Joan Baez recuerda a Pete Seeger (1919-2014)

martes, 4 de febrero de 2014 · 15:29
MÉXICO, D.F. (apro).- A la edad de 94 años, el pasado 27 de enero falleció Pete Seeger, considerado por la vocalista Joan Baez “el patriarca del folklore norteamericano” y uno de los pilares de la canción de protesta estudiantil en los años sesenta. Su cántico social “Venceremos” (We Shall Overcome) fue himno emblemático de los derechos humanos durante aquella década de oposición juvenil a la Guerra de Vietnam, y a la vez fue interpretado por Joan Baez para cerrar sus recitales. Hacia 1963, Pete Seeger dio a conocer en su patria la cubanísima “Guantanamera” con los versos sencillos de José Martí en español.
Con los pobres de la Tierra yo quiero mi suete echar. El arrullo de la sierra me complace más que el mar.
Nacido el 3 de mayo de 1919 en Nueva York, este viajero inquebrantable plasmó su obra en un sinnúmero de álbumes fonográficos, conquistando a públicos de generaciones diversas. Supo convocar la espiritualidad y la armonía humanista pregonada por el ideal hippie de paz y amor, a través de su bonita rola Turn! Turn! Turn! (To Everything There is a Season) en el disco que escaló las cumbres radiofónicas, en octubre de 1965, gracias al conjunto The Byrds. Seeger había imaginado aquel tema casi diez años atrás, inspirado por lecturas del Eclesiastés bíblico:
A todas las cosas les llega su temporada y hay un momento para cada proyecto bajo el cielo. Un tiempo de nacimiento, un tiempo para morir, Un tiempo de siembra, un tiempo para cosechar... Un tiempo de amor, un tiempo para odiar... Un tiempo para la paz, que juro no tardará mucho.
En Sudamérica, Víctor Jara le tradujo su jit de 1963, Little Boxes, al castellano: “Las casitas del barrio alto”, grabada por el inolvidable juglar chileno para el LP El derecho de vivir en paz, de 1971:
 Las casitas del barrio alto con rejas y antejardín;  una preciosa entrada de autos esperando un Peugeot. Hay rosadas, verdecitas, blanquitas y celestitas, las casitas del barrio alto, todas hechas con recipol.
(Jara la interpretó en México durante su visita de 1970, como puede oírse aquí, atribuyendo su autoría a Pete Seeger; en realidad, Little Boxes la había escrito en 1962 Melvina Reynolds, cuatacha de Seeger.) Vetado por comunista Los tesoros de su rico repertorio contienen curiosidades como el bucólico valsecito mexicano “De colores”, o una dedicada a la mariguana; sin embargo, la canción que lo lanzó a la fama en todo el planeta en los años sesenta fue muy pegajosa: “El martillito”. Ya por 1949, Seeger había dado vida a ese tema de fraternidad que por 1962 se convertiría en éxito mundial: “If I Had a Hammer” (“Si tuviera un martillo”) popularizada por el trío de Peter, Paul & Mary, y un año después, por el tejano Trini López en su álbum Live at PJ’s:
(…) Yo tengo un martillo y tengo una campana. Tengo una canción para cantar por todo este país. Es el martillo de la justicia, es la campana de la libertad. Es la canción de amor entre mis hermanos y hermanas de toda esta tierra…
En México hubo montones de versiones (Johnny Laboriel, Los Xochimilcas, Manolo Muñoz, Los Mabbers), aunque “pervirtiendo” la filosofía de Seeger, quien posteriormente justificó: “Muy poca gente interpreta mi canción como originalmente la escribí. Yo llamo a esto el proceso del folklore, y me siento muy halagado de que dicho proceso continúe.” Había nacido como una melodía que Seeger inventó cierta tarde al piano con su colega Lee Hays, del grupo The Weavers (o “Los Tejedores”, en el que tocaba Woody Guthrie, otro gran poeta del folk gringo e influencia notoria para el joven Bob Dylan). Bart Barnes del periódico The Washington Post (al informar que Seeger murió en un hospital de Nueva York donde llevaba seis días internado), destacó: “Se le conocía como ‘La canción del martillo’ en su primera grabación, y no logró popularidad. No obstante, la lírica llamó la atención de los jueces de la Oficina Federal de Actividades Anti Norteamericanas, en el pensamiento de que palabras como ‘justicia’ y ‘libertad’ portaban ‘códigos subversivos de izquierda y comunistas’. Durante la llamada ‘Cacería de Brujas Rojillas’ en los cincuentas, Mr. Seeger fue citado a declarar y manifestó: “—‘Yo he cantado en selvas de vagos o para los Rockefeller, y estoy orgulloso de que nunca me he negado a tocar para nadie. Jamás he cometido ningún acto de naturaleza conspirativa, amo profundamente a mi país.’ “Guthrie y Mr. Seeger habían sido camaradas en el grupo de los Almanac Singers desde 1940, componiendo cantos obreros y sindicales. A mediados de siglo, Mr. Seeger transformó el enfoque de sus canciones de protesta, y se puso al día para llevar los ritmos en pro de la justicia social, los derechos humanos, la paz y el desarme, y la preservación del medio ambiente.” Uno tras otro, los contratos de The Weavers en centros nocturnos, conciertos, radio, TV y grabaciones, se evaporaron. “La carrera de Mr. Seeger abruptamente decayó… Por voluntad propia acudió a rendir testimonio en 1955 ante los investigadores del Comité, aceptando discutir ampliamente su música y ofreciendo cantarles sus canciones. Pero se negó a responder en torno a sus filiaciones partidistas, o por haber cantado en reuniones de simpatizantes al comunismo, y declinó cobijarse en su derecho constiticional que lo protegería si reconocía su culpabilidad. “—‘Creo que tales preguntas resultan bastante impropias para ser contestadas por cualquier ciudadano estadunidense, especialmente cuando uno está siendo sometido a presiones como las que aquí prevalecen’, dijo. “Lo sentenciaron a un año de cárcel por desacato al Congreso. Luego de un extenso proceso de apelación, la condena fue sobreseída en 1962, debido tecnicismos de las imputaciones en su contra. El gobierno jamás reanudó el juicio.” Su retorno en los sesenta molestó a sectores conservadores del sistema, según relata Joan Baez en el libro And A Voice To Sing With (Summit, N.Y. 1987), cuando la cadena televisiva ABC lo vetó en su programa Hotenanny Show de 1962. “A diferencia de lo que a mí me caracterizaba, tanto la música y el modo de vida de Pete, así como sus preocupaciones sociales, estaban integradas a la perfección. Consideré absurdo haber prohibido al padre de la música folk y me negué a presentarme en público si a él no se le convocaba también. Cantamos en las manifestaciones de Hartford para los Veteranos de Guerra, pero siempre me sentí bastante infeliz porque yo iba en limusina y apenas llegué, aquellos ancianos iracundos se pegaron a los cristales, y con el puño amenazante, insultaban…” La activista Joan Baez lució su talento en el Festival de Woodstock. Su exquisita fortaleza tonal de soprano puede sentirse en la película y álbum triple del evento. Ya para 1969 Joean Baez era toda una celebridad que escuchaban mandatarios de Europa, Japón y América Latina, donde había realizado giras; en Estados Unidos se le respetaba por su pacifismo político y conciertos con Bob Dylan y Pete Seeger. Como acostumbraba, en Woodstock cerró con “Venceremos” (convertida en Himno de los Derechos Civiles en EU, y la Asociación de Derechos Civiles de Irlanda del Norte).
Nosotros venceremos, venceremos, hemos de vencer algún día. En lo profundo de mi corazón yo tengo fe, habremos de vencer algún día.
“Había sido compuesta por un clérigo de la iglesia bautista C.A. Tindley, de Filadelfia, en 1903. El título original era ‘I’ll Overcome’ (“Venceré”). Para 1945, uno de los primeros en dar la batalla por los derechos civiles, Zilphia Horton, quien escuchó cantarla a los trabajadores tabacaleros en huelga de Charleston. Horton se la enseñó a Mr. Seeger, quien le hizo cambios y agregó la parte del banjo”, refiere The Washington Post. “A su vez, él la mostró al cantante folk Guy Carawan. Después de una nueva revisión, Carawan la estrenó durante una convención del Comité Estudiantil Cordinador de la No Violencia, en los años sesenta.” La autobiografía de Joan Baez Una voz para cantar menciona varias veces a Seeger, recordando ella sus pininos: “Descubrí la maravillosa voz de Harry Belafonte. Tía Pauline me habló acerca de un trovero llamado Pete Seeger a quien se consideraba el padre de la música folk; yo había asistido a uno de los conciertos que ofreció en mi ciudad y descubrí al poco tiempo a Odetta (Holmes, de Alabama) la reina del folk. Paulatinamente fui dejando ‘Annita tuvo un bebé’ (jit de The Midnighters de 1954) y ‘Sangre joven’ (The Coasters, 1957) por ‘Los listones de Scarlett’, de Belafonte; ‘Ya no voy a estudiar más de la guerra ’, de Pete Seeger, y ‘Bajas llanuras’ de Odetta, tres canciones que interpretaba con la mayor seriedad…” Debutó en el Festival Folk en Newport de 1958, con Odetta: “Los jóvenes del público se vestían correctamente y llevaban el pelo corto… Pete Seeger es mi segundo ídolo vivo (el primero era Martin Lither King) y se encontraba allí, al igual que cantantes negros de blues con sus guitarras, haciendo parecer ridículos a los chavos blancos que los imitaban… Me sentí una estrella diminuta entre una pléyade de constelaciones entre un firmamento aun desconocido para mí...” Manny Grenhill, su representante desde 1959, le concretó una actuación con Seeger en la Universidad de Massachussets. Aquel encuentro resultó demasiado emotivo para Joan Baez: “Llegué tarde a tocar… y Pete ya estaba por terminar su primera ronda. La sala me pareció extraordinariamente pequeña y él cantaba con su banjo; por lo visto, las cosas iban muy bien. Apenas bajó del foro, me fue a saludar. Subí a hacer mi número y al contemplar a unos 200 estudiantes sentados ante mis pies, estuve a un paso de perder el equilibrio. “Pete había cantado su última pieza para ir a saludarme a mí, una mujer bárbara, yo, detrás del escenario, y cuando me paré en el foro mi corazón retumbó con energía, rompiendo casi la tela de mi poncho. Quise emitir la primera nota y una ráfaga de viento me penetró el pecho, y seguí tocando la guitarra para refrescar con saliva mi garganta deshecha. “Se me ocurrió decir cualquier cosa rara, sólo para verificar si podía cantar o si mi voz se había ido por el torrente de aire, y las primeras palabras que emití fueron: ‘¡Qué bárbara soy!’ Me repuse y pude proseguir con la canción.”

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