MONTERREY, NL., (proceso.com.mx).- La presentación del pianista argentino Raúl Di Blasio en el palacio municipal de Monterrey se convirtió en un caos, cuando centenares de personas invitadas por el municipio se quedaron sin ingresar al espectáculo. Los que sí alcanzaron asiento en primera fila fueron políticos e invitados especiales que recibieron brazalete VIP (acrónimo en inglés para persona muy importante) para ver de cerca al artista. A los lados del escenario fueron colocados algunos afortunados que alcanzaron a sentarse en las butacas acondicionadas para el resto de las personas. Durante toda la semana el municipio encabezado por la alcaldesa panista Margarita Arellanes invitó a la ciudadanía a presenciar de manera gratuita  el concierto del “Piano de América”, como parte de los festejos del 417 aniversario de la fundación de la ciudad, que se cumplen este viernes 20 de septiembre. La presentación programada para las 20:15 horas inició a las 21:05 y unos mil asistentes se quedaron molestos en el exterior de la valla establecida por elementos policiacos y de seguridad privada. Hubo personas con boletos que no pudieron ingresar porque no tenían el sello, y se quedaron bajo la lluvia, pese a que llegaron con varias horas de antelación al concierto y sólo pudieron apreciarlo en pantallas gigantes colocadas en el exterior. En su página de Facebook el ayuntamiento de Monterrey justificó que la entrada era libre e ingresarían al recinto acondicionado las personas “como fueran llegando”. En ese mismo sitio se señalaba que no era necesario asistir con boleto, pues la entrada general era libre. Durante la accidentada velada, el pianista estuvo acompañado por la Orquesta Sinfónica de la facultad de Música de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Di Blasio estuvo el miércoles en Monterrey y acompañó a la alcaldesa en el encendido del recién reparado Faro del Comercio, en la macroplaza, que ilumina la ciudad con un haz de láser.