Presentan libro sobre el movimiento de rock rupestre
MÉXICO, D.F., (apro).- Con la presencia de varios músicos mexicanos pertenecientes al rock rupestre de los años ochenta y el coordinador del volumen Jorge Pantoja, será presentado el libro Rupestre El libro este jueves 21 en el bar Nickel, ubicado en la calle de Frontera 91 esquina con calle Colima, colonia Roma de esta ciudad.
El movimiento de rock rupestre nació en el Museo Universitario del Chopo de la UNAM en 1984 y estuvo liderado por el autor tampiqueño de la pieza “Estación del Metro Balderas” Rockdrigo González, quien falleció en los sismos de septiembre de 1985 con su compañera francesa, Francoise.
Rupestre. El libro, con tiraje de tres mil ejemplares que serán obsequiados a quien lo desee leer, contiene entrevistas con siete miembros más destacados del movimiento de rock rupestre, quienes continuaron componiendo o presentándose a la muerte de Rockdrigo: Fausto Arrellín del grupo Quál, Eblén Macari, Nina Galindo del dueto Callo y Colmillo, Roberto González, Rafael Catana, Carlos Arellano y Roberto Ponce.
El libro viene ilustrado con fotografías de los rupestres históricos, además de un texto evocando los nuevos cantautores del movimiento en el nuevo siglo (El Haragán, Armando Palomas, Armando Rosas y otros), por Xavier Chelico, de La Jornada. La entrevista a Fausto Arrellín de Quál fue realizada por Juan Pablo Proal, de Proceso.
Jorge Pantoja dice a la agencia Apro que el libro pretende responder a la pregunta ¿Qué pasó con los rupestres?:
“El movimiento que surgió a mediados de los ochenta en la Ciudad de México y a través de la música, la literatura y todo arte posible, los rupestres produjeron una especie de oxígeno puro para que tantos otros pudieran respirar en medio de tanta contaminación. En la actualidad muchos jóvenes ni siquiera saben lo más elemental de que existió ese movimiento y lo que significó.
“Otros están en la creencia de que los integrantes del movimiento rupestre se extinguieron cual dinosaurios del cenozoico, y que al igual que estos sólo dejaron plasmadas sus huellas en petrificados casetes del sedimento de la prehistoria musical, sin saber que ha sobrevivido a la hecatombe de la comercialización una legión de fieles seguidores que los acompañan a los recónditos bares donde se presentan.”
En opinión de Pantoja, el fenómeno rupestre del rock mexicano no hay que verlo nostálgicamente, sino ver quiénes son ellos, cómo fue su participación en el movimiento y lo que están haciendo actualmente, de ahí que en cada una de las entrevistas estuvo presente una cámara de video, por lo que la segunda parte de este proyecto será Rupestre, el documental.
El libro de 160 páginas fue editado por el Proyecto Radiografía de la Promoción Cultural fuera de la Esfera Gubernamental en la Ciudad de México, que preside el promotor cultural Jorge Pantoja, y coordinado por la asociación civil Asamblea para la Cultura y la Democracia AC, con el invaluable apoyo de la Comisión de Cultura de la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados a través del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Guiño a “Amanditita”
El joven periodista queretano, Felipe Cabello Zúñiga, en el texto “Mírame aparecer. Espejo dual de Roberto Ponce”, escribió la evocación de Beto Ponce a Rockdrigo González que abre Rupestre. El libro, así:
“De un baúl apilado con papeles saca el ejemplar 7 de La Rosita, periódico gratuito dirigido por Susana Cato para la Delegación Coyoacán y lo desdobla para que leamos su texto “Hurbanistorias del Profeta del Nopal”, acerca de la placa del escultor Felipe de la Torre (“inaugurada por obstinación del promotor Jorge Pantoja” en la Estación del Metro Balderas, el 19 septiembre del año 2001, a los 16 de morir Rockdrigo), que dice:
Salimos contentos con una promesa firme de las oficinas del INBA en Chapultepec ante un atardecer húmedo con desganados grises, Rockdrigo encendió un cigarrillo que todos aspiramos, hizo gala de su cotorreo profético y en un alucine que provocó carcajadas, anunció socarrón:
--Algún día cambiarán las calles de este circuito del Auditorio Nacional por los nombres de los músicos rupestres. Ésta se llamará ´Avenida Roberto González’… Esa otra, ´Boulevard Roberto Ponce’…Allá en aquella esquinita estará el ‘Callejón Rafael Catana’…
“Rafa Catana no iba con nosotros –cuenta Beto Ponce-- y ya por entonces era obvia la antipatía que Rockdrigo y Fausto sentían hacia él, si bien como dueño del balón rupestre que se arrogaba El Rockdrigo, al final de su vida yo también pasé a formar parte de su lista negra después de los jaloneos que nos dimos hasta rodar por las escaleras del Auditorio Nacional, el domingo 9 de junio durante el Festival PSUM’85, así que cada vez que oigo ‘A ver cuándo vas (a la casa a cagar)’ pienso que aun si se la dedicó a Catana, como dicen las malas lenguas, esa rola de Rockdrigo aplica conmigo también…
“Yo le dediqué al Rockdrigo ‘Profeta del Nopal’, una baladita rock pensando en su muerte y en su hija Amanda Lalena, por 1999. A ella no le agradó pues al final puse Adiós Lalena tropical en la letra y luego que se la canté en público, ella me dijo: ‘¡Cómo que Lalena tropical…!’. Aún no se apodaba Amanditita, porque entonces la habría cambiado a algo menos fresa, como:
Fue con el temblor que escuché el rumor y nadie sabía si era cierto. Pero con dolor alguien confirmó que Rockdrigo estaba entre los muertos Adiós, Profeta del Nopal… adiós, Lalena metrosexual,
nos volveremos a topar cuando abordemos en Balderas aquel Metro.”
Rupestre, el libro también se presentará el viernes 22 en el Bar Caifanes Mezcal y Rock, Eje Central Lázaro Cárdenas número 10, a las 20 horas, y el sábado 23 en la pulquería La hija de los apaches, en doctor Claudio Bernard 149 de la colonia Doctores, a las 17 horas (más informes en sitio internet: culturaindependiente.mx).