Actualidades teatrales: "Ensayo sobre débiles"

lunes, 25 de marzo de 2013 · 14:44
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Ensayo sobre débiles comienza con cinco actores sentados en cinco sillas. Desde el escenario miran entrar y acomodarse al público, como anunciando lo que no será una representación común. De pronto un personaje habla de la felicidad y los zapatos. Una especie de confesión. Los diálogos siguientes serán continuas preguntas y cuestionamientos acerca de la necesidad de montar o no la obra que han ensayado. El resultado no es una historia sino micro-historias cargadas de momentos llenos de situaciones transgresoras y reflexivas en torno al arte, la ficción, la identidad y la vida. El transcurrir “sin sentido” de las escenas y diálogos hace entrar al público en un mundo de ficción en constante rompimiento. Lo importante de la obra no es la historia ni lo que el personaje está diciendo sino lo que se está haciendo o buscando hacer. El diálogo pierde fuerza dándole superioridad a lo escénico. A lo teatral. El espectador no puede dejar de mirar la escena en donde suceden acciones y diálogos simultáneos. El texto y dirección son creación de Alberto Villareal. Su dramaturgia es una propuesta violenta con tintes post dramáticos. La obra está al servicio de la acción teatral y de la relación que entabla el público con ella. Es un experimento escénico que juega con lo metateatral y busca un vinculo entre el actor y el espectador. El objetivo es integrar al público en la obra y permitirle guiar o decidir el desarrollo de cada uno de los personajes y por consiguiente de la obra misma. Villareal nos presenta un ensayo como puesta en escena en el que la reflexión y el azar son los que dan y marcan el rumbo de la obra. El teatro como ensayo y el ensayo en el teatro. Las palabras son constantes preguntas y reflexiones sin respuesta acompañada de fuertes, violentas y risibles acciones escénicas. La utilería refuerza el limbo en el que espectador y actor se encuentran. Sin embargo la búsqueda de lo absurdo y la falta de coherencia no justifican todo lo que aparece en escena, por muy teatral que sea. Existen momentos que confunden y no aportan. Es cuestionable la aparición de una sirena en el escenario, no así la de un algodón de azúcar que vuela en el aire, por irreales que ambos sean: Algunos objetos son innecesarios y ensucian la escena, mientras otros refuerzan el absurdo de este mundo y logran metáforas y efectos especiales que rayan en lo “cinematográfico” y dan vida y atmósfera a este vaivén entre realidad y ficción. La iluminación está al servicio del juego escénico. Nos enfoca, marca y logra transiciones indicadas por los mismos personajes. Los actores resuelven en escena y debaten con el público. Crean un juego escénico en el que el público tiene derecho a opinar. Los cinco actores están al servicio del espectador. El espectador se encuentra con el actor como personaje y el actor como ser humano. El elenco está conformado por Mario Balandra, Soraya Barraza, Rubén Cristiany, Regina Flores, Rodolfo Blanco alternando con Raúl Villegas. Cada uno se confiesa, ríe, llora, se pierde y se busca. Una obra en que el actor está desprotegido. En donde ellos son los débiles y ellos son el ensayo. La obra busca la complicidad entre desconocidos, la reflexión sobre la existencia. Un tiempo de reflexión e intercambio. De confesión. Un final no muy justo, pero si muy teatral. Ensayo sobre débiles ofrece funciones los sábados a las 19 horas hasta el 25 de mayo en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

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