Wolverine se redime

martes, 6 de agosto de 2013 · 18:51
MÉXICO, D.F. (apro).- Luego del fiasco llamado X-Men Orígenes: Wolverine (EU-2009), la saga del bestial superhéroe se redime con una cinta que devuelve la fe, no sólo en el personaje mismo sino también en la franquicia X-Men. Pero pongámoslo en perspectiva, Wolverine Inmortal  (The Wolverine, EU-2013) es una buena película comercial que estuvo a punto de convertirse en algo sublime como la saga Batman de Christopher Nolan. Pero en el último tercio de la cinta, las cosas pierden su curso. Wolverine Inmortal  comienza de maravilla… Wolverine, como un animal herido yace en el bosque esperando a que “lo alcance la muerte”, pero como todos sabemos es inmortal, y como en algún momento lo sufrió Nosferatu, la inmortalidad es una carga muy pesada. Las cosas dan un giro cuando una misteriosa guerrera japonesa se encuentra con el héroe. Ella le comenta que su amo, el exitoso y rico empresario, Yashida lo está buscando porque quiere despedirse del hombre que le salvó la vida en la segunda Guerra Mundial. O sea, de Wolverine. Wolverine acepta a regañadientes. Al llegar a Japón se encuentra con el tal Yashida, postrado en una cama de alta tecnología que monitorea sus signos vitales, está infestado de cáncer debido a la radiación de la bomba nuclear de Hiroshima, que fue donde Wolverin estuvo y pudo salvar la vida del entonces soldado. Yashida tiene una oferta: Posee la tecnología de quitarle a Wolverine las cualidades de su sistema inmunológico, de tal manera que Wolverine se volverá un hombre común y corriente mientras Yashida se volverá inmortal. Wolverine no quiere hacerlo. Y ahí queda la cosa… hasta que Yashida se muere y su hermosa nieta Mariko se encuentra en problemas. Y entonces vemos a Wolverine peleando contra la mafia japonesa, contra ninjas y contra una mutante malévola. La narrativa de las primera dos partes de la cinta es tan poderosa que hasta resulta sospechosa: “¿De verdad estamos viendo una película de Wolverine?” Es más por momentos pensamos que será algo igual o más genial que Batman de Nolan. Pero al llegar al último tercio pareciera que el realizador pensó, “esto va demasiado bien, no hemos metido la acción y efectos especiales que se necesitan para volverla un churro”. Quién sabe lo que en realidad pensaron pero a partir de ese momento la resolución de la trama comenzó a apresurarse en medio de peleas y efectos especiales, y las soluciones generan inconsistencias y la cinta pierde fuerza. Al final amamos a Wolverine y salimos contentos de la sala pensando, “bueno, vimos una buena película comercial. Sólo eso y nada más”. Así que si le gustan los X-Men y Wolverine, se divertirá con la cinta. PD: Quédese hasta los subtítulos porque habrá una sorpresa.

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