Exponen en Culhuacán imágenes de conventos agustinos
MÉXICO, D.F. (apro).- Edificado por la orden Agustina en 1560, el ahora exconvento de San Juan Evangelista en Culhuacán alberga una colección de 43 fotografías en las cuales se da cuenta de los procesos de catalogación, conservación y trabajos de restauración a los que han sido sometidos siete conjuntos conventuales de la Ciudad de México, Morelos, Hidalgo y el Estado de México.
La exposición titulada Los agustinos en Culhuacán: selección de registro fotográfico, fue curada por la antropóloga Patricia Pavón y la historiadora Thalía Montes, con el apoyo de los fotógrafos Julio Álvarez y Martha Ghigliazza, el museógrafo Jaime Rosas y los diseñadores Miguel Ángel Cansino y Alejandro Ramírez.
La selección de imágenes proviene de acervos de la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como de la Fototeca Constantino Reyes-Valerio. La colección muestra la historia de las fachadas e interiores de los monumentos, construidos por los agustinos en el siglo XVI, entre los años 1539 y 1580.
En un comunicado del INAH Pavón explica:
“A través de este registro, podemos constatar las transformaciones arquitectónicas y el uso que han tenido los inmuebles durante el siglo XIX, así como los trabajos de conservación tras ser declarados monumentos históricos en el siglo XX.”
Los conventos registrados en estas imágenes son: San Agustín y Culhuacán, en la Ciudad de México; Tlayacapan, Morelos; Acolman, Estado de México, y Epazoyucan, Actopan e Ixmiquilpan, en Hidalgo. Se puede apreciar en ellas las características arquitectónicas que los distinguen que son los estilos plateresco, gótico, renacentista y mudéjar, que además tienen un rasgo particular respecto de los mismos estilos en Europa porque quedó plasmada la mano indígena.
El plateresco que puede verse, por ejemplo, en la composición de la fachada de San Agustín Acolman, declarado monumento en 1933, que presenta un arco de triunfo y remata en una espadaña (campanario), es un estilo que evoca los trabajos de platería de los orfebres, de ahí su nombre.
Y así cada convento tiene sus valores artísticos y arquitectónicos. Culhuacán, “uno de los pocos monumentos históricos de ese periodo en el sureste de la ciudad de México”, refiere el INAH en su sitio web, tiene un estilo renacentista en el cual “destacan los muros de basalto volcánico o recinto, que es un material propio de la zona.
“Los claustros son de gran sobriedad, en cuyo interior prevalecen excelentes frescos de estilo barroco plateresco que reflejan la maestría de los antiguos tlacuilos o pintores culhuacanos. En el claustro alto destacan, entre otros murales, las escenas de los Mártires agustinos y La adoración de los Reyes Magos.”
Pero tienen también todos estos conjuntos arquitectónicos otra importancia desde el punto de vista histórico y cultural. Formaron parte de la ruta que se trazaron las órdenes religiosas en su labor evangelizadora en la Nueva España.
Y Culhuacán fue, por su influencia en los pueblos de la zona lacustre de lo que es hoy la Ciudad de México, pero en la época prehispánica (600 d.C.) un punto estratégico por lo cual “fue seleccionado como centro evangelizador, misión iniciada por la orden franciscana y encomendada posteriormente a los frailes agustinos”.
De ambas épocas conserva objetos diversos, hallados en diferentes proyectos de excavación, que son exhibidos en sus distintos espacios. Se agrega una exposición fotográfica sobre su historia, desde su abandono a finales del siglo XVIII, su rescate y la creación del Centro Comunitario Culhuacán.
La exposición Los agustinos en Culhuacán: selección de registro fotográfico estará abierta al público hasta el próximo 15 de diciembre, de 9:00 a 17:00 horas, en el Centro Comunitario Culhuacán “Ex Convento de San Juan Evangelista”, ubicado en la calle Morelos número 10, Colonia Culhuacán, Delegación Iztapalapa. Y la entrada es gratuita.