MÉXICO. D.F. (apro).- Estamos ante el centenario del aniversario luctuoso de artista mexicano José Guadalupe Posada. Dentro de los homenajes que se celebrarán en su honor se realiza la gran muestra de 450 obras del grabador y caricaturista en el Museo del Estanquillo, donde, recordamos, se alberga la colección personal del fallecido escritor mexicano Carlos Monsiváis, admirador de Posada. Posada nació en Aguascalientes en 1802, fue un artista prolífico y su interés por retratar los aspectos de los tiempos que le toco vivir. A partir de la imagen en un país analfabeta y rural logro ofrecer información valiosa y crítica de su país. El curador de la muestra, Rafael Barajas El Fisgón, propuso una muestra cronológica de todos los trabajos de Posada hasta poco antes de su muerte, cuando trabajaba en el periódico Gil Blas. En la primera sala se exhiben sus inicios; ahí, se encuentran los Diarios de a centavo hasta la época del porfiriato. En la segunda se halla la obra de Posada como cronista costumbrista, donde ilustra las hojas sueltas y sucesos de escándalo. También se han reunido cancioneros, ilustraciones de libros para niños, así como historias de notas rojas. Realmente es sorprenderte constatar cómo la obra es un registro contundente de la vida de México en el siglo XIX y principios del XX, y logra expresar el imaginario colectivo del mexicano. Estamos frente a un registro artístico de corte periodístico y de crónicas de alto nivel estético dentro de la rama particular, que refleja un creador hábil, talentoso y crítico. Vigente gracias a que logró atrapar a la esencia de los mexicanos, desde lo social, lo político y lo cultural. Esta muestra cronológica permite ir conociendo las evoluciones que tuvo su trabajo. Muchas de sus imágenes se han vuelto iconos del sentir del mexicano frente a la muerte, donde las calacas siguen teniendo su vitalidad y vigencia, así como historias de crímenes pasionales y estampas religiosas. En la muestra se incluyen el punto de vista sobre la obra de Posada en varios artistas, como la de Diego Rivera en su mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, la versión del grabador Leopoldo Méndez, así como ejemplos de otros artistas del taller de la Gráfica Popular, y por último cómo ha sido abordado por artistas contemporáneos como Francisco Toledo. El Museo del Estanquillo se encuentra ubicado en Isabel La Católica 26, Centro Histórico.