MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Como un escaparate para discutir las bondades y dificultades del guionismo latinoamericano, calificó el escritor cubano Senel Paz al II Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos que concluye hoy en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Mañana se presentará en la Cineteca Nacional el filme Lista de espera, cuyo guión fue elaborado por Senel. El evento, que arrancó el día 25 de junio en el auditorio Alfonso García Robles de la exCancillería mexicana, organizado por la Asociación de Escritores Cinematográficos El Garfio, A.C., en su segundo año consecutivo ofreció un programa sobre el panorama del guionismo actual. Entre los participantes estuvieron Fernando Pérez Valdés y Senel Paz, de Cuba; Carlos Henao, de Colombia; Silvio Caiozzi, de Chile; Hugo Hiriart, Vicente Leñero, Armando Casas, Maryse Sistach, Víctor Ugalde, Agustín Ramírez, Paz Alicia Garcíadiego, Everardo González, Marina Stavenhagen, Lucía Carreras, Marco Julio Linares, Carlos Carrera, Luis Estrada, Raúl Flores, Lucia Gajá, Beatriz Novaro, Enrique Rentería, Rafael Montero y Carlos Bolado, de México; Paula Markovitch (México-Argentina); Laura Santuyo de Uruguay, y Gustavo Michelena, Thaelman Urgelles, Valentin Saa, César Lucena y Edgar Narváez, de Venezuela. El objetivo principal del encuentro, que Senel Paz confirmó en entrevista, fue resaltar la importancia de la literatura y el arte dramáticos como método de calidad en la escritura cinematográfica. Paz, quien se diera a conocer internacionalmente con el cuento El bosque, el lobo y el hombre nuevo que le hizo merecedor del Premio Juan Rulfo 1990 convocado por Radio France Internacional y el Instituto Cultural Mexicano en París, y que más tarde daría origen a la exitosa película Fresa y chocolate (1994), comentó: “Este encuentro trató de abordar el significado del escritor cinematográfico con la cultura y la política ubicando al guionista como un creador, y eso es muy importante. Ahora fue una profundización de nuevos temas y revisitación de los anteriores, porque hay un cambio de público, incluso  de asistentes, ahora hay muchos jóvenes, estudiantes, y se abordaron entre otras cosas las problemáticas de este oficio que nunca se agotan. “Pero si hay algo que agradezco mucho es la convivencia entre guionistas y directores que a veces conoces por su trabajo pero nunca has compartido con ellos, como fue mí caso, de ahí salen amistades y un espíritu de grupo, porque las luchas que se quieren se hacen con compañeros que las comparten. Y por supuesto también sobre el tema de la enseñanza hacia los jóvenes, porque encontramos entre compañeros debilidades, fortalezas, y enfoques”. -¿En qué problemas cree que coincidieron como guionistas? -Actualmente hay una conciencia de la importancia del guion, vivimos en una zona donde tenemos que hacer cine lo más barato posible, pero a través de la imaginación, y el papel un guión bien terminado siempre es más barato que uno deficiente. Porque a veces se filma dos horas para una película de hora y media y el buen guión acerca la filmación a los tiempos exactos, siempre la edición aporta cosas nuevas, pero hay películas que las tiene que hacer el guion porque la historia no estaba resuelta, y si se puede ahorrar una hora que no se va a utilizar eso es algo que como escritores cinematográficos podemos prevenir.” Aunque no quiso hablar de sus actuales proyectos, señaló que tan pronto salga hacia Cuba este lunes seguirá trabajando en una novela y dos guiones que tiene en puerta. La primera sobre relaciones interpersonales, y sobre los guiones uno tiene que ver con el ambiente rural, la eterna lucha del pesimismo contra el optimismo, y otro más que trabaja con su esposa. Este sábado a las 21:00 horas en la sala 8 de la Cineteca Nacional el escritor estará presente en la función de Lista de espera, del programa “Del guión a la pantalla”, que forma parte alterna del encuentro que concluirá el domingo 7 inclusive. Para consultar la lista completa de películas consulte www.cinetecanacional.net