Un homenaje a Federico Campbell en la Feria del Libro de Minería

sábado, 1 de marzo de 2014 · 23:09
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- El homenaje que la Feria Internacional del Libro de Minería preparó sobre la marcha para el escritor Federico Campbell, fallecido el 15 de febrero, se convirtió en una tertulia conmovedora donde los participantes fueron todos los asistentes al Salón de Firmas, y resaltaron su generosidad y sencillez además de su rigor literario. Luego de que hablara Fernando Macotela, director del evento, y la esposa de Campbell, Carmen Gaitán, así como su hijo Federico Campbell Peña, y posteriormente el poeta David Huerta, quien fungía como moderador, a invitación de éste el público reunido comenzó a tomar la palabra. El acto se convirtió de pronto en una tertulia llena de anécdotas y agradecimientos de la gente que conoció al escritor tijuanense, fundamentalmente jóvenes a los que impulsó en su carrera literaria. Dos amigos de su juventud presentes en el salón eran Macotela y el actual director del Fondo de Cultura Económica, José Carreño Carlón; este último fue quien apuntó el gusto que le daba que el reconocimiento a Campbell no se limitara a las personas de su generación. Ambos, como estudiantes de la Universidad de Hermosillo realizaron una revista que se llamó Impulso, allá por 1959-1960. Más adelante Carmen Gaitán agradecería que Carreño le dijera los libros de Campbell requeridos de publicación, por lo cual próximamente aparecerán las reediciones de La era de la criminalidad y la novela que el poeta Marco Antonio Campos saludó durante su aparición en 1979 en la revista Proceso, como “una obra maestra”, Pretexta (con anotaciones nuevas). Por su parte, Fernando Macotela colocó sobre el paño verde de la mesa el libro Infame Turba que le autografiara Campbell en los años 60. Fue el primer volumen que publicó, 28 entrevistas realizadas a escritores catalanes jóvenes y que hoy muchos de ellos, como Campbell mismo, son celebridades: Juan Marsé, Juan García Hortelano, Luis Goytisolo, Juan Benet, Terence Moix, José Caballero Bonald, Manuel Vázquez Montalbán… “Es la primera dedicatoria que hago y el primer libro que dedico”, le puso a Macotela. Éste lo recordó así: “Nunca oí a Federico hablar mal de nadie, y esto no lo puedo decir de ninguna otra persona de tantas a las que he conocido a lo largo de toda mi vida”. E hizo un repaso, año con año, de las participaciones de Campbell en la Feria del Libro de Minería a partir de 2004. Ya David Huerta había evocado que en el 2012 se le homenajeó en el recinto edificado por Manuel Tolsá hace 200 años. A su vez, Carmen Gaitán, quien es directora del Museo Nacional de San Carlos, rememoró los 28 años que vivió al lado de Campbell, recordándolo como un “tijuanense universal” quien, no obstante una infancia con graves carencias económicas y emocionales, supo remontarlas y convertirse en un ser “generoso, tierno y dulce”. Carmen leyó un texto de Mara Romero, que finalizaba así: “Bien mi querido Federico… que te vaya bien, que escribas y critiques a todos allá arriba, que también les hace falta: mándanos señales en clave… si puedes que lo que dejas, nos encargaremos te lo prometo que, el que se nos atraviese te lea, ese será nuestro mejor homenaje amigo y también ‘esa tímida y buena risa siempre sin querer’. Aquí nos quedamos pues tus amigos los Escritores de Cajeme; Nuestro Poeta Mayor que te llora… nosotros te lloramos, como tu familia, tus tíos, la tía nueva, el primo… que siempre llegaban a visitarte cuando estabas entre nosotros… Adiós Federico pues.” Su hijo Federico Jr., periodista de Canal Once, también recurrió a la memoria al señalar que para él la feria era un lugar “estrujante” debido a que desde su infancia su padre lo trajo por vez primera. “Mi papá estará aquí, escuchándonos, no tengo la menor duda”, expresó. Huerta solicitó a Macotela que el año próximo se realice en la feria un verdadero encuentro donde se analice y discuta la obra de Campbell en sus diversas aristas y géneros, lo cual de inmediato fue aprobado por Macotela. Ante la invitación de Huerta al público, comenzó el carrusel. El primero que tomó la palabra fue su amigo Eduardo Clavé, quien emocionado exaltó por sobre todo la honestidad de Campbell, y dijo que que si había alguna reserva moral en este país, ella nos salvaría de la corrupción. Siguieron el novelista Rodolfo Naró, cuyo primer libro, El orden infinito, recibió el apoyo de Campbell para su publicación, y sus colegas Oswaldo Barrera, Vicente Alfonso, Lupita Aldaco, Hernán Herrero Pino, Alfonso Zallar, Carlos Altamirano… Como Federico Campbell acababa de ser nombrado presidente honorario de la Feria del Libro de Tijuana, que tendrá lugar en mayo próximo (y donde la editorial Océano lanzará una reedición de Padre y memoria), Huerta señaló que habrá que estar pendientes para realizar ahí algo semejante al encuentro de Minería en 2015. Finalmente Carmen Gaitán contó que el jueves pasado, durante la entrada del narrador Juan Villoro a El Colegio Nacional, recibió dos satisfacciones muy grandes: Una, que Villoro le dijo que para escribir su discurso sobre el poeta Ramón López Velarde, “tuvo consigo durante toda la noche un amuleto, un libro de Federico”. Otra, el pésame de Julio Scherer, a través de su hija Gabriela. Y es que para Campbell “el fundador de Proceso fue como su padre”. Este año, comentó Macotela, había invitado a Federico para hablar de William Burroghs por su centenario. Pero Campbell denegó: “No puedo dedicarle una plática a alguien que mató a su mujer”.

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