MÉXICO, D.F. (apro).- La serie televisiva Gossip Girl es un fenómeno que cada día despierta más seguidores a nivel mundial. Estrenada en 2007 y basada en la novela homónima de la escritora Cecily von Ziegesar (best seller en Estados Unidos), la serie fue creada por la dupla Josh Schwartz y Stephanie Savage. El canal de paga Glitz la proyecta y su último capítulo pasa al aire el 2 de julio próximo. Es narrada por una blogger conocida como Gossip Girl (voz de Kristen Bell) y la historia relata la privilegiada vida de un grupo de jóvenes de la alta sociedad del Upper East Side de Manhattan en Nueva York. Los actores principals son: Blake Lively (Serena van der Woodsen), Leighton Meester (Blair Waldorf), Penn Badgley (Dan Humphrey), Chace Crawford (Nate Archibald), Ed Westwick (Chuck Bass), Kelly Rutherford (Lily van der Woodsen) y Matthew Settle (Rufus Humphrey). La serie se rodó principalmente en Nueva York, precisamente en Queens, Brooklyn y Manhattan, y según sus productores “la ciudad es un personaje más de la historia”. El éxito de la serie ha llegado tan lejos que, turistas de todo el mundo, visitan Nueva York en plan de realizar el Gossip Girls Tour, visitando en cada parada las locaciones más frecuentes de la tira. La moda de elite reviste en cada minuto el espíritu de la serie y es, sin duda, el componente distintito. Los protagonistas resaltan su expertise en esta materia mostrando, con mucho glam, las últimas colecciones de reconocidas marcas como Chanel, Stella McCartney y Ferragamo. El vestuarista, Eric Daman, quien anteriormente trabajó en la populosa Sex and the city, imprime su sello de tendencia en cada capítulo, logrado que miles de mujeres alrededor del mundo emulen el estilo de los protagonistas. La música es otro de los ingredientes que no pasa desapercibido en la serie. Alexandra Patsavas (quien también ha trabajado para The O.C), responsable de la musicalización de Gossip Girl, supo convertir en éxitos varias de sus selecciones. Adentrarse en el mundo de Gossip Girl es una alquimia que fusiona a la perfección los nuevos códigos de interrelación de los jóvenes, donde la tecnología juega un rol protagónico, con exquisitos gustos de consumo, buen vivir y tendencias. Gossip Girl es asomarse a un sinfín de privilegios y sentir, aunque sea por un rato, ser parte de lo más selecto del Upper East Side de Manhattan. Pero también se puede criticar esa vida cómoda en estos tiempos de crisis. Aquí el consumo hace que se deje de lado los valores, las relaciones humanas y sobre todo los problemas por los que atraviesa el mundo.