GUANAJUATO, Gto. (proceso.com.mx).- Potosí, de Alfredo Castruita, ganó el premio Mejor Ópera Prima Mexicana en la 16 edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF). El director dijo en entrevista que se siente halagado por haber obtenido la Cruz de Plata: “No es sólo el premio, también las críticas positivas y que la gente haya podido ver el filme porque es mi ópera prima, todo eso es un motor para seguir trabajando, exigirme más y darme cuenta que estoy en el lugar correcto. Estoy en la profesión más linda para contar historias”. Potosí es un pueblo rural en América Latina. Es el fuego cruzado del estrago que ha arrasado el norte del país. Un accidente en una carretera desierta conecta tres historias: un pastor de ovejas que no ha disparado su revólver en 40 años, una mujer víctima de violencia doméstica y un humilde campesino viviendo en alerta para proteger a su familia del crimen organizado del país. Castruita, nacido en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuenta que la película es una idea de José Lomás-Hervert, quien es el productor y también el guionista: “Con él vengo trabajando desde hace mucho tiempo, lo conozco desde hace 10 años, hemos hecho cortometrajes. Esta historia surge de una necesidad de contar lo que está en nuestro alrededor, de alzar la voz. “Creo que el arte está obligado con la sociedad a contar historias de lo que nos pasa, duele y sentimos. Surgió desde que asistimos a Cannes en el 2011 con un cortometraje. Ahí José me dijo que estaba listo para realizar un largometraje, y me entusiasmó”. Entonces, Lomás-Hervert se puso a redactar el guión: “Fue un proceso muy rápido, lo escribió en dos meses, aunque no se crea. Se enfocó en algo le afectaba y le pasaba a su familia. Entonces, él tenía la necesidad de hacerla y que saliera este año”. -Es otra película que refleja la situación de México… -Sí, es triste. Todos somos conscientes de lo que estamos pasando. En el filme nunca mencionamos a México, ni el narcotráfico, pero es evidente que afecta a todos la violencia y se ve a una Latinoamérica que está dolida. Y nos quisimos enfocar en la vida de tres personajes, estar con ellos y sentir lo que les dolía y pasaba a su alrededor con la violencia. “Hablamos de la violencia intrafamiliar, del linchamiento público y el daño colateral que ha dejado el narcotráfico, sin embargo, quisimos hacer una perspectiva muy diferente”. La Mejor Largometraje Ópera Prima Internacional recayó en Fruitvale station (Estados Unidos), de Ryan Coogler. El árbol, de Gastón Andrade, fue Premio Mejor Documental Mexicano, y Un mundo que no es nuestro (Palestina), de Madhi Fleifel.