natal Chiapas, titulado Al son de la marimba. Chiapas en el Cine (2011), editado por el Gobierno del Estado de Chiapas. “Si alguien quiere hacer una película en México donde el héroe sea un policía, pero luego considera que nadie le va a creer por nuestro sistema corrupto, entonces algo está pasando, de ahí la importancia de crear una ficción que supere y altere esa realidad, debemos de entender las claves de Ismael Rodríguez, las claves del Indio Fernández, la manera como supieron vender a México y su riqueza”. “Hay mucho futuro en el documental –señalaba– es un medio que nos ha mostrado muchas veces desde la indiferencia oficial ante grandes males como las muertas de Juárez, hasta la ineficacia administrativa o judicial como lo vimos en Presunto culpable. Hay muchas maneras de ejercer la crítica, pero volvemos a lo mismo, si las nuevas generaciones de cineastas no tienen un mundo ¿cómo van a criticar ese mundo?”, según palabras de Gustavo García, acorde a información del Conaculta.