MÉXICO D.F. (apro).- ¿Qué pasa por la mente de quienes ven a sus vecinos fronterizos como una amenaza latente a su estabilidad y bienestar? Margaret y Georges, un típico matrimonio gringo, nos permiten asomarnos a las motivaciones y contradicciones de las sociedades que se asumen como superiores a otras, en Arizona, obra del dramaturgo español Juan Carlos Rubio.
En medio del desierto de Arizona, estos dos personajes buscan “proteger” a su país de una posible horda de inmigrantes invasores. La propuesta --afirma Ignacio García, director de la puesta-- es divertir al público y reflexionar sobre las fronteras, “intentamos reflexionar sin fusil y sin disparar a nadie”.
Arizona fue escrita por Juan Carlos Rubio en 2006, obtuvo mención de honor en el Premio Lope de Vega y actualmente ofrece cuatro únicas funciones en el Teatro Helénico, para posteriormente realizar una temporada a partir del 14 de mayo en el teatro María Guerrero del Centro Dramático Nacional, en Madrid, España y regresar a México, para presentarse en el Centro Cultural del Bosque, en una coproducción entre el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Centro Dramático Nacional de España.
Margaret y Georges, deciden sumarse al movimiento, surgido hace aproximadamente seis años en Arizona, conocido como minuteman, que consiste en crear grupos de “autodefensa” con civiles para frenar el flujo de inmigrantes.
Conforme avanza la obra, ambos personajes van descubriendo el sinsentido de estar ahí, acampando en medio de desierto, el horror que implica lo que están a punto de hacer.
“Utilizamos diferentes recursos, como algunas canciones y bailes que interpretan los personajes, que nos remiten a contextos específicos y que seguramente tendrán un significado más profundo en México, en comparación a la temporada que tendremos en Madrid, pero a fin de cuentas buscamos lo mismo en principio, hacer que el espectador se la pase bien y al mismo tiempo reflexione sobre todo lo que implica el fenómeno de la migración.”
En este sentido, para el público mexicano la obra ofrece una clara referencia a la frontera con los Estados Unidos y los conflictos y el maltrato que cotidianamente sufren los migrantes mexicanos, aunque en realidad las acciones podrían ubicarse en cualquier frontera del mundo, en el eterno conflicto entre el norte y el sur.
Aurora Cano y Alejandro Calva son los protagonistas de esta historia que transita entre el absurdo, la farsa y la tragedia, un montaje definido por su director como un obra sobre los equívocos, la traición a los principios y a ideología de un hombre y una mujer que terminan corrompidos y que al final descubren el sinsentido de su “misión”.
La migración es un fenómeno global que se repite en casi todo el mundo, “con algunas extrañas coincidencias pues, en general, en el mundo occidental tenemos la idea de que lo mejor viene del norte y que en el sur están los equivocados, los desposeídos”, considera Ignacio García.
“Rubio es mi amigo y por eso sé que cuando escribió este texto, veía a España de otra manera, algo que ahora ha cambiado, pues si en ese momento nuestro país podía ser visto como un destino a alcanzar para lograr una mejora de vida, ahora nuestra sociedad es vista como los habitantes del sur, es decir, los desposeídos, los que nos equivocamos y no sabemos cómo administrar nuestros recursos, por eso esta obra es importante, por esa posibilidad de múltiples perspectivaa”.
Arizona se presenta los jueves, a las 20:30 horas, en el Teatro Helénico, hasta el 25 de abril.